miércoles, 30 de junio de 2010

La editorial universitaria y los desafíos del presente: el libro digital y la difusión del conocimiento


Por José Castilho Marques Neto

Podría abordar este tema por varios ángulos, inclusive los más técnicos incluyendo aquí un punto de vista acerca de los nuevos medios, absolutamente necesarios en nuestra cotidianidad como editores universitarios. Prefiero abordar por medio de una parte de nuestro trabajo: la administración de las relaciones del creador del texto científico o literario con la maquina editorial que hará de aquel a ser con derechos de autor para la sociedad. Porque, al final, cualquiera que sea el soporte utilizado, lo que de hecho importa es la publicación de un autor y la búsqueda del lector. Esto envuelve leyes, derechos, deberes, principalmente en un universo que está en transformación constante de los copy rigths, con la introducción de nuevos modelos como el copy left y otras formas de control de los derechos de autor que buscan garantizar más democráticamente la accesibilidad del público lector a los escritos buenos y culturales. Es intensa y viva esta polémica de nuestros días, pero trataré de abordar en está exposición algo que considero fundamental para nuestra labor en cuanto editores académicos, esto porque además va más allá de nuestras editoriales, alcanzando las instituciones. Me encantaría traer a la reflexión de este Congreso algunos puntos que ya comenzamos a enfrentar en el Brasil, pero que ya se constituye como un factor importante en la vida de las universidades referenciales de países más desarrollados, como la literatura que hemos tenido acceso. La universidad, de manera general y en todas las partes del mundo occidental, afronta hace algunos años los desafíos de un modelo de convalidación de sus docentes e investigadores que, aparentemente, da cuenta de la calidad de sus trabajadores intelectuales y de los productos académicos que son producidos por ellos. Por razones diversas, principalmente por presiones sociales de cualquier orden, pero también vagamente inspirado en una “racionalidad científica”, vivimos el mundo perverso de el “publish or perish”. En este mundo, la cantidad de trabajos publicados por un profesor se torna más importante de la calidad de lo que se publica. Cálculos aritméticos se colocan por encima del debate crítico entre colegas, y la exigencia de publicar, así sea que no hayamos llegado a resultados académicamente interesantes, se pone encima del propio valor del libro en cuanto objeto que puede transformar e influir para que lo nuevo aparezca y renueve el conocimiento o así mismo la buena revisión del conocimiento ya producido. Este insólito ambiente de trabajo intelectual crea, entre otras innumerables formas de presión entre los colegas, una especialmente tensión entre el autor/profesor y el editor universitario/ profesor. La situación entre los colegas ya avanzó a tal punto que la Editorial Universitaria y sus directivos muchas veces son considerados responsables para determinar, o al menos ser parte activa y fundamental, para “clasificar” los profesionales/colegas como productivos o improductivos. Esta cuestión es hoy la principal dificultad en la relación autor / editorial académica. De ser socios del autor en la construcción de un buen texto, pasamos a ser el obstáculo o el facilitador de su ascensión profesional. Uno de los argumentos que surgen en este debate viene del profesor de letras y editor de Humanidades de Harvard University Press, Dr. Lindsay Waters. En su libro “Enemigos de la Esperanza- publicar, perecer y el eclipse de la erudición” (Enemies of promisse: publishing, perishing and the eclipse of scholarship), al examinar principalmente el marco de las Humanidades, él argumenta que en poco tiempo las editoriales responsables por la diseminación del texto científico y académico publicaron cada vez menos libros y el sistema de publicaciones que conocemos hoy está en vías de desaparecer. El argumento, aparentemente sin esperanzas, mira el gran problema que el sistema de publish or perish implica: la contradicción generada en el sistema editorial universitario por un inmenso volumen de textos deseosos por publicación, son sus respectivos autores igualmente ávidos por mantener sus puestos de trabajo o ascender a puestos superiores en la universidad. Segundo Waters esta situación de “abundancia de oferta” trae tres grandes consecuencias igualmente temerarias:
1) obliga a las editoriales académicas a publicar textos que no tienen mercado suficiente de lectores, sobrecargando además la medida de sustentación financiera de esas casas editoriales.
2) la inmensa cantidad de títulos que las editoriales se ven obligadas a publicar impiden objetivamente la selección de calidad, comprometiendo catálogos construidos con el rigor científico que se requiere de una editorial universitaria.
3) publicar en masa y de manera indiscriminada provoca la falencia del sistema de informaciones científicas y académicas.
Aunque los argumentos para afirmar o rechazar a la reflexión provocadora de Waters sean muy diversos e interesantes, como la hipótesis de la preponderancia del sector administrativo sobre el académico en las universidades, trataré de comentar apenas los dos primeros puntos citados por él. La sustentabilidad económica de las editoriales universitarias sin fines de lucro es hoy uno de los factores preponderantes que pueden definir la permanencia o clausura de las casa editoriales de las universidades brasileras y latinoamericanas. Creo que esta situación es la misma en muchos países. Datos evidentes de la decadencia económica de las editoriales académicas pueden ser constatados en el propio Waters, cuando cita que en los últimos 30 años la base de las ventas medias de un libro de humanidades era de 1.250 ejemplares contra los 275 de hoy en día. Otra información interesante viene de la conferencia en el I Foro de Guadalajara, México, en que Peter Givler, de la Asociación Estadunidense de Editoriales Universitarias – AAUP -, nos informó que las editoriales académicas norteamericanas producen el 10% del total de libros publicados en los Estados Unidos, pero las ventas sumadas en 450 millones de dólares representan “alrededor de 1.7% del total recaudado en dicho país por venta”. En España, las editoriales universitarias mantienen 6 a 7% del volumen de títulos publicados para el 1% de ventas. "El costo de cometer errores no es un término especificado en los informes de ganancias,sino una realidad básica en el mundo del libro y las instituciones. " así de manera directa, el brillante crítico mexicano Gabriel Zaid, nos representa el mundo real en donde la cuestión financiera siempre viene acompañada del punto siguiente citado por Waters – la obligación de publicar más cantidades crea obstáculos en la evaluación de la calidad. Para delimitar la crítica de Waters vamos a citarlo: “No estoy diciendo que no haya buenas publicaciones – eso está muy lejos del caso -, pero lo que esas buenas publicaciones tienen de bueno se pierde en medio de tantas producciones que son apenas competentes y hay muchas más que no son ni eso.” La experiencia que acumulé en 23 años de adición universitaria en el Brasil y en la observación de otros países, es que existe hoy en día una enorme presión para que publiquemos en cantidad, que tengamos índices de venta y rentabilidad comparativos con las editoriales construidas con finalidades de tener lucros, que tengamos el igual poder de seducción de los best-sellers, con la presencia de nuestros títulos académicos distribuidos en todas las librerías y supermercados del país. Independientemente de cuales sean las causas, aquellas apuntadas por Waters o no, los números y las cantidades están siendo exigido en decaimiento de la calidad – producir en la universidad se está transformando en producir mucho. Y esto afecta directamente nuestra relación de muchos profesionales académicos, como si este fuese un trabajo de la editorial de la universidad






Es en ese contexto de presiones por publicar y de debilidades en la producción del conocimiento en nuestras universidades es que la “textualidad electrónica”, como bien denomina Roger Chartier, comienza a ser apuntada como una solución mágica para la proliferación de autores y textos. El surgimiento de los libros digitales se cruza, en este cuadro de la historia de las editoriales universitarias, como un camino fácil de ser pisado en la difusión del conocimiento y solución para los problemas apuntados parcialmente en las afirmaciones anteriores. Las soluciones sobre si publicar digitalmente son innumerables y los vendedores de software y de e-readers ya comenzaron a disputar ferozmente el mercado de editoriales y librerías. Entre las previsiones apocalípticas del fin del libro impreso en papel y el libro digital como la solución que resuelve todos los problemas de la difusión del conocimiento, hay de todo, pero sobresalen pocas realidades y convicciones. Entre algunas de las convicciones que extraemos de esa situación angustiante de gran movimiento e inestabilidad en el sector editorial, resalto y la que me parece fundamental para la propia manutención del que debe ser la esencia de toda editorial universitaria: la absoluta necesidad de defender únicamente la calidad del contenido de los libros editados por las editoriales universitarias sean estos impresos o digitales. Entiendo que cambiar el precio en relación de los editores con los autores y defender la calidad pasa también por comprender en que contexto nosotros trabajamos como editores, sea desde el punto de vista político-institucional, sea desde vista de las nuevas posibilidades tecnológicas que se abren para el mundo de las editoriales. Algunas breves consideraciones sobre el tema y un camino posible La “aceleración contemporánea”, concepto elaborado por el profesor y geógrafo brasilero Milton Santos al describir el ritmo acelerado y continuo de los grandes cambios del mundo contemporáneo, nos impone constantes desafíos, proporcionales a las grandes y significativas transformaciones por las cuales pasa la humanidad. La consolidación de un sistema-mundo, la incorporación de sociedades y territorios jamás vista en la historia del hombre sólo se volverán posibles, todavía, por los avances tecnológicos que unificaran sistemas técnicos hasta aquí dispersos o crearan nuevos sistemas innovadores. En gran escala y con otra dimensión y cobertura, la revolución provocada por el aparecimiento del libro de la era Gutenberg, marcada por la agilización del proceso de circulación del formato manuscrito, y que transformo la circulación del conocimiento y la apropiación de culturas durante los últimos quinientos años, hoy parece tímida delante los desafíos de la “textualidad electrónica”, en la terminología de Roger Chartier al referirse a la revolución de la informática aplicada a los textos y libros. La combinación de los avances en el área de la informática con conocimientos, infraestructuras y equipamientos producidos en el campo de las telecomunicaciones (con énfasis por la utilización de satélites) ofreció al mundo actual una multiplicidad de nuevos medios de difusión de informaciones, ideas, conocimientos y valores, notablemente en las formas del lenguaje mediáticos que, casi en tiempo real, muestran imágenes e informaciones escritas y habladas con tremendo alcance espacial y social. Pero, ciertamente, la gran característica de nuestro tiempo es la rapidez con que se difunde lo nuevo (o apenas las novedades). Aliada a una multiplicidad sin precedentes de los tipos de lenguajes disponibles para la sociedad contemporánea, la rapidez de lo nuevo amplía de manera asustadora la convivencia hiperactiva con un fenómeno que ya se anunciaba temerario en la era de Gutenberg – “la domesticación de la abundancia” (nuevamente Chartier), diagnosticada por el inmenso número de obras, autores y libros que pasaron a ser publicados en escala industrial. La producción editorial brasilera ya incorporó tecnología suficiente para hacer frente a esta “nueva abundancia” y, aunque está particularmente enfocada en los intereses empresariales y de mercado, no hay como huir de la realidad apuntada mundialmente por los historiadores y analistas del libro y de la lectura: el mundo de hoy detiene de manera irresistible nuevas formas de difusión del conocimiento, de la información y del entretenimiento mismo cuando tratamos de soporte tradicional hasta aquí llamado libro. Ene l ámbito académico, en su sentido estricto, y en el ámbito intelectual, en el sentido más amplio de ese termino, la multiplicación de revistas científicas electrónicas fue, sin duda, el hecho que más directamente demostró ese conjunto de cambios. La controversia interpuesta por los cortesanos del catastrofismo en los años 90 del siglopasado y que aún tiene seguidores, predijo la desaparición del libroimpreso en papel y el deterioro de las habilidades de lectura en un cortoespacio de tiempo. El futuro del libro se volvió incierto, y junto con este pronósticosombrío se sugiere, más recientemente, la futura extinción de la profesión deeditor, a medida que el avance tecnológico transforme a cada autor en editor.

José Castilho fue uno de los conferencistas participantes en el Encuentro y Muestras de Editoriales que se desarrolló en la Uleam del 16 al 18 de junio.

La perspectiva de una Babel de letras se colocaba en el horizonte. Creo que hoy en día podemos afirmar que ya comenzamos a ultrapasar la fase del entusiasmo del marketing de las grandes corporaciones de informática. En el vértice de los debates sobre el futuro del libro y de las nuevas tecnologías, despunta, emblemática y permanentemente, la idea definidora de contenido, entendido como la necesidad metódica de buscar la calidad de los textos que serán ofrecidos a los lectores contemporáneos y futuros, independientemente si son libros científicos o de simple placer y entretenimiento. Al considerar el impacto tecnológico de los tiempos actuales y, al mismo tiempo, redimensionar el debate, se apunta, principalmente en el libro académico, fruto de la reflexión científica, por lo que siempre fue y siempre será el determinante del conocimiento que va a ser transmitido: la calidad del contenido. Esa calidad es determinada, al mínimo, por algunas de esas características: originalidad de la investigación, contribución teórica única e innovadora, innovación tecnológica e instauración de una metodología original. En un mundo del conocimiento y de la información, impregnado por la convivencia no siempre amigable entre el texto impreso y lo virtual, el problema más grave que la editorial enfrenta es de cómo evaluar y administrar contenidos. Esta actitud será central en la determinación de las relaciones que autores y editores deben tener en la universidad. Y será definidor para marcar positiva o negativamente la actuación de las editoriales universitarias. Como lidiar, en la practica cotidiana, con la evaluación de los libros producidos por los investigadores universitarios? Como responder, igualmente, a la creciente demanda por publicaciones de nuestros docentes presionados por la necesidad de editar sus trabajos? En la visión de mi universidad, la UNESP, concebimos una Editorial Universitaria que vive esencialmente por la evaluación de contenidos producidos o no por la propia UNESP. La relación que ella establece con los autores, profesores e investigadores de la comunidad académica es de permanente evaluación de la calidad intelectual de los trabajos presentados a la edición. La Editorial no tiene la misión de publicar a cualquier costo lo que se produce en la investigación de la UNESP pero, seguramente, tiene la función de publicar lo que la Universidad produce mejor, en la óptica de evaluación de sus consultores externos a nuestro cuerpo docente y también de un Concejo Editorial múltiple y de alta formación científica. Por ello, como cualquier otra editorial académica que lleva su oficio con seriedad, no establecemos esos criterios con el objetivo de cumplir requisitos de las instituciones financiadoras, pero si de crear una categoría que sea rigurosamente universitaria, pluralista, que contribuya a la ciencia y para la comprensión de los fenómenos (sociales, políticos, económicos, naturales etc) del mundo contemporáneo. Con el énfasis en la calidad al publicar, y así “domesticar la abundancia”, se cumple cotidianamente la función de editar, no sólo de imprimir trabajos de investigación que llegan abundantemente a la Editorial. Una editorial con criterios de calidad, con apertura para volcar esos criterios públicos y abiertos a cualquier examen externo al que la universidad es, en última instancia, certificadora de calidad de trabajos académicamente innovadores. Es evidente que debe haber un perfecto entendimiento entre la editorial, los directivos de la universidad y el cuerpo de profesores e investigadores para que ese pacto sea respetado. Roto una sola vez, el criterio no resiste las presiones apuntadas por Waters o por otras presiones todavía más indignas de una universidad comprometida con la enseñanza y la investigación. Hay, entretanto, un obstáculo poderoso en esas reflexiones y en la práctica de ellas. Convivimos en la edición tradicional con la imposición de costos de preparación de originales, la necesidad de la existencia de un número mínimo de compradores y de una determinada capacidad operacional envolviendo todas las fases de una edición clásica en soporte de papel. Sin finalidad de lucro, la editorial académica en el Brasil necesita, en tanto, mantenerse en la mayor parte de sus costos. Esa necesidad impone determinadas actitudes. Entre dos propuestas de publicación del mismo nivel de calidad académica, optamos siempre en publicar aquella que entendemos tendrá un número mayor de lectores potenciales, por tanto, con mayor valor comercial. Siendo asimismo una editorial académica no conseguimos soportar el costo de un texto en libro tradicional apenas por el criterio del merito, y entonces nos sometemos a las reglas del mercado para decidir sobre un número “x” de publicaciones anuales que nos garanticen un aporte financiero suficiente para que continuemos publicando. Esta practica, que no es apenas nuestra, no sería un problema se para aquel texto rechazado, no por su calidad académica, pero por su pequeña posibilidad de ventas, fueses destinado un lugar de reconocimiento y de divulgación adecuado. Considerando esas reflexiones, las próximas preguntas que se imponen, al evaluarnos el futuro del libro en la universidad son las siguientes: el criterio de calidad presupone también una demanda comercial? La universidad debe obligatoriamente editar en el método tradicional todos los trabajos considerados de calidad, independientemente del costo y del número de lectores que se interesan en comprar aquel trabajo? Pienso que no, y que si nos mantenemos estrictos con las reglas actuales, podríamos entrar definitivamente en un mundo equivocado en la edición y en la evaluación de los libros, que olvida, inclusive, de las conquistas tecnológicas en el mundo editorial que abordamos en el inicio de este texto. Buscamos hoy en el Brasil la ampliación del concepto de que el libro o publicación académica y estamos haciendo eso junto a nuestros autores y las instituciones que fomentan la investigación. Consideremos, principalmente, las nuevas textualidades electrónicas y sus tecnologías para hacer divulgación científica, todos más soportables económicamente. Esta apertura se justifica, además de las ya presentadas por, por lo menos, más tres factores: · En un mundo globalizado, la adopción de formas de difusión y comunicación variadas y completas inserta diferentes actores sociales en un ámbito más amplio de los acontecimientos y del debate. Si los nuevos sistemas técnico-científico-informacionales fueran pensados y estructurados por los actores hegemónicos de potencias económicas multinacionales, no está demás recordar que estos mismos sistemas pueden y están siendo apropiados por otros diferentes actores (movimientos sociales, organizaciones no gubernamentales, gobiernos de países que ocupan posición dependiente en este sistema-mundo etc). · Las nuevas tecnologías son más agiles y, después de las inversiones iniciales más pesadas para la adquisición de infraestructuras y equipamientos, ofrecen costos más bajos para la difusión de informaciones y conocimientos, volviéndose posible, al mismo tiempo una distribución más amplia espacialmente y más rápida de aquello que se pretende difundir. · En un país capitalista, industrializado, pero de económica dependiente como el Brasil, en que las inversiones en ciencia y tecnología han sido más tímidas de las realizadas por otros países que ocupan la misma posición, es necesario adoptar medidas para compensar las diferencias y recuperar las perdidas ocurridas en las últimas décadas. La adopción de nuevas tecnologías, pensadas de forma consecuente, pueden favorecer la ampliación de las oportunidades de acceso al conocimiento aquellos segmentos de menor poder adquisitivo y con un grado bastante precario de inclusión social. En el Brasil tenemos una primera experiencia pionera: la Fundación Editorial de la UNESP inicio, junto con la Pro-rectoría de Post-grado de la UNESP, un programa innovador y que atiende a ese nuevo desafío, al mismo tiempo en que sirve como un optimo laboratorio que busca soluciones para los nuevos desafíos del presente mundo editorial. Presentado al público en el 12 de marzo del 2010, el programa de publicación de libros digitales en primera edición, fruto de investigaciones de docentes de la UNESP. Lanzó 44 títulos nuevos para descargar gratuitamente. Editado con todos los cuidados de un libro impreso en papel, en 3 meses la medida de los libros consumidos fue de 751 ejemplares por título, casi el total de 1.000 ejemplares que la Editorial UNESP acostumbra comercializar con los títulos similares en un periodo de 2 años. La experiencia, ya exitosa, continuará durante este año y hasta noviembre serán lanzados 58 títulos más. Paralelamente la Editorial UNESP está analizando los resultados en conjunto con un grupo de estudios de políticas públicas de la USP, garantizando la neutralidad e imparcialidad en el análisis de los resultados obtenidos. El acceso es en el sitio http://www.editoraunesp.com.br/ haciendo clic en “PROPG DIGITAL”. Como editorial universitaria, necesitamos tomar posición delante de los desafíos impuestos por los nuevos tiempos, pero siempre con la determinación en valorizar al autor, al libro y el lector, preservando la calidad de los contenidos, sean cuales fueren los soportes – impresos o digitales. Transparencia en los criterios, manejo adecuado de los contenidos, generosidad, comprensión y osadía en relación a las nuevas plataformas de lo escrito, fuerte aparato de evaluación dictada por los contenidos certificados con reglas públicamente expuestas, estas debieran ser los criterios esenciales para el futuro del libro y del rescate del oficio del editor que se traduce en su fundamental relación con los autores. Sabemos que es una misión difícil en los tiempos en que vivimos, pero si queremos continuar ser universitarios, productores y divulgadores de libros útiles a la ciencia y la vida, ese es un desafío que no podemos dejar de enfrentar.

(Traducido del portugués al español por Simone Gil Mondavi, desde la universidad de Posadas Argentina).











Varios frutos del Encuentro y Muestra de Editoriales

Conesup, Universidad Técnica de Ambato, Universidad Técnica del Norte, Universidad Politécnica Salesiana, Universidad Tecnológica Equinoccial de Quito, Universidad Alfredo Pérez Guerrero, Universidad Estatal de Milagro, Universidad Estatal de Guayaquil exhibieron libros.

El Encuentro y Muestras de Editoriales Universitarias dejó como resultado final la conformación de la Red de Editoriales Universitarias de Ecuador, pero no solo en este paso necesario radica la importancia de este evento desarrollado, del 16 al 18 de junio, en el Vicerrectorado Académico de la Uleam , pues las conferencias, foros y exhibición de libros sirvieron para que los editores despejen dudas, discutan problemáticas comunes y vislumbren el panorama de lo que se hace en el país y fuera de él.
Pablo Xavier Grijalba, representante de la Universidad Técnica del Norte (Ibarra), fue uno de los participantes que trajo muestras de lo que hacen en la editorial universitaria y aprovechó para conocer los libros de Mar Abierto de la Uleam. “Es importante conocernos, pues en cada región, en cada ciudad se trabaja a espaldas de lo que se hace y eso hay que cambiar”.
Mar Abierto fue la organizadora y anfitriona de esta cita donde se analizaron los temas: marcas, procedimiento de registro e influencia en el contexto comercial; la edición universitaria, circulación y visibilidad; fundamentos de derecho de autor; el libro digital y la difusión del conocimiento; el trabajo en red y los retos de la edición universitaria; la capacitación como instrumento de cambio y gestión. Además se socializaron experiencias editoriales de México, Colombia, Brasil, Costa Rica y por Ecuador los casos de análisis fueron Abya – Yala, Universidad Alfredo Pérez Guerrero; y Uleam.

Marcas y derecho de autor
Marcas, derecho de autor, y de explotación fueron quizá los temas que más preguntas generaron entre los participantes. Andrés Ortega, de la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt), aclaró que cuando una investigación es financiada por una institución pública (universidad estatal por ejemplo) no se puede decir “esto es mío”, los derechos de explotación le pertenecen a la universidad. “Si en la investigación, en el desarrollo de un producto no han intervenido fondos públicos eso sí puede registrarse con el nombre del investigador.
Destacó que lo más importante cuando se tiene una invención o un modelo de utilidad (mejoramiento de productos ya existentes) es registrarlo antes de llamar a la prensa, publicar un libro o subir fotos y más información a internet.
Para Flavio Arosemena, del Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI), el tiempo fue corto para su conferencia “Fundamentos de Derecho de Autor” dada la cantidad de preguntas que, alternando a su exposición, contestó eficazmente. Aclaró que la propiedad privada es muy diferente a la propiedad intelectual, pues ésta última en todas sus formas está sujeta al límite de tiempo. “A diferencia de las marcas, para reclamar derechos de autor no se necesita de registro, el derecho de autor es automático”.
Arosemena precisó que los derechos económicos son renunciables, se puede negociar, por ejemplo, con una editorial. Pero los derechos morales no. “La editorial no podrá alterar la obra sin permiso del autor. Si se trata de un pintor, el puede vender el cuadro, pero puede disponer de él para una exposición”.

La distribución
Mario Castillo, experto fundador de editoriales en Costa Rica, señaló que los textos no deben regalarse, pues la venta permite financiar otros libros y ayudan a que las editoriales desarrollen nuevos proyectos de crecimiento. Puso como ejemplo que cuando se dona un libro se sugiere su lectura, pero no se garantiza que quien lo recibe sin pedirlo finalmente lo lea. Al contrario, cuando alguien hace una inversión, por mínima que ésta sea, se asegura la lectura. Manuel Albán, de la Universidad Estatal de Bolívar (Guaranda) y Luis Álvarez, de la Politécnica Salesiana del Ecuador, discreparon con esto, pues consideran que el rol de las universidades es la vinculación con la comunidad y que la difusión del conocimiento es una forma de lograrlo.
Ramiro Arias, de la editorial Eskeletra, puntualizó que en Ecuador hay el fenómeno de reducción de tiraje y que esto tiene que ver con el hecho de que las editoriales no desean tener un stock que aumente sus inventarios, además de ocupar espacio en sus bodegas tiene efectos tributarios que se vuelven insostenibles cuando no hay movimiento.
“Uno de los canales de distribución tradicionales de la editorial es la librería, pero actualmente ésta solamente elige lo que le conviene y su primer pedido generalmente no pasa de 10 ejemplares. ¿Hace falta una política de coordinación de lo que se publica entre lo que quiere la librería? Es por ello que la editoriales buscan distribuciones alternativas como la Campaña de Lectura Eugenio Espejo que entrega sus libros a los usuarios después del pago de la planilla de la luz o del agua potable, otras en cambio trabajaban con los profesores entregándole un valor agregado como cursos o conferencias breves de capacitación sobre temas que tienen que ver con su docencia y aplicación de sus lecturas, otras hacen ferias itinerantes, etc”, detalló Arias.

Mar Abierto: producción y calidad ejemplar

La editorial Mar Abierto de la Uleam no se duerme en los laureles de sus progresos organizativos para hacer que las editoriales universitarias hayan logrado su unificación, persiste en su trabajo por legar, a las generaciones contemporáneas y a las que vendrán, obras no solo destacables en su forma sino también en su contenido. Seis libros en un mes Esta ha sido la cantidad de libros editados solo en junio, de los cuales tres: Enfoques universitarios desde la Uleam; Ética general y profesional; y Ciudades Preventivas serán lanzados el 26 de julio en un evento especial a realizarse en la universidad. Mar Abierto ha logrado superar sus propias metas en producción, pero sin bajar la guardia, ni olvidar que lo importante en su oficio no es la cantidad sino la calidad de cada una de estas obras.
Enfoques universitarios desde la ULEAM del catedrático universitario Guido Vásconez González, cumple una función importante: la de presentar a la Universidad Laica Eloy Alfaro desde su vínculo con la sociedad a partir de toda su estructura educativa.
Ética general y profesional de Luis Ronquillo Armas, retoma un tema de importancia para la sociedad de este nuevo siglo: la ética.
Ciudades preventivas de Mina Seinfeld, Olga Vélez y otros autores. Libro que trata sobre uno de los problemas más conflictivos del siglo XX y con seguridad del XXI, que es el tema de las drogas y toda la problemática en torno a ella,.
Vistazos al Manabí profundo de Medardo Mora Solórzano, nos plantea desde lo profundo del Manabí de ayer, hoy y mañana, desde lo local, un análisis de su tierra pero pensando en el estado y la nación ecuatoriana.
Al umbral del silencio y Ecos del silencio de Vicente Cuesta Ordóñez, nos presenta una poesía intimista, que devela a un poeta comprometido con su sentir.


Cyberalfaro, la raíz madre
La revista libro Cyberalfaro, texto académico de investigación y creación, llega a su número 19, dedicando esta edición a esa estrecha relación que guarda la educación y la identidad, porque sin una debida formación a partir de la primera, es muy probable que no se llegue a entender y termine rechazando a la segunda. Este número reúne a un grupo de académicos y escritores conocedores del tema en mención, cada uno logrando su aporte desde los distintos temas abordados. La universidad retada a cambiar o mejorar de Medardo Mora Solórzano, es la advertencia mesurada que este autor, en base a su experiencia, hace a las universidades del país. Por su parte en ¿Universidad sin libros? Ricardo de la Fuente plantea posibles respuestas al porqué persiste esta problemática de fondo en instituciones donde la lectura y la constante búsqueda de conocimientos debería ser el objetivo específico. Pedro Vincent Bowen, nos advierte en su texto, Medios de comunicación y cultura, del presente saturado por la información, que pone en riesgo la pérdida de la identidad ante modelos extranjeros, sobre todo de los más jóvenes, propensos a la aculturación. Wilman Ordóñez, desarrolla en Folklore y psicoanálisis, un referente del montubio porteño, mostrando la evolución psicológica del montubio y su cultura. Incluimos dos análisis de obras publicadas por Editorial Mar Abierto; el primero de Willington Paredes Ramírez, en torno a La educación única vía hacia la igualdad de Medardo Mora Solórzano; y el segundo de Ángel Emilio Hidalgo enfocado en Alza que te han visto de Wilman Ordóñez Iturralde. Carmen Váscones rinde un homenaje post mortem al poeta Fernando Artieda con su ensayo Porque fuiste tú; en la misma línea Juan F. Ruales aporta con el texto Aníbal Fernando Bonilla o la fascinación por el vacío. Finalmente Joselías Sánchez Ramos, a partir de la obra pictórica de José Pozo, revalora la simbología mantense en La visión cósmica de la cultura manteña o el arte de la memoria; mientras que Lautaro León Rodas comparte su emotivo y personal tributo al folklorista Guido Garay en Al viejo Guido.”
Luis Ronquillo, uno de los autores que publica con Mar Abierto.










viernes, 18 de junio de 2010

El equipo tras el evento

José Márquez, Alexis Cuzme y Anyela Rivas (parte del equipo de Mar Abierto).


Agradecimiento a quienes ayudaron logísticamente a que este evento fuera todo un éxito en su desarrollo:

-Estudiantes de la Facultad de Hotelería y Turismo

-Estudiantes de la Facultad de Comunicación

-Personal Editorial Mar Abierto: Anyela Rivas, Ana Pacha, Diana Zavala, José Márquez, Alexis Cuzme y Manuel Gil. Así como un excelente colaborador Félix Padilla.



Estudiantes de la Facultad de Comunicación.




Estudiantes de la Facultad de Hotelería y Turismo

Elegida Red Universitaria de Editoriales del Ecuador

Dr. Manuel Albán, Dr. Jesús Aguinaga, Paquita Troya, Lic. Ubaldo Gil y Dr. Luis Álvarez.



Alrededor de las 17h30, con la participación de editores y delegados de editoriales universitarias del país, dio inicio la elección y conformación de la ansiada asociación de estas editoras que pasó a llamarse desde ahora como Red Universitaria de Editoriales del Ecuador.

Mario Castillo, representante de Costa Rica, sirvió como mediador en la elección. Así se eligió por unanimidad a:

Presidente: Lic. Ubaldo Gil –ULEAM- Manta
Vicepresidente: Dr. Luis Álvarez –Universidad Politécnica Salesiana- Cuenca
Secretario: Dr. Jesús Aguinaga –Pontificia Universidad Católica del Ecuador- Quito
Tesorero: Dr. Manuel Albán –Universidad Estatal de Bolívar- Guaranda
Vocal: Paquita Troya –Instituto de Altos Estudios Superiores- Quito

Se acordó, entre todos, enviar un comunicado informando de la nueva directiva y asociación electa. Además se resolvió una próxima reunión en el marco de la Feria Internacional del libro PUCE a desarrollarse del 18 al 23 de octubre, invitando a los representantes de las editoriales universitarias que no llegaron a esta primera cita, donde se discutirá el estatuto que empezará a elaborarse, desde estas semanas hasta antes de la feria, por los miembros elegidos.


Parte de los asistentes al Libro Universitario, encuentro y muestras.

Procesos editoriales desde experiencias no tan distantes

Hilda Hernández

A partir de las 14h00, se pudo disfrutar de tres visiones distintas de editores, de sus experiencias y procesos llevados a cuesta.

La experiencia mexicana
La primera de los tres conferencistas fue la mexicana Hilda Hernández, representante de la red editorial Altexto, quien con su tema titulado “El trabajo en la red y los retos de la edición universitaria” compartió con los presentes de cómo funcionan las editoriales universitarias en su país, de las complicaciones que aún persisten y de las opciones que tienen y están en proceso de desarrollo y aplicación.

Fue enfática al asegurar que “no hay modelo en América latina de cómo se han desarrollado las editoriales, cada país lo ha hecho en sus posibilidades y condiciones” porque en México aún existen editoriales que solo imprimen y no tienen un concepto claro sobre el tema de la edición, problema que también atañe al ecuatoriano.

Hernández, sobre el contexto editorial de su país, presentó varios de los problemas que buscan superar: mejor distribución de la producción, correcta definición de lo que se publica, ausencia de mayor librerías, entre otros, pero también alentó a los presentes confirmando que la producción académica de estas editoriales es superior a la producción comercial de editoriales no universitarias.



Luis Álvarez


Universidad Politécnica Salesiana o el ejemplo editorial
Posterior a la intervención de la invitada mexicana, el Dr. Luis Álvarez de la Universidad Politécnica Salesiana, compartió la historia de la creación del sello editorial Adya Yala, cuyas múltiples y referenciales publicaciones en el país se han destacado por un mayor enfoque del tema indigenista.

Su participación logró en el público (básicamente escritores que conocen de la importancia de este sello editorial entre los lectores del país, por la calidad de sus contenidos investigativos) un sentido reconocimiento.

Jesús Aguinaga


Una visión valedera
Finalmente el Dr. Jesús Aguinaga, Director de Publicaciones de la Pontificia universidad Católica del Ecuador, leyó “La capacitación como instrumento de cambio y gestión en el campo editorial universitario”, texto con el que presentó una propuesta en lo concerniente a la conformación de la asociación de editoriales universitarias del Ecuador, logrando una aceptación general de cuanto enfocaba su escrito (el cual se puede leer en el anterior post).

Finalizadas las tres intervenciones se dio paso al foro (información que aparecerá próximamente en las memorias de este primer encuentro).

La capacitación como instrumento de cambio y gestión en el campo editorial universitario




Por: Jesús Aguinaga Zumárraga





- Sr Dr. Felipe Restrepo Còrdoba
Presidente de EULAC
- Sr. Licenciado Ubaldo Gil Flores,
Director de Editorial Mar Abierto, y,
Vicepresidente de la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe, para la Sub- Región Andina (EULAC)
- Dignísimas autoridades, personalidades y académicos de América Latina
- Respetables invitados
- Nuestro saludo fraterno para la Institución Anfitriona de este Evento, la Universidad Laica “Eloy Alfaro de Manabí”
- También nuestro especial saludo para la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe (EULAC) y la Asociación de Redes Universitarias de Colombia (ASEUC)
- Público presente


Estimados colegas y amigos:
El mundo actual, en su avance vertiginoso hacia la conquista de mundos antes insospechados, parece hablar imperiosamente, sobre la urgencia de que el ser humano se prepare para estos nuevos desafíos…; aquí, no valen las improvisaciones que le pueden llevar al hombre a su propia desaparición; en cambio, luego de clarificar las metas, conformar hipótesis, ensayar estrategias, sí cabe afrontar los riesgos.



Y ¿qué riesgo mayor que entrar en el universo de la PALABRA? ¿Puede haber un desafío mayor para el ser humano que el de saber comunicarse? Pero me refiero al comunicarse como acto auténtico, cabal, completo, de la persona con respecto a sus semejantes, acto en el que el individuo hace uso pleno de su capacidad razonadora, de su libertad y de su espíritu innato socializador y creativo.



El acto comunicativo es, por esencia, la parte nuclear del campo editorial universitario.
Por tanto, al referirme al campo editorial universitario, necesariamente la creación de textos y la lectura ocupan un sitial privilegiado, pues, por una parte, con la creación de textos, y por otra, con la lectura, la persona puede adentrarse en la ciencia y en la técnica, y llegar a altos niveles de desarrollo de su capacidad investigativa, y así contribuir también al avance de la ciencia.



Respecto de la creación de textos, en este acto creador entran en juego varias cualidades del hombre puestas en un “mágico” funcionamiento: la imaginación y la reflexión, la capacidad de análisis y de síntesis, la energía en la expresividad, cualidades todas éstas desempeñadas con absoluta libertad, como lo afirma Juan Montalvo, famoso escritor y periodista ecuatoriano, quien, en su periódico EL COSMOPOLITA, en el artículo “La libertad de imprenta”, nos afirma:



La prensa es el canal grandioso por donde corren las ideas nuevas; los grandes pensamientos comienzan a infiltrarse en el corazón y la cabeza de los hombres cuan anchamente se hallan esparcidos por el globo; la prensa es uno como sistema eléctrico de infinitos hilos por donde se difunden por todos los ámbitos de la tierra los acontecimientos, los cambios y progresos que de día en día tienen lugar en la inteligencia humana; la prensa es el árbol de la vida, pues la vida social es la instrucción, la ciencia, los adelantos físicos y morales.



Y luego, este autor pregunta a los tiranos y enseguida, él mismo se responde:
¿No sería crimen atroz que empezaseis luego a sacar los ojos a los ciudadanos, a corcharles con plomo los oídos, a privarles del gusto con cauterios? Pues más crueles sois en sacarles los ojos del alma, en privarles de la voz, en cubrirles el pensamiento con una plancha de brea.



Y más adelante, el periodista nos hace ver los efectos malignos en los ciudadanos, ocasionados por los opresores, debido a la falta de libertad de imprenta:
… les quitan la voz (a los ciudadanos), y la política pierde sus censores; les quitan la voz y la moral ya no tiene defensores; les quitan la voz y la sociedad humana va sin guía trastabillando7 por los oscuros laberintos por donde la arrastran sus sayones.



Por su parte, la lectura, constituye un proceso de captación del significado de un texto específico, elaborado mediante símbolos impresos.



La lectura es una actividad sumamente importante, pues ésta es la puerta de acceso a la cultura escrita y por medio de ésta, a todo tipo de cultura, y aún más, a la investigación.



Es también un potente instrumento de aprendizaje, pues, leyendo, se aprende, se informa, se desarrollan capacidades cognitivas superiores: la reflexión, la crítica, la conciencia de los procesos de pensamiento propios y ajenos.



Para que una lectura sea eficaz y productiva, el texto escrito debe estar acorde con la edad cronológica y sicológica del lector, con sus intereses, con su nivel de cultura, con el lenguaje conocido por el lector; pero, por sobre todo, la competencia del lector es el factor más decisivo para que la lectura sea mejor comprendida y comentada. La competencia del lector ¿en qué? En el conocimiento de la lengua y de sus usos, en el dominio de las estrategias lectoras, en la claridad acerca de los propósitos de la lectura, en la suficiente motivación y en el interés, en el conocimiento sólido y sustentable del tema.



Los factores que intervienen para una buena comprensión son: Un mensaje claro, coherente y bien elaborado, con un correcto uso del lenguaje; una buena relación entre el mensaje y el lector; un contenido referencial que no acumule de datos, sino que ofrezca los datos que realmente sean oportunos y relevantes.



El lenguaje escrito es la forma privilegiada de comunicarse el autor con sus destinatarios. La lectura es un diálogo entre el autor del texto y el lector que lo está leyendo: en efecto, el autor habla a través del texto, mientras que el lector reflexiona sobre el texto, se formula sus preguntas, indaga en el mismo texto o acude a otros, intentando así llegar a una respuesta adecuada.



La lectura propicia el auto-descubrimiento del hombre como ser pensante y libre.
Pensamiento, conocimiento e investigación, son los hilos conductores que llevan a la mente hacia la ciencia; la mente es la gran generadora que, secundada por la experiencia, abre al ser humano horizontes sin fronteras, en los que, de los sueños, imágenes e ideales más atrevidos, brotan las ideas que podrían desembocar en grandes realidades. Así se ha ido construyendo el mundo y así se irá construyendo el hombre de cada siglo venidero.



En el devenir de los acontecimientos sociales, políticos, económicos, el ser humano los debe encarar con responsabilidad y creatividad, y lo hará a través de la preparación, de la capacitación. En su existencia, el hombre, por su propia naturaleza inquisidora, está siempre buscando las causas, fines y efectos de todo… le ayudará en esta tarea la capacitación. Y hasta para la penetración en el entendimiento de asuntos ininteligibles como por ejemplo, de la trilogía Dios, Ser Humano y Sociedad, y de otros temas que parecen rebasar la comprensión, la investigación y la experimentación, para acercarse a su entendimiento, hay también que capacitarse.



Si el hombre quiere verdaderamente ser hombre, tiene que capacitarse. La capacitación es la llave que abre la puerta del misterio, es la “varita mágica” que, sin magia, pone en nuestras manos la razón de lo que parece sin razón o un misterio o un milagro.



Queda claro, entonces, que hay que capacitarse.
Y como la información y la comunicación juegan un papel preponderante, especialmente a través de los medios de comunicación y entre éstos, en especial, de las publicaciones ocasionales o periódicas, es indispensable la capacitación en estos campos; esta necesidad es tanto más grave, cuanto que dichas publicaciones no solo informan y comunican, sino que también forman y entrenan al sano juicio y lo deben hacer con profundidad, imparcialidad y honestidad, en sus múltiples temáticas, áreas, disciplinas, géneros, doctrinas e idiomas, y esto, en especial, si se trata de una universidad que tiene como función, entre otras, la de anunciar, denunciar, proponer tesis que planteen e impulsen un nuevo despertar del individuo como persona y como habitante de una humanidad que quiere irse construyendo en la verdad y en el amor. Esto será posible solo si los diversos miembros de la comunidad universitaria, enfrentan con coherencia y decisión de seres humanos comprometidos, los diversos desafíos de la vida personal y profesional, si asumen los roles de un liderazgo constructivo y demás valores defendidos y propagados a través del testimonio personal y de la palabra oral y escrita.



En el mundo de la cultura, es importante referirnos al aspecto de editoriales, es decir, a la publicación de obras, más aún cuando, en el orden académico, dichas publicaciones van configurando la imagen de lo que es y de lo que quiere ser la Universidad.



Las editoriales, por sus publicaciones, trascienden, penetran en el intelecto y en la conciencia de los mortales; no dejan un rincón en el planeta que no lo inquieten, un ser humano al que no lo cuestionen, una sociedad a la que no la transformen, esto, sobre todo si se trata de publicaciones que gestan la luz, la verdad y el bien.



Los libros son canales difusores de la cultura y del pensamiento, son constructores de un mundo que reemplaza la ignorancia, las armas, la injusticia, por el saber, la paz y la justicia; reemplaza la arbitrariedad y el abuso por el respeto a cada quien; el materialismo y la corrupción por lo trascendente y la honestidad.



Por esto, a pesar del ritmo de vida vertiginoso que experimentamos –que restringe la lectura y el diálogo- estimulemos una buena lectura; así, la reflexión, el debate, el cuestionamiento, el análisis y la investigación, a partir de una buena publicación y de una correcta lectura, serán las actividades que salvarán al hombre y a las sociedades, de hundirse en la ignorancia, el ostracismo, la soledad y la deshumanización.



No obstante ser las publicaciones, de manera general, aportes positivos, no todo lo que brilla es oro: Los libros o revistas generales o especializados u otros tipos de publicaciones, dejan, en unos casos, una sensación agradable y una herencia muy rica, ya por sus contenidos, estilo, metodología empleada, como por su nivel científico, humanístico; en otros casos nos dejan una sensación de insatisfacción, herencia insustancial, morbosa, abominable, literatura barata; entre éstas me voy a referir a aquellas publicaciones llamadas “piratas”, por ser resultantes del plagio o por transgredir las exigencias de la ley de propiedad intelectual y los derechos de autor; dichas publicaciones deben ser decomisadas y trasladadas no a un archivo, ni bodega, ni, peor, a una biblioteca, sino echadas a un basurero público, y sus autores, cómplices y encubridores, debieran ser enviarlos a la cárcel. Pero no solo estos seudo autores y editores merecen el rechazo de la sociedad, sino también aquellos que, cobardemente, a través de rumores y sin ninguna prueba, calumnian a autores e instituciones serias y de prestigio y les quieren robar el honor y la buena imagen conseguidos a través de muchos años de esfuerzo y de trabajo honesto; estos tergiversadores, también merecen llamarse piratas del campo editorial, piratas fracasados que con este actuar se deshonran a sí mismos.



Distinguidos colegas, hagamos todos causa común, para levantar el nivel de las publicaciones y ubicarlas en el sitial que ellas merecen; compitamos libre y responsablemente, con la altura y nobleza que corresponde a nuestra clase, compitamos con talento y con ética.



Frente a estas sencillas pero sinceras reflexiones, me permito reafirmar que la capacitación constituye un instrumento de mejoramiento y gestión en el campo editorial universitario. Por tanto, hay que darle una suficiente atención.



Las falencias en el campo editorial, en lo técnico y humano, pueden encontrar remedio a través de la capacitación, como herramienta de la gestión editorial.



Recordemos algo relevante: Capacitación es inversión.
Inversión… ¿en qué? En el mejoramiento de lo que no se sabe o se sabe poco a un saber completo, más amplio y más profundo; esto se conseguirá en base al seguimiento de un proceso de edición de una publicación; se deben conocer las fases de producción, difusión, distribución y comercialización de las publicaciones, considerando en cada una de ellas los diferentes pasos, actividades y tareas que deben cumplirse de manera organizada; así una editorial alcanzará sus objetivos y obtendrá réditos en cuanto a la calidad de su servicio y a una justa compensación económica.



¿Para qué?... para que quienes tenemos la calidad de editores y editamos, lo hagamos con probidad profesional, sabiendo que el respeto a la verdad y a la dignidad de las personas e instituciones, tiene su fundamento en principios éticos universalmente reconocidos; así lo menciona el Dr. Manuel Corrales Pascual S. J., Rector de la PUCE, en su libro Ética y Comunicación; todo esto en beneficio de los lectores, nuestros directos beneficiarios, pues ellos deben recibir un producto agradable y atractivo, que satisfaga los esfuerzos de editores y las expectativas de los lectores.



Así, pues, se justifica una capacitación que plantee retos, que provoque cambios, que mejore el desempeño de las funciones en el campo editorial, que utilice habilidades y destrezas actualizadas y pertinentes, que desarrolle nuevas técnicas; que logre cambios éticos y conductuales en las personas que lideran y operativizan el campo editorial; he ahí la necesidad de crear un sistema de capacitación para la red de EULAC (Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe).



El proceso de capacitación aplicado en el campo editorial, podría constar de las siguientes etapas:
1. Detección y diagnóstico de las necesidades de capacitación: gerenciales, técnico–operativas, auxiliares y comportamentales, en el campo de las publicaciones universitarias.
2. Planificación y programación de la capacitación, para el área de las publicaciones universitarias; capacitación desarrollada, ya en el puesto de trabajo, ya mediante cursos nacionales e internacionales, pasantìas, etc.
3. Ejecución de la capacitación en cuanto a publicaciones universitarias, según el cronograma previsto.
4. Evaluación y seguimiento de la capacitación impartida.
Estos procesos más o menos comunes, dependiendo de cada universidad y país, pueden tener sus variantes.


Entonces la capacitación logrará cambios radicales en cuanto a cómo ir mejorando las publicaciones y la actuación de las personas que estamos involucradas, ya liderando o ya operativizando el campo editorial universitario.


Colegas, no olvidemos que quienes integramos las universidades de América Latina tenemos un compromiso de conciencia y de justicia social, no solo a nivel nacional sino también internacional: liderar en nuestras sociedades políticas, los cambios y las transformaciones que ellas requirieren, y para conseguirlo, debemos convirtir a la educación en un terreno fértil, que abone una preparación técnico profesional al más alto nivel y una formación humana y moral sólida e inclaudicable, independiente de politiquerías, y cuyo único credo sea la verdad y el bien.


Amigos: los libros y las publicaciones en general, constituyen un órgano incuestionable de expresión del pensamiento y de las ideas, de los valores y de los derechos, y ¿quiénes son los mentalizadores y arquitectos de esta poderosa cultura y civilización, que cual una fuerza nuclear se inserta en el intelecto y en la profundidad del espíritu, cambiando conciencias y corazones? Justamente nosotros, en nuestra calidad de escritores y editores académicos, organizamos el campo editorial universitario, como un verdadero semillero de ciencia en beneficio de la sociedad; contamos siempre, en este cometido, con los siguientes apoyos invalorables: en la producción de libros, con los profesores, investigadores y estudiantes; en la aprobación de los proyectos de publicación, con los asesores, correctores metodológicos y de estilo, y los comités editoriales; en la impresión, con el apoyo de las imprentas y sus diseñadores y técnicos; en la promoción y difusión, con los comunicadores; y en la distribución y comercialización, con los libreros.


Por esto, afirmarmos y reafirmamos que nosotros, editores, desempeñamos nuestro rol que es multiplicador y transformador, rol protagónico en el campo de la educación y la cultura, ejes éstos determinantes en el desarrollo, crecimiento y progreso de los pueblos, pues únicamente a través de la educación, y por ende, de las publicaciones -vivas expresiones de todo acto educativo- podremos cada día ser más conscientes y más libres, en la medida en que leamos más. Incentivemos, pues, la lectura; demos también mayor accesibilidad a los libros, en especial, a los sectores más limitados económicamente; preparémonos y preparemos a los demás a ser personas participativas y no simples receptoras pasivas, masificadas y domesticadas por cualquier individuo que quiera someter, conculcar y esclavizar nuestras mentes, criterios, pensamientos, nuestras conciencias y, peor aun, nuestras libertades.


Amigos: Aprovechemos esta extraordinaria y feliz iniciativa de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí. Hemos entrado aquí y nos hemos reunido en este sagrado recinto para participar en este importante evento y para constituirnos en una fuerza viva que no desmaye sino que, más bien, se vaya consolidando y levantando vigorosa en el interior de nuestras universidades y pueblos; en el campo internacional, conformemos la unidad y la solidaridad, la ayuda y el mutuo respaldo; generemos nuevos proyectos como así ya lo ha venido haciendo la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe, nuestra Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, y otras respetabilísimas universidades aquí presentes y otras que no han podido estar, pero que son parte de este sueño latinoamericano.


Para mejorar la capacitación del campo editorial universitario, proponemos las siguientes Recomendaciones:
1. Crear un sistema de capacitación para EULAC.
2. Generar una capacitación a nivel de cursos y pasantías por parte de EULAC, programados en forma periódica durante cada año, en las diferentes universidades de América Latina, sin excluirse a ninguna de esta responsabilidad; dicha capacitación estará de acuerdo a las necesidades y competencias de cada una de ellas; y, deberá contar con un presupuesto fijo, asignado por cada universidad con este propósito.
3. Generar normativas técnicas específicas y especializadas.
4. Generar normativas jurídicas para este campo.
5. Generar políticas y estrategias de EULAC sobre esta materia.
6. Generar planes y proyectos a corto, mediano y largo plazo en este tema.
7. Conformar comisiones, que asuman la ejecución de las diferentes responsabilidades determinadas en esta propuesta.
8. Además del cuerpo directivo, establecer un comité permanente, que vigile la operativización de los compromisos hechos por las diferentes universidades miembros de EULAC en este campo.
9. Incluir en un catálogo de EULAC el tema de la capacitación.
10. Elaborar un boletín virtual, que bimensualmente nos presente las novedades de la red, en especial, sobre el sistema de capacitación de la red.
11. Ofrecer capacitación técnica constante y actualizada a sus miembros.
12. Brindar capacitación humanística permanente a sus miembros.
13. Establecer estímulos y correctivos


Conclusiones

 Hace falta para EULAC un sistema de capacitación, como herramienta de gestión, para el cambio y desarrollo de las editoriales universitarias de América Latina.
 Con la capacitación se podría desterrar la piratería y la corrupción, en cualquiera de sus formas y manifestaciones, en el campo de las publicaciones.
 Con la capacitación se podría combatir la injusticia en todos los aspectos, en especial, en el campo de la justicia social -y, por supuesto, de la justicia en el derecho a la libre expresión- mediante, primero, una exacta comprensión de lo que es la justicia. Al respecto, cabe transferir el fragmento de una entrevista realizada por un periodista a Don Helder Cámara, quien a la pregunta ¿Qué entiende usted por justicia?, respondió:
Justicia no significa imponer a todos una misma cantidad de bienes y de idéntica manera. Sería atroz. Sería como si todos tuviesen el mismo rostro y el mismo cuerpo y la misma voz y el mismo cerebro. Yo creo en el derecho a tener rostros diferentes y cuerpos diferentes y voces diferentes y cerebros diferentes.


Yo no tengo soluciones. Sólo tengo opiniones, sugerencias, que se resumen en dos palabras: violencia pacífica. O sea, no la violencia elegida por los jóvenes con las armas en la mano, sino la violencia pacífica, predicada por Gandhi y Martin Luther King.


La llamo violencia porque no se contenta con pequeñas reformas, con revisionismos, sino que exige una revolución completa de las estructuras actuales: una sociedad rehecha desde el principio. No basta luchar por los pobres, morir por los pobres: hay que dar a los pobres conciencia de sus derechos y de su miseria.


 Fortalecer por todos los medios posibles y de manera especial, a través de las publicaciones, los derechos a la libertad de expresión, de pensamiento, de opinión; vigorizar, de manera general, todo aquello que se relacione con las libertades de la mujer y del hombre, la igualdad de género, los derechos de los minusválidos, el rechazo a toda forma de racismo, rechazo a las diferencias sociales; profundo respeto a los principios del derecho natural, a las diferencias ideológicas; respeto al sistema democrático, respeto al derecho a equivocarse; condena a toda forma de totalitarismo, a las diversas manifestaciones y prácticas dictatoriales. Hacer un llamado a las universidades de América Latina, del Caribe, de EEUU, Canadá y de otros continentes y países, para que nos constituyamos en los órganos sociales idóneos, que exijamos en nuestras respectivas sociedades, la implantación, de manera definitiva y permanente, de valores comunes e imprescindibles para la convivencia humana, como son: el respeto, la justicia, la paz, la moral, la honradez integral, la verdad, el bien común y el amor entre semejantes y entre pueblos hermanos, cobijados todos por un solo ideal: el de desarrollar una auténtica gestión, en el campo editorial universitario.


Apreciados colegas y amigos: Concluyo mi intervención, expresando cuan importante es aceptar al otro u otros, es decir, a cada quien en su realidad, no en el cliché de un deber ser, a veces incluso falso o distorsionado, sino dentro de una mística de trabajo fraterno, en el que nos animemos, y aun más, nos acompañemos a caminar.

Amigos todos: Al decir de Machado, continuemos haciendo camino mientras seguimos caminando.
Damas y caballeros, muchas gracias.

Manta, 18 de junio del 2010


CONFERENCIA DEL DR. MAGÍSTER JESÚS AGUINAGA ZUMÀRRAGA PROFESOR Y DIRECTOR DEL CENTRO DE PUBLICACIONES DE LA PUCE.

Editores discutieron sobre el libro digital

José Castilho


Hoy concluye en la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí el Encuentro y Muestra de Editoriales Universitarias. En tres días se han analizado temas tan importantes como el derecho de autor, registro de marcas, marco legal para comercialización, libro digital y se han socializado experiencias de la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y El Caribe (Eulac), de la Universidad Alfredo Pérez Guerrero; y de las editoriales Abya –Yala y Mar Abierto; esta última anfitriona del evento.

En la jornada de esta mañana expuso José Castilho, Director Presidente y Editor de la Fundación Editorial UNESP – Universidad Estatal de São Paulo – Brasil, sobre ‘La editorial universitaria y los desafíos del presente: el libro digital y la difusión del conocimiento’.

Antes de entrar de lleno en su conferencia recibió un mensaje en su celular. Era un poema de José Saramago enviado por un amigo a propósito de la muerte de este famoso escritor. Castilho leyó el poema a los presentes y posteriormente usó esto como ejemplo para ilustrar su posición respecto a la disyuntiva de si el libro de tinta y papel morirá. “Gracias a la tecnología pude leerles ahora algo de Saramago, pero cuando llegue a casa leeré sus libros”.

Castilho indicó que por ahora la Fundación Editorial UNESP no publica libros digitales de literatura, pero que está consciente que hay diversidad de lectores y que hay que buscar las formas para llegar a ellos. Resaltó que ahora utilizan PDF porque es gratuito y de acceso total, pero que en materia de tecnología no siguen un único camino, pues es algo que cambia constantemente. “Hay planes de marketing en oficinas, pero nadie sabe con certeza qué va a pasar”.

Respecto a la calidad fue claro al señalar que el mismo rigor que se tiene para publicar libros en papel debe tenerse para llevar textos a una pantalla. El trabajo debe ser de contenido, de que las universidades mantengan la calidad científica de lo que publican y no que lo más importante sea el software o hardware.




Gustavo Vega


Otros aportes
Gustavo Vega, presidente del Consejo Nacional de Educación Superior (CONESUP), expuso una síntesis histórica del maravilloso mundo de la escritura, desde lo cuneiforme, los modelos de imprenta China, la invención de Gutenberg y el libro digital.

Explicó que no es aceptable que se evalúe a las universidades por los metros de lomo de sus libros, por los anaqueles, si actualmente la cantidad total de libros de una institución ya no se cuantifica en lo físico.

El Presidente del Conesup destacó además que es necesario llegar a esa nueva generación (de 11 a 19 años de edad) que pasan muy conectados con auriculares y cables hacia afuera y casi nada hacia adentro. “Hay que tratar de llegar con los libros de forma lúdica, con herramientas modernas (…). Es bueno lo tradicional, sin llegar a lo tradicionalista”.


Carmen Álvarez


Carmen Álvarez, de la Regional 4 de Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), expuso sobre el Plan de Desarrollo Nacional.

Para esta tarde, posterior a las intervenciones del Dr. Luis Álvarez de la Universidad Politécnica Salesiana, de la Dra. Hilda Hernández de la Red Altexto de México; y de Jesús Aguinaga de la Pontifica Universidad Católica del Ecuador, se realizará la elección de la Red de Editoriales Universitarias de Ecuador. Este evento se clausurará con la intervención de la Compañía de Danzas Costeñas Retrovador.

jueves, 17 de junio de 2010

Colombia y Ecuador, dos experiencias distantes

Juan Felipe Córdoba



La experiencia de Colombia
Juan Felipe Córdoba, Presidente de la EULAC y de la ASEUC, brindó a los asistentes su conocimiento dentro del campo de la edición universitaria, a partir de su experiencia en su país, así “La edición universitaria circulación y visibilidad: uso social del texto académico, el caso colombiano” no solo fue el enfoque particular si no toda una guía de sugerencias y recomendaciones, desde el campo editorial, para sus colegas editores ecuatorianos.

“El editor es un intermediario entre el autor y el lector” dijo al inicio de su intervención, para enfocarse en la historia de la Asociación de editoriales universitarias de Colombia que preside y que la componen 46 editoriales.

Habló de las editoriales grandes, medianas y pequeñas logrando una comparación acertada de todas estas tres catalogaciones, dando realce a la primera por ser la que ha logrado desarrollarse en todos sus servicios de calidad.


Flavio Arosemena
Y es que este catedrático de la Universidad de Rosario en Colombia, cuya editorial que preside ha logrado una cantidad importante de títulos que solo en el 2010 ha llegado a 120 obras, tiene claro que las sellos universitarios deben publicar pero no todo cuanto se sugiere si no lo verdaderamente importante.

El proyecto Eulac fue otro de sus puntos tratados, destacando la labor como asociación editorial universitaria y sobre todo esperando que en corto tiempo el Ecuador, mediante su propia asociación próxima a elegirse, se les una y pueda gozar de los beneficios que actualmente han logrado México, Brasil y Colombia.

El derecho de autor y su importancia
“Quienes se encargaron de legalizar el derecho de autor fueron las editoriales” con esta sucinta frase inició su intervención Flavio Arosemena, representante del Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual, quien desarrolló el tema “Fundamentos del derecho de autor”. Una exposición que a decir del público fue emocionante por el conocimiento ofrecido y analizado en torno al tema.

Patricio Herrera
Arosemena habló de las distintas presentaciones de la propiedad intelectual, y lo complementó debidamente con ejemplos que dejaron satisfechos a todos los asistentes, dejando claro que los tres principios básicos de la Propiedad intelectual son:
1.- No discrimina
2.- Concede protección autonómica
3.- Es un derecho humano

La experiencia desde dos voces
Tras el receso de rigor Patricio Herrera, Coordinador de Cultura y Director del proyecto editorial de la Universidad Alfredo Pérez Guerrero, con su intervención Proyecto editorial de la Universidad Alfredo Pérez Guerrero, ofreció un acercamiento histórico del proceso particular de su sello editorial, de cómo se fueron asumiendo un compromiso con la edición y su rigurosidad exigida, porque para él “si la edición no es una profesión, es una adicción”.

Posteriormente Leonardo Moreira, Vicerrector Académico de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, en su conferencia “La editorial Mar Abierto en el desarrollo de la ULEAM” también compartió su visión del proceso de Mar Abierto, de cómo en los inicios fue uno de los pocos que creyó en este proyecto que después de 10 años ha logrado consolidarse como una de las pocas editoriales ecuatorianas que produce un valorado conocimiento, más allá de sus profesionales.


Leonardo Moreira

El libro, objeto de análisis profundo en la Uleam

Mario Castillo, ex presidente de la Eulac, destacó la importancia de conformar una asociación de editores universitarios en el Ecuador.


En el segundo día del Encuentro y Muestra de Editoriales Universitarias, el costarricense Mario Castillo expuso sobre la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y El Caribe (Eulac) y sus aportes al desarrollo del mundo editorial universitario. Explicó que la EULAC, nace el 26 de agosto de 1987, teniendo como marco un seminario de editores universitarios auspiciado por el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y El Caribe (CERLALC) en Lima, Perú. En más de dos décadas de existencia la Eulac ha trabajado arduamente en la profesionalización de los editores universitarios buscando su participación activa en el mundo editorial latinoamericano.

Castillo planteó varias interrogantes a los editores y académicos presentes en el auditórium del Vicerrectorado Académico de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (Uleam): ¿Qué y para quién publicamos? ¿Nuestras publicaciones, están permitiendo un aprovechamiento equitativo y un mejor uso social de los resultados de nuestra investigación humanística, científica y tecnológica?

Antes de finalizar su ponencia fue enfático en que los libros no deben ser regalados, pues el fijar un costo (hasta simbólico) servirá para publicar nuevos libros, para que las editoriales se desarrollen en lugar de desaparecer. Este criterio generó opiniones contrapuestas en participantes como Luis Álvarez, de la Politécnica Salesiana del Ecuador. Él argumentó que el rol de las universidades es la vinculación con la comunidad y que la difusión del conocimiento es una forma de lograrlo. Castillo puso como ejemplo que si obsequia un libro de química a quien no se lo ha pedido, lo más probable es que no lo lea. Varios asistentes expresaron sus opiniones enriqueciendo así el análisis de este importante tema.

En la jornada de la mañana también expuso Ramiro Arias (Editorial Eskeletra de Quito). Él habló sobre el trabajo que conlleva la publicación de un libro desde el momento mismo que se recibe el original, todo esto para desembocar en el común problema que se vive en las universidades donde los estudiantes muchas veces por pedido mismo de los docentes fotocopian un texto.



Ramiro Arias (centro), de la editorial Eskeletra, señaló la necesidad de que exista un marco legal que permita vender los textos financiados por universidades.



“La producción literaria nacional debe enfrentarse al problema de la piratería. La Ley del Libro y la de Propiedad Intelectual condenan claramente esta práctica, sin embargo existen profesores que estimulan a la copia al alumno en desmedro del derecho de autor y de la editorial que la produce bajo esquemas lícitos”, señaló Arias en su conferencia ‘El trabajo editorial en el Ecuador’.

En otro aspecto de su ponencia destacó que el mundo editorial en el Ecuador podemos circunscribirle a dos grupos, uno: las editoriales pequeñas y otras las editoriales que desde hace más de veinte y cinco años vienen publicando a los autores ecuatorianos más importantes en su producción literaria y afines. Citó a Libresa, Corporación Editora Nacional, Abya Yala, Eskeletra, El Conejo, Campaña de lectura Eugenio Eugenio, Mar Abierto, etc. Destacó que aquellos libros son editados por autores que asumen ellos mismos la producción, distribución y circulación.

El ciclo de conferencias de la mañana lo cerró Tonny González, director Ejecutivo del Consejo Nacional de Educación Superior (Conesup), quien disertó acerca del marco legal para la producción y comercialización del libro universitario en la nueva ley de Educación Superior.
Si usted hace un esfuerzo intelectual por producir por elaborar un libro, donde está todo un proceso de un trabajo, de energía e investigación, no puede ser que le den 50 libritos y resuélvase usted como pueda, eso no sería una línea de trabajo. Debemos estimular debidamente y dentro de los presupuestos que tenga cada institución universitaria el pago de derecho de autor, que realmente se sienta estimulado".

Por la tarde Juan Felipe Córdoba expuso sobre “la edición universitaria, circulación y visibilidad, uso social del texto académico tomando como objeto de estudio el caso colombiano”.

Flavio Arosemena, del Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI) habló sobre los fundamentos de Derecho de Autor. Patricio Herrera y Leonardo Moreira explicaron sobre la experiencia desarrollada en los proyectos editoriales de las universidades Alfredo Pérez Guerrero y Uleam, respectivamente.

El 18 de junio, último día del evento, además de conferencias y foros se conformará la Red de Editoriales Universitarias de Ecuador, la misma que posteriormente se integrará a las redes de América Latina e Iberoamérica.



Parte del público asistente.


VIERNES 18 DE JUNIO
9h00-9h50
Conferencia “La editorial universitaria y los desafíos del presente: el libro digital y la difusión del conocimiento” José Castilho, (Brasil)

9h50-10h20
Plan de Desarrollo Nacional
SENPLADES

10h20-10h40
Receso y aperitivo

10h40-11H30
Experiencia de la Editorial Universitaria
ABYA-YALA
Dr. Luis ÁlvarezUniversidad Politécnica Salesiana

11h30-12H00
ForoModerador: Dr. Luis Aguilera

TARDE

12H00-14H00
Almuerzo en el comedor universitario

14H00-14H40
Conferencia sobre “El trabajo en red y los retos de la edición universitaria”
Dra. Hilda Hernández (México)

14H40-15H20
Conferencia sobre “La capacitación como instrumento de cambio y gestión en el campo editorial universitario”
Dr. Jesús Aguinaga
Pontificia Universidad Católica del Ecuador

15H20-15H50
ForoModerador:Dr. Carlos Calderón Chico

15H50-16H10
Receso y apetitivo

16H10-17H10
Elecciones y plenaria

17H10-18H00
Posesión de la directiva, clausura oficial Autoridades CONESUP-ULEAM

18H00-20H00Presentaciones artísticas

EL TRABAJO EDITORIAL EN EL ECUADOR


(Ponencia para el programa de Encuentro y Muestras Editoriales del Ecuador e Internacionales)

Ramiro Arias Barriga

El hijo de un amigo mío, cierto día le preguntó a su papá qué es lo que estaba haciendo y éste le respondió: estoy escribiendo un libro, a lo que su hijo a su vez le contestó, para qué papá si en la librería hay bastantes. Éste hecho que suena a inocente broma me dio mucho que pensar, el niño realmente tenía razón, para qué escribir si en la librería había libros hechos por editores ¿cuántos de esos libros tenían calidad en cuánto a forma y contenido? ¿Somos los editores responsables de lo que consume la gente? Existen editoriales y editoriales desde que Gutenberg hacia el año 1450 inventó la imprenta. A la vez parecería que cuando se trata de hablar del trabajo editorial todos coincidimos que en apariencia se trata de un tema árido que se circunscribe a ejecutar ciertos pasos, donde la técnica juega un papel decisivo para que el libro pueda circular. ¿Entonces de que vamos a hablar? Del que hace el trabajo de imprenta y se hace llamar editorial o de aquella editorial que se inicia cuando el autor entrega un original al Consejo Editorial con el fin de que la obra sea evaluada y se decida si puede o no publicarse.
La diferencia es grande, la imprenta imprime solamente, a la Editorial llega el original quie es el material que va a servir de base para el futuro libro. El original puede ser presentado por un autor o ésta pedir la elaboración de éste a uno o varios autores (original a pedido). El siguiente paso es la evaluación editorial: esta parte consiste básicamente en un análisis de la factibilidad editorial. Para ello, deben tenerse en cuenta criterios como los siguientes:

PASOS DE LA PRODUCCIÓN EDITORIAL
a) Determinar si el original entregado tiene el nivel de elaboración adecuado. (Es decir, si es un libro “bien hecho”).
b) Determinar si el original cumple a cabalidad con las funciones para las cuales fue concebido.
c) Determinar, a través de un análisis de los costos, si la fabricación del libro es factible.
Esta parte culmina cuando la comisión acepta o rechaza la publicación del libro. También puede darse el caso, muy corriente, que la comisión devuelva el original al autor con el fin de que lo reelabore, lo amplíe o le haga las correcciones que vengan al caso. En tal caso, la obra no se publica hasta que dicho proceso se realice.
En esta etapa la editorial también tendrá en cuenta si el original del autor está encuadrado dentro de los llamados Derechos de Autor. Estos derechos varían según el país en que la editorial y/o editor se encuentre.
Si el original no se encuadra dentro de lo que contempla las leyes de propiedad intelectual, es decir, falta a la ley, es posible que la publicación no se complete y quede a voluntad del autor su modificación o no de la obra. Y por último la revisión filológica y corrección de estilo
La revisión filológica consiste en la investigación del texto para hallar el trasfondo cultural y vital que subyace tras este.
En muchos países se denomina filológia a lo que en realidad sería la corrección del texto en cuanto a gramática, estilo, ortografía, puntuación, acentuación o redundancias. La corrección de estilo consiste en preparar el original teniendo en cuenta la estructura gramatical del idioma. Luego viene la diagramación, composición y artes finales
La diagramación o composición es la puesta en página de la obra.
Proceso que forma parte del periodo de Pre-Impresión, es decir antes de imprimir la tirada en donde se fijaran las pautas de los procesos anteriores y se le dará forma gráfica final al texto y las imágenes que conforman la obra.
Expresado con más detalles es el medio por el cual, mediante programas gráficos de diseño y/o maquetación (entre los más conocidos se encuentran desde el Word de Microsoft hasta otros más avanzados como el Adobe InDesign de Adobe o QuarkXPress de Quark Inc, se establece, pre-impresión, las características físicas (formato de página, tipografías, grilla, colores, imágenes, etc) que tendrá la publicación.
Los llamados "artes finales" son consideradas dentro de este mismo proceso en donde se agregan los últimos detalles artísticos antes de la impresión / materialización de la obra. Y por último la impresión.
La impresión es un proceso para la producción de textos e imágenes, típicamente con tinta sobre papel usando una prensa. A menudo se realiza como un proceso industrial a gran escala, y es una parte esencial de la edición de libros.
La Lectura Digital, más conocido como EBook.
Con la aparición de nuevas técnologias, como por ejemplo los ebook, muchas editoriales integran en sus cátalogos versiones electrónicas de sus publicaciones sin necesidad de imprimir como paso fundamental de la llegada del producto materializado a sus consumidores.
Actualmente la industria editorial se encuentra en un arduo debate sobre el rol de estos nuevos aparatos electrónicos y su impacto en la producción de libros.
Diversos estudios y encuestas indican que en materia de lectura de libros, los lectores, aun prefieren el formato en papel, no obstante la evolución constante de los famosos ebook se perfecciona día a día y va adquiriendo protagonismo en el mercado, sobre todo el Europeo y Norteamericano.
Una vez impreso el libro, revista o periódico se pone en marcha su distribucíon y venta. Muchas de las estrategias de venta y circulación son predefinidas por el Dpto. de Marketing de la editorial. El marketing involucra estrategias de mercado, de ventas, estudio de mercado, posicionamiento de mercado, etc. Frecuentemente se confunde este término con el de publicidad, siendo ésta última sólo una herramienta de la mercadotecnia.


LAS EDITORIALES UNIVERSITARIAS


José Alonso Sierra dice que se entiende por Editorial Universitaria a la actividad de orientar, buscar, obtener, evaluar, y seleccionar para su publicación y posterior difusión obras académicas válidas, de calidad y rigor científicos, previo al análisis de las necesidades del ámbito académico y cultural universitario y de la sociedad a la cual está adscrita para que respondan a las verdaderas inquietudes de éstas.
a) Importancia de las Editoriales Universitarias: La labor editorial busca transmitir y difundir la cultura universal.
b) Sus objetivos siguen siendo un factor clave para la investigación, la docencia y la difusión de la cultura, pues permiten cumplir a las instituciones con sus objetivos académicos y culturales.
c) Su valor radica en la diversidad de colecciones y títulos que ofrecen para apoyar a la docencia y sirven para difundir los resultados de la investigación.
d) Ayudan a difundir la cultura generada en la comunidad y contribuyen a difundir la imagen de la propia institución ante la sociedad.
e) La producción editorial universitaria es una alternativa para llenar las necesidades de los estudiantes, profesores e investigadores, primeros clientes potenciales de dicha producción
f) Aunque los fines de las Editoriales Universitarias distan mucho de los fines de las comerciales, también se enfrentan a la necesidad de hacer más eficientes los canales de producción, comercialización y distribución.
De todo esto nos nace dos preguntas:
¿Cómo vincular la producción editorial universitaria con el trabajo académico y de investigación?
¿Cómo consolidar las fortalezas institucionales en este campo para coadyuvar al deber ser de la Editorial Universitaria?






LA INDUSTRIA EDITORIAL ECUATORIANA

El desarrollo del mundo editorial en el Ecuador podemos circunscribirle a dos grupos, uno: las editoriales pequeñas y otro el de las editoriales que desde hace más de veinte y cinco años vienen publicando a los autores ecuatorianos más importantes en su producción literaria y afines. Podemos mencionar a las más importantes Libresa, Corporación Editora Nacional, Abya Yala, Eskeletra, El Conejo, Campaña de lectura Eugenio Espejo, Mar Abierto, etc. También es preciso señalar aquellos libros que son editados por autores que asumen ellos mismos la producción, distribución y circulación.
Muchas de estas editoriales producen sus libros con un criterio profesional de producción como el mencionado anteriormente.
Hay que anotar que muchas de estas editoriales se desenvuelven en un medio adverso donde la lectura no es el principal objetivo tanto de los maestros en el colegio o en la universidad, sin darle importancia al criterio de que la lectura de buenos libros no solamente es liberadora y hace mejores ciudadanos para la patria, sino que es uno de los pilares de la democracia porque el pueblo desarrolla pensamiento y el rato de elegir a sus gobernantes lo hace pensando, leer e una forma de avanzar de los sentidos. El efecto de la lectura es multiplicador y eleva la calidad del pensamiento y hace más llevadera la vida cotidiana.
Contrariamente a lo que pasa en otros países la demanda de los libros que producen estas editoriales va en la proporción de la población, no es lo mismo producir un libro en España o en México que en el Ecuador, quiero decir que los tirajes cada vez se han vuelto más reducidos en el Ecuador. Este fenómeno de reducción de tiraje tiene que ver con el hecho de que las editoriales no desean tener un stock que aumente sus inventarios, además de ocupar espacio en sus bodegas tiene efectos tributarios que se vuelven insostenibles cuando no hay movimiento.
Uno de los canales de distribución tradicionales de la editorial es la librería, pero actualmente ésta solamente elige lo que le conviene y su primer pedido generalmente no pasa de 10 ejemplares. ¿Hace falta una política de coordinación de lo que se publica entre lo que quiere la librería? Es por ello que la editoriales buscan distribuciones alternativas como la Campaña de Lectura Eugenio Espejo que entrega sus libros a los usuarios después del pago de la planilla de la luz o del agua potable, otras en cambio trabajaban con los profesores entregándole un valor agregado como cursos o conferencias breves de capacitación sobre temas que tienen que ver con su docencia y aplicación de sus lecturas, otras hacen ferias itinerantes, etc.
En todo caso, otro de lo factores que determinan el poco desarrollo de las editoriales nacionales es también el hecho de la competencia con editoriales multinacionales extranjeras que se encuentran trabajando en todos los frentes de distribución y circulación que las mismas editoriales nacionales.

LAS PREFERENCIAS EDITORIALES

Los temas educativos continúan a la cabeza de las preferencias del lector en cuanto a producción y adquisición de textos, aunque la literatura ha desplazado a los títulos de Ciencias Sociales al tercer lugar. Según versión de Alfonso Reece gerente de Libri Mundi también anota que los libros sobre política, economía e identidad sobre el Ecuador ocupan un lugar preferencial. Los precios altos de los libros es uno de los factores que impiden al lector acceder con mayor facilidad a la obra nacional.

Algunos editores sostienen que el lector debe tener acceso a lo que se produce, no puede ser posible que los libros que se presentan en determinada ciudad se vendan solo en las librerías locales. Todos los editores coincidimos en la necesidad de la existencia de una distribuidora nacional que promocione y distribuya de manera eficiente estos libros.

LA PIRATERIA

La producción literaria nacional debe enfrentarse al problema de la piratería. La Ley del Libro y la de Propiedad Intelectual condenan claramente esta práctica, sin embargo existen profesores que estimulan a la copia al alumno en desmedro del derecho de autor y de la editorial que la produce bajo esquemas lícitos. Este es un terma discutido en muchos países ya que las fotocopiadoras ofrecen libros encolados a precios ínfimos y justifican diciendo que como el libro esta agotado ellos tienen derecho a la copia, piratería muy difícil de perseguirla ya que en apariencia se trata de pocos ejemplares que se justifica con el derecho de los estudiantes al conocimiento.

LAS EDITORIALES PÚBLICAS


Las editoriales públicas son pocas, podemos resaltar el trabajo de la Casa de la Cultura, las que hace el Ministerio de Cultura, el Banco Central, las Prefecturas etc. En el caso de la Casa de la Cultura históricamente se han editado libros que por falta de calidad en su escogitamiento se han quedado en las bodegas. Es recientemente que la Casa se ha preocupado de este particular y vemos que se ha puesto más cuidado en su producción ¿Pero que hay de su distribución y circulación?
En el caso del Ministerio de Cultura creo que se debe considerar trabajar con las editoriales ecuatorianas para que pueda darse esa mixtura tan importante como determinante y no regalar los libros.
En el caso de los otros organismos, su trabajo editorial se circunscribe a tiradas pequeñas que en último caso justifica la creación de sus departamentos culturales.
Apoyarse mutuamente entre lo público y lo privado es lo aconsejable ya que solamente en esta interacción podemos entrever la ayuda de parte del Estado hacia las editoriales ecuatorianas que muchas se debaten en un medio hostil y hacen esfuerzos para mantenerse con mística en un trabajo que también requiere de profesionalización.