miércoles, 10 de enero de 2007

LA POBREZA EN MANTA: UN PRETEXTO PARA IMPULSAR OTRO TIPO DE POLÍTICAS SOCIALES


(Desarrollo Sustentable)


Ronald Intriago Holguín

El Presente trabajo tiene un carácter intencionalmente controvertido y pretende dar una visión de la pobreza desde la perspectiva de las políticas públicas y de la interpretación de algunas teorías.
Así como en muchos de los países de América latina, la pobreza no es nueva en el Ecuador, más bien se ha intensificado a tal punto que ha alcanzado niveles inadmisibles hasta convertirse en uno de los mayores problemas. Ante esta magnitud, no resulta raro el inmenso interés por tratar de encontrar soluciones para reducir los efectos sociales vinculados a ella.

Referentes conceptuales
Definir la pobreza es una tarea compleja si se tiene en cuenta que su definición varía de un país a otro. Tiene un carácter esencialmente subjetivo, relativo y cambiante. El concepto de pobreza es relativo porque hace referencia al contexto social en que se la define y porque se modifica con el paso del tiempo y la variación de las circunstancias de la sociedad. De ahí que no resulte válida para todos los tiempos y para todos los lugares, porque precisamente nunca se la ha establecido como algo concreto y mucho menos estática; se la ha definido y concebido de diferentes maneras a lo largo de la historia. No es lo mismo la pobreza que experimentaba el habitante de Manta de principios del siglo XX, que aquel que vive en la actualidad. Por otra parte, no es lo mismo ser pobre en el Ecuador que en un país escandinavo. El campesino pobre de un país escandinavo conducirá su automóvil con los neumáticos desgastados, mientras que el campesino de la costa ecuatoriana camina con los pies descalzos y no tiene cómo satisfacer sus necesidades más elementales.
A la pobreza no se la puede abordar desde una sola perspectiva; hacerlo limitaría su comprensión y complejidad. Para el caso que nos corresponde en este estudio, la pobreza es multidimensional. Si se la ve desde el lado de la justicia, la pobreza alude a un problema de carencias de medios para satisfacer las necesidades básicas como alimentación, vestido, salud y educación. Desde un punto de vista filosófico se ve a la pobreza como la incapacidad del individuo para elegir, es decir, para autodeterminarse.
Desde un punto de vista economista se la puede ver como la incapacidad del individuo para generar incrementos en el producto marginal de su trabajo. Visto desde una perspectiva materialista, el pobre de hoy vive expuesto, a través de la televisión, y otros medios de comunicación, a los estilos de otros grupos más ricos, y consciente, por lo tanto, de lo que no tiene y podría llegar a tener (De Soto, 1986). En cierto modo, el término pobre encierra una realidad compleja. Tal vez, la mejor definición o aproximación a ella consiste en señalar que pobre es el insignificante, aquel que no es relevante para la sociedad, que su opinión no vale y muchas veces estorba, y cuyos derechos más elementales a la vida, la libertad y la justicia son violados brutal y permanentemente.

Un aterrizaje forzoso a nuestra realidad
La pobreza en Manta ha sido una de las áreas menos tratadas en las investigaciones sociales desde hace algún tiempo. Uno de los factores que quizás ha influido en esta perspectiva es, porque justamente su rasgo distintivo ha sido su dinámica de crecimiento económico ligado a las bondades de su puerto y a las potencialidades de la pesca industrial y artesanal.
Por tanto, buscar las causas de la inflación urbana equivale también, a buscar las del éxodo rural. No es poca cosa decir que de los 42.803 hogares de la ciudad de Manta, 9.258 viven en extrema pobreza, de acuerdo con el sistema de Información Local (SIL). Y de estos muchos son personas que provienen de otros cantones manabitas.

Los que se preocupan por aliviar la pobreza

Es de sobra conocido los encomiables esfuerzos que están haciendo algunos organismos en pro de la gente que vive en la miseria. Sin embargo, la evidencia indica que los programas sociales del Estado no son suficientes para que los marginados de Manta alcancen un mínimo de calidad de vida.
En el plano internacional, uno de los organismos “preocupados” por la situación de los pobres es el Banco Mundial. Su preocupación por los pobres se extiende por todo el mundo. Sin embargo, -y sin entrar en mayores detalles- sus “recetas” no se corresponden con la leyenda que aparece en el frontispicio de su sede: “NUESTRO SUEÑO, UN MUNDO SIN POBREZA”. No obstante esto, Joseph Stiglitz, quien tuvo que renunciar a la vicepresidencia de dicho banco, para poder emitir declaraciones sin las restricciones que impone ese elevado cargo dijo: “Por lo general los programas son dictados desde Washington y perfilados por breves misiones durante las cuales sus funcionarios escudriñan cifras en los ministerios de hacienda y los bancos centrales, y se relajan en hoteles de cinco estrellas de las capitales.(…) Los parados son personas con familias, cuyas vidas resultan afectadas -a veces devastadas- por las políticas económicas que unos extraños recomiendan.(…) La administración económica moderna es similar: desde un hotel de lujo, uno puede forzar insensiblemente políticas sobre las cuales uno pensaría dos veces si conociera a las personas cuya vida va a destruir”.

Esbozo para una propuesta
Las políticas sociales que se encuentran vigentes en Manta generan en los necesitados una suerte de dependencia con todas las implicaciones de indignidades que esto conlleva. Lo que implica impulsar otro tipo de políticas. ¿Cómo? Mediante una urgente y vigorosa campaña de planificación familiar que incentive a las parejas pobres para que limiten el número de hijos. Inculcarles la idea de que no hay forma más refinada de perversidad al prójimo que traer hijos al mundo a sabiendas que su vida material y emocional será un desastre (Marañón, 1946).
De los centros educativos deben salir un tipo de educación que no solo asegure que todas las personas sean capaces de ir construyendo su proyecto personal a lo largo de su vida, sino que debe proporcionar competencias básicas para ejercer plenamente la ciudadanía para que puedan relacionarse adecuadamente con los otros y lograr un bienestar físico, afectivo y personal.


*Fragmentos extraídos de la revista libro Cyberalfaro # 10.


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