La
entrega del Doctorado Honoris Causa al escritor guayaquileño Miguel Donoso
Pareja se convierte en uno de los actos más importantes que se desarrollará
este año dentro del marco de conmemoración de un aniversario más de la
Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.
El
evento es parte de la agenda de la sesión solemne que será el martes 13 de
noviembre en el paraninfo universitario Alfonso Aguilar Ruilova y que está
programado a partir de las 18h00.
La
gestión de este importante acto la propuso y gestionó el Lic. Ubaldo Gil
Flores, director del Departamento de Edición y Publicación Universitaria (DEPU)
con su sello editorial Mar Abierto.
Miguel Donoso. |
La
llegada de Miguel Donoso a Manta será propicia para que el grupo de
extalleristas entre los que constan Ramón II Zambrano, Franklin Briones,
Patricio Lovato, Ubaldo Gil, Víctor Arias, Pedro Gil y Libertad Regalado
mantengan un almuerzo y confraternicen con el maestro que tuvieron entre 1988 y
1992 en el taller literario auspiciado por la ULEAM.
Datos
biográficos
Miguel Donoso
Pareja es un escritor nacido en
Guayaquil el 13 de julio de 1931. Hijo legítimo de Miguel Donoso Moncayo,
quiteño, y de Leonor Pareja Diez- Canseco, guayaquileña.
Poco
después de su nacimiento fue llevado al Campamento de Puerto Rico situado en el
cantón La Libertad, donde creció sin asistir a la escuela, jugando con sus
amigos Amado Panchilique hijo de pescadores y Edwina Watkins y Bobby Walton,
niños ingleses del Campamento con quienes se iba las mañanas a pescar a la
playa.
Varios
profesores particulares le enseñaron a leer, escribir, las reglas de la
aritmética y en general todo lo concerniente a la instrucción primaria.
Anualmente una delegación ministerial le tomaba exámenes y a los once años lo
enviaron a Guayaquil a vivir en casa de su abuela Amalia Diez- Canseco Vda. de
Pareja.
Mientras
vivió allí su tío Alfredo Pareja quien visitaba la casa, le regalaba libros, lo
que despertó en Miguel admiración por tan importante gesto.
En
1948 empezó a trabajar de ayudante de ventas de la Subdirección de
Subsistencias del Litoral.
En
1951 comenzó a frecuentar la casa de Enrique Gil Gilbert que lo aconsejaba en cuestiones
literarias, también concurría al Núcleo del Guayas de la CCE, donde hizo amigos
como Jorge Fabara Castel y entre los jóvenes poetas y literatos de izquierda.
El
52 inició sus estudios de Jurisprudencia que prosiguió con mucha irregularidad.
Entre
el 55 y el 63 fue profesor de varias materias en el Aguirre Abad, el 54 entró a
laborar como Jefe de Información del vespertino La Hora. Entre el 57 y el 58
publicó dos poemarios titulados “La Mutación del Hombre” y “Las Raíces del
Hombre”. De fresca emotividad del primer cuaderno después se adelgaza e
intelectualiza la forma, se trabaja con algunos aciertos el soneto y se juega
con la metáfora, desde lo simple hasta lo original o humorístico, sin descontar
lo artificioso, según ha expresado Hernán Rodríguez Castelo. El 58 fue Jefe de
Información del vespertino “La Hora”.
En
1959 egresó de Jurisprudencia después de haber sido candidatizado a la
presidencia de la Escuela de Derecho, pero no dio los grados de Licenciado ni
de Doctor por su despreocupado carácter.
El
61 obtuvo una mención en la editorial “La casa de las Américas” de la Habana
con su poemario “Los Invencibles” y fue invitado a participar en Cuba en una
mesa redonda sobre el intelectual y la revolución.
Vivió
tres meses en el Hotel Habana Libre y a su regreso el 62 se afilió al partido
Comunista, asistió a la reuniones políticas, ese año editó “Krelko y otros
cuentos'” en 96 págs. con cuentos que Humberto Salvador calificó de “plenos de
patética realidad” y Agustín Cueva de “muy superiores a lo restante de su
producción”.
En
1963 fue Jefe de Recaudación Ad-Honorem del semanario “El Pueblo”, órgano
oficial del Partido Comunista en Guayaquil y a las pocas semanas la policía
allanó su hogar acusándolo de terrorista.
En
julio de 1963 -cuando subió al poder la Junta Militar de Gobierno de Ramón
Castro Jijón- tuvo que esconderse y pasó a la clandestinidad hasta que fue
expulsado a México de simple turista y sin un centavo en el bolsillo.
No
fue hasta 1969 que en la Colección Escritores de Lengua Española salió su
novela “Henry Black” de 143 págs. la misma que contenía reflexiones sobre un
hombre en prisión.
Posteriormente
en 1971 escribió con tres periodistas argentinos el ensayo: “Chile ¿Cambio de
gobierno o toma de Poder?”. Luego entre
el 74 y el 76 fue profesor de Estructura de Novela en la Facultad de Filosofía
y Letras de la Universidad de México, entre otros cargos importantes. Luego en el
gobierno de esa nación lo delegó al encuentro Binacional de Cultura a
celebrarse entre México y los Estados Unidos en San Diego. Entonces le dieron
visa, pudo asistir al Encuentro y recorrió dicho país casi por entero; pues,
como nunca ha aceptado responsabilidades, disponía de todo el tiempo libre para
sus gustos.
En
1976 editó “Día tras día” su novela del exilio. Esta Obra lo ha convertido en
uno de los novelistas más importantes de la literatura ecuatoriana actual. Ese
mismo año empezó a dirigir con Juan Rulfo, Julio Cortázar, José Revueltas,
Pedro Orgambide y Eraclio Zepeda la revista “Cambio” que apareció hasta 1981.
Mientras
tanto hacía una gran labor en beneficio de las letras ecuatorianas en el
exterior, escribiendo numerosas prólogos, artículos, antologías y demostrando
especial interés por los poetas César Dávila Andrade, Alfredo Gangotena y Jorge
Enrique Adoum y por los prosistas Gallegos Lara, Gil Gilbert y Pablo Palacios.
Fue
su época de mayor dedicación a las letras, su ritmo de vida era agitadísimo,
servía de jurado en certámenes internacionales, escribía para diarios y
revistas, trabajaba con alumnos de literatura.
Siempre
ha coordinado talleres literarios para la Casa de la Cultura, también ha sido
articulista de suplementos, desempeñó la Cátedra de Didáctica de la Literatura
en la Universidad Católica de Guayaquil, siguió de asesor de la Liebre
Ilustrada del diario Hoy de Quito y Coordinador de la Colección Doce Novelas
Breves en El Conejo.
En
enero de 1991 salió a la luz “Todo lo que inventamos es cierto” en la Editorial
El Conejo, de Quito, con cuentos donde las preocupaciones temáticas y los
motivos ideológicos son tratados en complejidad, buscando generar a partir de
ellos y su organización discursiva, excesos de significación.
Miguel Donoso junto a varios integrantes del taller que dirigió en Manta. |
Más sobre el escritor
De
estatura más que mediana, cuerpo fornido, piel trigueña y ánimo vital. Un
cabello canoso y rebelde completa su viril figura costeña, muy de acuerdo con
la sencillez de su carácter abierto y franco con todos. Trato sincero,
conversación intelectualizada pero sin afectación. Donoso Pareja es una de las
más representativas figuras de la generación de los años 50 “por su trayectoria
sostenida, certera y radical hacia una retórica contemporánea” y como prosista
se encuentra entre los que mayores logros han alcanzado en una “línea
existencialista de situaciones límites”. Honesto a la par que desinteresado, no
ambiciona bienes ni se desespera por alcanzar honores, pues su carácter libre
se lo ha impedido siempre.
Se
le considera un escritor ordenado y responsable, su mayor importancia está en
haber dirigido los talleres literarios de los años 80 en todo el país y ha
arribado a una edad en que se requiere de madurez para envejecer con dignidad,
como escritor comprometido con la literatura de su país.
Ha
comenzado a sufrir del mal de Parkinson, que ha disminuido sus facultades
físicas, dificultando sus movimientos.
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