El "Príncipe de los canallas" es el más reciente libro escrito
por Pedro Gil. En las siguientes líneas transcribimos un extracto de lo próximo
que presentará la editorial Mar Abierto.
Moralidades de una Puta
La señora Dalila, la puta más respetada de
la ciudad, era mi vecina. Su hija mi compañera de estudio, Betsabé. Aquella
mañana Betsabé se había vestido con licra y una blusita verde que hacía juego
con sus ojos. Sus pechos y su caminar parecían su condena. Betsabé.
Mis padres administraban una cantina. Eran los días del L.P., las voces de artistas y de beodos sedientos me
esperaban y me acosaban con sus peticiones. -El inquieto Anacobero, J.J.,
Orlandito Contreras, Chabela Vargas, Pedrito Otiniano, etc. Querían comprarle a
la vida cinco centavitos de felicidad-.
2
Era mi cumpleaños. Un niño triste,
solitario y arrecho era yo. Un niño lector, un niño pendejo. Ni Chumbote me
quedaba bueno en la paja. ¿Conoce el paso de la muerte? Cuando vas a acabar,
cuando los ojos se te salen y quieres hasta morderte ¡pum! cambias de mano y
continúa, alargas el placer. En la alcoba íntima de tus masturbaciones. En mi
caso no tan íntima. Dormía acompañado de
mis hermanos.
3
Betsabé tenía un caminar y una coquetería
que ya era demasiado, al hablarme se me acercaba tanto que percibía su perfume,
el perfume de sus senos, imposible evitar una erección. Pero le tenía aprecio,
la apreciaba como hermana. Igual, dispuesto estaba a practicar con ella el
incesto.
4
La mañana del relato entró
a mi fortín a pedirme ayuda.
-Quiero que me hagas el
argumento de Huasipungo-.
-¿No pudiste comprar una
novela menos llorona-?
Yo, con ella y con los
Desechables, presumía un rico tufo de mierda intelectual. Lo de ella era
entendible, tenía que atender la casa. Calentar la comida de la mami, calentar
al novio.
Un novio para besitos.
Un novio para que me toque
aquí.
Un novio para que entre a
la casa.
Un novio para que me
entre.
Era virgen, me lo juró, con llanto y todo, frente al
retrato de su padre, el difunto Infante de Marina. Me lo juró porque se corría
el rumor que andaba tras los pasos de su madre.
5
El día tan esperado. 12 años si es algo
cuando se tiene callos en la mano. Iba a decir callos en el alma. Grandísimo farsante. Callos en
la mano se tiene cuando te haces la paja 4, 5,6 veces al día.
6
En la mochila llevaba una fundita plástica
con aguardiente, cuadernos y la camiseta
del colegio. Translación. Daniel Santos cantaba en el puterío, la misma
música, el mismo meadero. Miré un afiche de Pamela Anderson. Como será ella cuando culea. Gritará, aullará, se
pondrá en cuatro. Pero mi picha es tan chiquita. Ojalá y la vecina no se burle.
La espera fue larga.
Aparece. Ahí está, mi regalo de cumpleaños. Bañadita.
Me acerqué.
-Hola Pedrito, qué lluvia
lo trajo por acá-.
Me ofrece la mejilla.
Besito. Las putas también tienen sus modales.
-Nada, es mi cumpleaños-
-¿Cuántos cumple?-
-Doce-.
-Se está poniendo viejito-.
-¿Por qué no ha ido al
colegio, y mi niña?-
-Doña Dalila. Corté. Soy
un volcán. Un niño triste, solitario y arrecho. A punto de erupción.-Mi
pichita.
-¿SI? Dígame-.
-Quiero…quiero-.
-Qué. Dígame, mijo-.
-Quiero ocuparme con
usted-.
-No, Pedrito. Soy amiga de
la familia. Amiga de su mamá.
Salí con mi erección bajo
cero.
7
Esta mañana, al entrar a mi mail, veo que
tengo notas pendientes en mi facebook. Veo el rostro maduro y voluptuoso de
Betsabé. Me ha escrito una nota en el correo. Vive en España. La señora Dalila
está con ella. Está enferma, con derrame facial. Y ella administra un lujoso
puterío en Barcelona. La putería puede ser genética, dicen.
Se lo comunico a Nicole,
mi mujer.
8
En la cama, luego de un
polvo, Nicole me pregunta:
-¿Y Quién es esta señora Dalila?-
Miro el cielo raso.
-Una amiga de la familia.
Una señora de respeto-.
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