lunes, 28 de enero de 2013

EL FORO DE EDITORES: REFLEXIONES PARA DECIR Y HACER



El 25 de Enero de este año, dentro de la programación del II Seminario Internacional de Editoriales Universitarias, organizado por editorial Mar Abierto de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, se llevó a cabo un panel foro, con el tema: “Futuro del libro: universidad, editor y lector” con la participación de los invitados y conferencistas internacionales: José Castilho  y Flavia García (Brasil) Mario Castillo (Costa Rica) Juan Córdoba-Restrepo (Colombia) Margarito Cuéllar (México). Junto a ellos destacados directores y editores de las principales editoriales universitarias del país, de todos ellos se refirió el Lcdo. Leonardo Moreira, quien fue moderador, como personas con sólido conocimiento y trayectoria.
El Dr. Jesús Aguinaga, secretario de REUPDE, cuando tomó la palabra en el panel foro.
Las tradiciones que atraviesan a la universidad quieren ser transformadas por legislaciones impositivas pero no menos forzadas y contradictorias para cambiarla de un momento a otro, fueron las palabras de Ubaldo Gil, Director de editorial Mar Abierto. No se pueden exigir publicaciones en revistas indexadas con un laberinto de exigencias, que alejadas de la calidad buscan el requisito. Con respecto al editor dijo que no hay un criterio formado y profesional, por lo que una red de editoriales, que ya funciona,  permitirá tomar conciencia y visualizar un trabajo que se relacione entre empresa pública y privada,  desarrolle en el editor un perfil sicológico  equilibrado para entender a los autores y no detener el proceso. Al referirse al lector habló de encontrarse desarrollando un proyecto a cinco años plazo donde sujetándose a la Ley del Libro, se entregará una biblioteca mínima a cada familia manabita, libros con  una programación concreta en función de nuestra realidad regional.

José Castilho reseñó puntos para la reflexión: la era del libro comenzó fuerte y se erosiona en ferias como la de Guadalajara, Frankfurt entre otras principales. En un foro en Buenos Aires, destacó, se concluyó que para el 2014 las bibliotecas en USA estarían todas digitalizadas y ya nadie las visitaría físicamente, por lo que la lectura debe ser algo más importante en el siglo XXI, donde se debe aprender a leer de maneras diferentes. El problema más grande, dijo, es la autopublicación y de manera fácil, a las que sumó la crisis del derecho de autor y de las ganancias editoriales de pocos gigantes de la publicación. La alternativa son las publicaciones universitarias, la universidad está en el mundo y tiene un desarrollo importante en nuestros países, concluyó.

El futuro del libro lo evidencia un evento como este, dijo Juan Córdoba-Restrepo, la edición es un reto permanente de aprendizaje continuo, lo importante es encontrar cómo las publicaciones lleguen a los espacios del aula y cómo circula el conocimiento, el caso de Bogotá es de una baja cantidad de libros en esas aulas. Anotó como un punto importante en la circulación de publicaciones el no jugar a las fronteras, la información rica no pasa o es mínima y ese es un problema que el editor podría solucionar en buena parte. Otras reflexiones suyas fueron: Los dispositivos electrónicos son nuevas formas de leer, debe procesarse cómo se lo hace. Fortalecer las redes, evolucionar hacia diálogos mediante chat y no solo en los eventos. Permanentes cursos de edición para que los colegas de la región participen permanentemente, concluyó.
Para Flavia García sus preocupaciones se centraron en el lector: Los estudiantes universitarios operan en una lectura fragmentada, el texto rápido no forma lectores porque los profesores o no conocen o no dan a conocer bibliografía.Es necesario unir los métodos tecnológicos entre las universidades latinoamericanas, en la medida de lo posible en procesos comunes, con ello aumentaríamos el número de lectores y traspasaríamos nuestras fronteras.

Al fondo parte del público asistente a la jornada del panel foro sobre "Futuro del libro: universidad, editor y lector".
El futuro del libro es prácticamente consustancial con el de la humanidad, sostuvo Mario Castillo, se estima que dentro de cinco años desaparecerá el libro impreso y con él los lectores tradicionales de Iberoamérica, urge entonces potencializar editores para subir a la red libros electrónicos. Subir a la red un libro requiere una diagramación diferente, con diseñadores en línea, esto es como crear una nueva editorial, para ello hay que saber las reglas del juego pues de no hacerlo una nueva generación tomará la iniciativa. Se sugiere reprogramar las capacitaciones a partir de la conciencia, concluyó.

Para Margarito Cuéllar la vida del hombre es como un libro en capítulos, la edición cuenta como una serie de eslabones, unos fuertes otros débiles, pero todos unidos tienen que ver con el lector. El futuro del libro nos alcanzó hoy, dijo, dadas las experiencias de la universidad humanista  y técnica deben desarrollarse proyectos editoriales fuertes, como el caso de la Universidad de Nuevo León de México, cuyo desafío es aprovechar la tecnología del vecino, descartando lo que no le sirva. Con respecto a las tareas del editor sostuvo que requiere capacitación permanente y actualizacióny que el lector es un eslabón débil en la cadena para el que no se han diseñado políticas culturales, ni se ha mantenido un equilibrio en su formación. Esta tarea es del Estado, el Municipio y la Universidad en conjunto coordinado, concluyó.

Jesús Aguinaga, Director de publicaciones de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, enfocó más bien la crisis en los costos, de los que dijo no son accesibles para el lector y declaró la hora de aunar esfuerzos con el fin de general un capital social para el libro. Al momento de las definiciones sostuvo que se requiere un editor libre, democrático, creativo, crítico, capacitado y correcto. Un lector asiduo, fiel, capacitado y exigente. Concluyó señalando que el elemento cultural con el económico es difícil de mezclar.

El editor de la Universidad Politécnica Salesiana de Cuenca, Luis Alvarez, enunció la obligatoriedad de los rectores a formar grupos editoriales y asignar conforme a la ley, un porcentaje para capacitación y publicación, así mismo pidió pronunciarse con respecto a solicitar la realización de posgrados en edición.

Ramiro Arias, editor de Eskeletra, resaltó que una cosa es leer y otra formar lectores y la necesidad de compartir experiencias entre una editorial pública con una privada con el fin de obtener retroalimentación. Debemos repensar juntos el tema de circulación que afecta al producto final el libro, concluyó.

Con la apertura del foro los asistentes pudieron más que preguntas razonar con lo advertido por los panelistas, dejando en el ambiente una necesidad por aplicar cada idea, unirse y dar sentido al debate.


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