miércoles, 10 de enero de 2007

REVISTA LIBRO CYBERALFARO No. 7



(Comentario)


Ángel Emilio Hidalgo

En un balance general, las universidades de nuestro país no investigan ni publican. En muchos de los casos, porque no existen presupuestos, en otros, porque la investigación no representa una prioridad: las facultades y escuelas, a duras penas cuentan con reducidas bibliotecas, generalmente desactualizadas, y carecen de espacios de publicación y difusión de los productos creativos que un centro de estudios superiores, se supone, debería tener.
Por todo esto, es halagador que la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí haya asumido el rol histórico que le corresponde como parte de la sociedad civil que propone ideas, que investiga, piensa y trabaja... y también, que es capaz de cuestionar al estado. El número 7 de Cyberalfaro, revista académica que ya es una tradición en Manabí, es la prueba fehaciente del impulso de la verdadera academia: la que prioriza el estudio y la investigación, y propone alternativas pertinentes a la realidad social que nos toca vivir.
Medardo Mora Solórzano, Rector de la Universidad Eloy Alfaro e importante promotor de las autonomías político administrativas, escribe sobre la necesidad de respetar la autonomía universitaria, en torno al papel del CONESUP como entidad estatal destinada a “normar las ofertas educativas”, mas no a intervenir en la jurisdicción de la autonomía universitaria, facultad privativa -según lo dispone la ley- de las universidades y escuelas politécnicas del país. Destaca la independencia del sector académico, “cuya misión es la de ser el gran proveedor de recursos humanos, de conocimientos científicos y tecnológicos que viabilicen eficiente y razonablemente todo lo que significa impulsar procesos de desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida de la población”.
José Elías Sánchez Ramos ensaya un texto de análisis histórico sobre la identidad manabita, que parece ser el embrión de un proyecto de largo aliento que el autor ha titulado “Historia de Manta”. “Manta, 1500 años de vida histórica y la racionalidad (razón de ser) de la identidad cultural manabita” es un esfuerzo por comprender el papel que juega el puerto ecuatoriano -desde la primitiva Jocay- en la conformación de la identidad provincial y regional. Su tono es enfático y el contenido de su discurso es a veces redundante. Hay que tener cuidado cuando se habla de la identidad, sobre todo porque es un tema susceptible a múltiples lecturas y perspectivas diversas, y demanda una necesaria afinación conceptual. No obstante, su mérito consiste en cuestionar el imperio del aparato ideológico del estado centralista, en la estructuración de subjetividades nacionales oficiales, que privilegia símbolos e imaginarios andinos, por encima de las otras culturas y etnias ecuatorianas.
Leonardo Moreira Delgado introduce una metodología en la rama de la educación comunicacional, que puede resumirse en una pirámide en que la ciencia, la comunicación y la tecnología, apuntalan los desafíos de una sociedad globalizada, a la que hay que asumir desde nuestras potencialidades.
Con el trasfondo del reto que impone la globalización, Ovidio Moreira Mendoza llama la atención en la cuestión agropecuaria, como un sector de la economía que hay que fortalecer, para que el Ecuador pueda insertarse, de un modo más seguro en el contexto mundial. Otra alternativa relacionada con la dinamización de la economía proviene de los propios predios académicos, a través de la significativa propuesta de Antonio Velásquez Kuffó, de dotar al alma máter ecuatoriana, de una práctica de autogestión para lograr financiamiento destinado a brindar oportunidades de trabajo a los estudiantes, en una especie de práctica estudiantil previa a la obtención del título académico.
La séptima edición de la revista la completan dos tópicos de interés: “El folclor críminalístico en los Sangurimas”, del investigador Wilman Ordóñez Iturralde, quien comenta los aportes de Rodrigo de Triana y José de la Cuadra, en los estudios relativos a la violencia montubia y su impacto en la literatura y el folklore montubios, a la vez que estudia las implicaciones delictivas que rodean a los personajes del texto clásico de De la Cuadra.
El otro tópico es el teatro. Ubaldo Gil analiza las connotaciones semióticas de los textos y puestas en escena de los grupos de los países participantes en el Décimo Sexto Festival. El dossier dedicado al teatro se completa con la crónica de la realización de los primeros festivales, por Nixon García Sabando, y con un oportuno balance de Roberto Sánchez Cazar, sobre el estado actual de la dramaturgia ecuatoriana.


* Fragmentos extraídos de la revista libro Cyberalfaro # 8.

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