El 25 de Enero de este año, dentro de la programación del II
Seminario Internacional de Editoriales Universitarias, organizado por editorial
Mar Abierto de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, se llevó a cabo un
panel foro, con el tema: “Futuro del libro: universidad, editor y lector” con
la participación de los invitados y conferencistas internacionales: José
Castilho y Flavia García (Brasil) Mario
Castillo (Costa Rica) Juan Córdoba-Restrepo (Colombia) Margarito Cuéllar
(México). Junto a ellos destacados directores y editores de las principales
editoriales universitarias del país, de todos ellos se refirió el Lcdo.
Leonardo Moreira, quien fue moderador, como personas con sólido conocimiento y
trayectoria.
El Dr. Jesús Aguinaga, secretario de REUPDE, cuando tomó la palabra en el panel foro. |
Las tradiciones que atraviesan a la universidad quieren ser
transformadas por legislaciones impositivas pero no menos forzadas y
contradictorias para cambiarla de un momento a otro, fueron las palabras de
Ubaldo Gil, Director de editorial Mar Abierto. No se pueden exigir
publicaciones en revistas indexadas con un laberinto de exigencias, que
alejadas de la calidad buscan el requisito. Con respecto al editor dijo que no
hay un criterio formado y profesional, por lo que una red de editoriales, que
ya funciona, permitirá tomar conciencia
y visualizar un trabajo que se relacione entre empresa pública y privada, desarrolle en el editor un perfil
sicológico equilibrado para entender a
los autores y no detener el proceso. Al referirse al lector habló de
encontrarse desarrollando un proyecto a cinco años plazo donde sujetándose a la
Ley del Libro, se entregará una biblioteca mínima a cada familia manabita,
libros con una programación concreta en
función de nuestra realidad regional.
José Castilho reseñó puntos para la reflexión: la era del libro
comenzó fuerte y se erosiona en ferias como la de Guadalajara, Frankfurt entre
otras principales. En un foro en Buenos Aires, destacó, se concluyó que para el
2014 las bibliotecas en USA estarían todas digitalizadas y ya nadie las
visitaría físicamente, por lo que la lectura debe ser algo más importante en el
siglo XXI, donde se debe aprender a leer de maneras diferentes. El problema más
grande, dijo, es la autopublicación y de manera fácil, a las que sumó la crisis
del derecho de autor y de las ganancias editoriales de pocos gigantes de la
publicación. La alternativa son las publicaciones universitarias, la
universidad está en el mundo y tiene un desarrollo importante en nuestros
países, concluyó.
El futuro del libro lo evidencia un evento como este, dijo Juan
Córdoba-Restrepo, la edición es un reto permanente de aprendizaje continuo, lo
importante es encontrar cómo las publicaciones lleguen a los espacios del aula
y cómo circula el conocimiento, el caso de Bogotá es de una baja cantidad de
libros en esas aulas. Anotó como un punto importante en la circulación de
publicaciones el no jugar a las fronteras, la información rica no pasa o es
mínima y ese es un problema que el editor podría solucionar en buena parte. Otras
reflexiones suyas fueron: Los dispositivos electrónicos son nuevas formas de
leer, debe procesarse cómo se lo hace. Fortalecer las redes, evolucionar hacia
diálogos mediante chat y no solo en los eventos. Permanentes cursos de edición
para que los colegas de la región participen permanentemente, concluyó.
Para Flavia García sus preocupaciones se centraron en el lector: Los
estudiantes universitarios operan en una lectura fragmentada, el texto rápido
no forma lectores porque los profesores o no conocen o no dan a conocer
bibliografía.Es necesario unir los métodos tecnológicos entre las universidades
latinoamericanas, en la medida de lo posible en procesos comunes, con ello
aumentaríamos el número de lectores y traspasaríamos nuestras fronteras.
Al fondo parte del público asistente a la jornada del panel foro sobre "Futuro del libro: universidad, editor y lector". |
El futuro del libro es prácticamente consustancial con el de la
humanidad, sostuvo Mario Castillo, se estima que dentro de cinco años
desaparecerá el libro impreso y con él los lectores tradicionales de
Iberoamérica, urge entonces potencializar editores para subir a la red libros
electrónicos. Subir a la red un libro requiere una diagramación diferente, con
diseñadores en línea, esto es como crear una nueva editorial, para ello hay que
saber las reglas del juego pues de no hacerlo una nueva generación tomará la
iniciativa. Se sugiere reprogramar las capacitaciones a partir de la
conciencia, concluyó.
Para Margarito Cuéllar la vida del hombre es como un libro en
capítulos, la edición cuenta como una serie de eslabones, unos fuertes otros
débiles, pero todos unidos tienen que ver con el lector. El futuro del libro
nos alcanzó hoy, dijo, dadas las experiencias de la universidad humanista y técnica deben desarrollarse proyectos
editoriales fuertes, como el caso de la Universidad de Nuevo León de México,
cuyo desafío es aprovechar la tecnología del vecino, descartando lo que no le
sirva. Con respecto a las tareas del editor sostuvo que requiere capacitación
permanente y actualizacióny que el lector es un eslabón débil en la cadena para
el que no se han diseñado políticas culturales, ni se ha mantenido un
equilibrio en su formación. Esta tarea es del Estado, el Municipio y la
Universidad en conjunto coordinado, concluyó.
Jesús Aguinaga, Director de publicaciones de la Pontificia
Universidad Católica del Ecuador, enfocó más bien la crisis en los costos, de
los que dijo no son accesibles para el lector y declaró la hora de aunar
esfuerzos con el fin de general un capital social para el libro. Al momento de
las definiciones sostuvo que se requiere un editor libre, democrático, creativo,
crítico, capacitado y correcto. Un lector asiduo, fiel, capacitado y exigente.
Concluyó señalando que el elemento cultural con el económico es difícil de mezclar.
El editor de la Universidad Politécnica Salesiana de Cuenca, Luis
Alvarez, enunció la obligatoriedad de los rectores a formar grupos editoriales
y asignar conforme a la ley, un porcentaje para capacitación y publicación, así
mismo pidió pronunciarse con respecto a solicitar la realización de posgrados
en edición.
Ramiro Arias, editor de Eskeletra, resaltó que una cosa es leer y
otra formar lectores y la necesidad de compartir experiencias entre una
editorial pública con una privada con el fin de obtener retroalimentación.
Debemos repensar juntos el tema de circulación que afecta al producto final el
libro, concluyó.
Con la apertura del foro los asistentes pudieron más que preguntas
razonar con lo advertido por los panelistas, dejando en el ambiente una
necesidad por aplicar cada idea, unirse y dar sentido al debate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario