Medardo
Mora Solórzano
Repetir
la frase protocolaria convertida en rutinaria, expresando que significa
un elevado honor presentar el libro “Fragmentos de Nuestra Historia” de
autoría del Ing. Tony González Palacios, sería quedarle debiendo a la verdad,
en realidad me siento honrado no de presentar el libro, sino por haber tenido
la oportunidad de disfrutar la lectura de una obra de hondo y leal contenido histórico, en la
que el autor hace gala de un diáfano y amplio conocimiento de lo que ha sido y
es el recorrido que ha tenido el Ecuador
como país, utilizando para sus comentarios y opiniones un adecuado y sobrio uso del lenguaje, dándole a su narración un sustento
lógico, que la nutre con el uso de un buen dominio de lo filosófico y debo
decirlo sin ambages, cuando incursionamos
en la ciencia del conocimiento y lo racional que es la Lógica y penetramos en la ciencia de las ciencias que es la Filosofía, debemos concluir que estamos
frente a quien sabe bien lo que dice y en este caso frente a un texto
que enriquece nuestros saberes, si es que también advertimos que el libro ha sido escrito con claros componentes pedagógicos, que nos ayudan eficazmente a entender bien lo que
ha sido y es la realidad de nuestro país,
situado en una línea imaginaria que
divide al mundo en Norte y Sur, pero que
este libro nos hace sentir que no somos
un país imaginario y que sí somos dueños de una historia real, rica en
personajes, hechos, acontecimientos,
epopeyas, que Tony González los rescata
y destaca con lealtad y claro dominio de lo que ha sido nuestro azaroso devenir
histórico, aquí no encontramos ni banalidades superfluas, ni ausencia de mensajes orientadores y
didácticos.
El Dr. Medardo Mora, rector de la Uleam, hizo la presentación del libro de Tonny González. |
Lo
antes expuesto me permite sostener que “Fragmentos de Nuestra Historia” no es un libro más de los muchos que se han escrito y escriben sobre la historia del Ecuador, es
un texto que recoge con prolija
precisión y de forma documentada, hechos y personas que han construido y hecho Historia en nuestro país, es un libro que
extracta y resume con criterios objetivos,
justos, sin interpretaciones subjetivas, sin elucubraciones y falsas hipótesis, cómo nacimos como República, quiénes y qué acontecimientos
han contribuido y han ido edificando nuestra
existencia como Nación y Estado, por
ello nos felicitamos como Universidad de
auspiciar esta edición y publicación en
la que existe investigación, originalidad, en la que hay un aporte científico para
que tengamos más amor y entrega ciudadana en la identificación con una alma
nacional, tengo la absoluta certeza que
su lectura atrapará como me atrapó a mi,
a quienes lo lean, por ello afirmo que resulta placentero saber que
desde nuestra Universidad se entregue a la juventud de Manabí, del país, de
América Latina y el Caribe, un
documento escrito con palabras de fácil comprensión,
pero al mismo tiempo utilizadas con el mayor rigor de una buena redacción, contribuyendo a esclarecer
no solo episodios sino hacernos notar que tenemos razones para sentirnos
ufanados de lo que hemos sido, de lo que somos, que existe un pasado que nos estimula a sentir la grandeza de
espíritu de quienes con patriotismo que no reconoció fronteras, han escrito páginas de honor, de hidalguía, de
rebeldía, para engrandecer el orgullo de
ser ecuatorianos o ecuatorianas.
Celebro
el apego a la realidad con el que se van describiendo episodios olvidados, como
se van situando en el sitial que les
corresponde a nombres archivados en el anonimato por seudos historiadores, que se limitan en
la mayoría de los casos a repetir lo que fue fruto de anteriores publicaciones,
sin verificar contenidos, sin un examen analítico de causas y efectos de lo que se dice o comenta, Tony
González nos hace conocer de la contribución a nuestra independencia como país
soberano, con juicios de valor adecuados,
lo que significó para nuestro país, lo
que él denomina como la “otra
Manuelita”, Manuela Mandroño, joven atractiva que ocupó un tiempo el corazón
del Libertador Bolívar, es la que lo
motiva y lo conduce en palabras del
autor, a impulsar su lucha y entrega en la gran Batalla de Junín, igualmente
rescata el apoyo que entregó a las
causas de la independencia, Rosa Zárate,
que pagó con su vida su arrojo por
luchar por la libertad nacional,
muriendo ejecutada en Tumaco en
Julio de 1813, celebra y describe en detalles la acción valiente de Josefina
Barba que corriendo toda clase de
riesgos, contribuyó con su actitud al triunfo
de la victoria del denominado “Camino Real”,
que es el que posibilita un día de Octubre de 1820, que al mes siguiente
un 10 de Noviembre de 1820, ingresen las fuerzas independistas triunfales en Guaranda,
gesta que se constituye en otro
influyente eslabón al logro de la
independencia definitiva de
nuestro país, así desfilan en la narración
del libro, la acción de las hermanas Garaycoa, de su madre Eufemia y sus hijas
Ana, Patricia, Joaquína y Manuela, Ana esposa del prócer José de Villamil,
Manuela madre de Abdón Calderón, héroe del Pichincha, todas ellas baluartes en la conspiración por
que nuestro Ecuador sea territorio libre del yugo colonizador.
El
autor
con su inclaudicable pensamiento crítico quiere resaltar y de hecho lo
hace, el valor de las mujeres, por eso
nos hace notar con sutil talento, aquel machismo subyacente en nuestra
historia que relieva la historia escrita por los hombres,
excluyendo o minimizando el rol de la mujer,
cuya contribución a las más altas aspiraciones de la patria nos
enaltecen, como el rol tenido por la renombrada
Manuela Sáenz, amante del Libertador, pero sobre todo una mujer que compartía con total entrega y absoluta convicción los ideales de Bolívar y
su lucha sin descanso por las causas de
la libertad y la independencia, por eso fue algo más que una compañera
sentimental, que satisfacía el líbido del Libertador, fue la compañera ideal para que se abrazaran juntos en la más sublime entrega
para legarnos nuestra independencia y
sentir la suprema satisfacción de terminar con la ignominia de ser
vasallos de conquistadores de escaso valor como seres humanos.
El libro Fracciones de nuestra historia. |
Cómo
dejar de valorar en este libro en el que existe creatividad, metodología y una importantísima
contribución para revivir pasajes de nuestra historia, recordándonos los afanes
del Mariscal Sucre por favorecer la
educación pública como el principal soporte
del desarrollo de un pueblo, el inmenso
legado dejado a los anhelos de la revolución liberal y de una educación bien entendida, por el
montecristense Don Aníbal San Andrés Robledo, de quien otro excelso educador como Don Raymundo Aveiga de Chone dice “él es luz,
verdad y razón”, el justo sitial que le
asigna al promotor de la Universidad de
Guayaquil, el ilustre patricio, Don
Pedro Carbo, que dio su encendido apoyo a la revolución alfarista como ideólogo
puro de las ideas liberales, de su impugnación al Concordato celebrado por García Moreno con el Vaticano, su basta
cultura lo llevó a crear la biblioteca
municipal de Guayaquil. En la detallada
y minuciosa penetración en los anales de nuestro verdadero pasado, que hace el
Ing. Tony González, lo lleva a poner de
relieve el trabajo de ese campesino chonero Anacleto Zambrano, que machete y
garabato en mano, es el que abre la
primera trocha para comunicar Manabí y Pichincha, es en cabal homenaje a la
verdad histórica el que abrió el trillo
o sendero para unir Chone con Quito,
señalando la ruta que después transitarían los celebrados raidistas oriundos
de Chone, Carlos Alberto Aray,
César Artemio Aray, Juan de Dios
Zambrano, Emilio Hidalgo y Plutarco Moreira, conduciéndonos con esta bien
relatada y concebida circunstancia a familiarizarnos con la historia no escrita del Manabí profundo.
En
una bien lograda síntesis que realiza el autor de lo que es nuestra historia
moderna, precolonial y contemporánea, sitúa en su verdadero rol y dimensión
a quienes han entregado su incuantificable aporte para ser lo que somos, por eso magnífica a Bolívar,
el inmenso Libertador, destaca a Sucre que no solo significa para el
Ecuador el gran estratega militar que
consolidó nuestra independencia el 24 de Mayo de 1822, sino que se
constituye también en un precursor y defensor de la libertad de expresión con la publicación del periódico
“El Monitor Quiteño”, José Joaquín de
Olmedo y Maruri, primer Vicepresidente
del Ecuador, poeta, maestro, jurista, repúblico y revolucionario, que es
quien encabeza la proclama de la independencia de Guayaquil del 9 de Octubre de 1820, y
quien con su gesto sereno y patriótico,
sin ser inconsecuente con el movimiento autonomista de Guayaquil, ciudad de la cual
fue su Alcalde y autor del Himno
al 9 de Octubre, colabora con Bolívar para evitar que Guayaquil radicalizara su
posición y mantuviera la tesis de ser independiente o de anexarse al Virreinato de Lima, en ese
recuento histórico no se olvida de la obra Urbina para terminar con la
esclavitud en el Ecuador, pone énfasis y
en letras mayúsculas el firme e inclaudicable combate de Montalvo contra la tiranía y corrupción, contra el despotismo
y el fanatismo religioso, remarcando que por su aporte idealista a las mejores
causas de la patria, merece ser
considerado en la categoría de educador y maestro del pueblo ecuatoriano, reconociendo que el Presidente Alfredo
Baquerizo Moreno no estuvo equivocado cuando el
29 de Mayo de 1920 decreta que el
13 de Abril sea día del Maestro
ecuatoriano en homenaje al día del natalicio
de Montalvo el 13 de Abril de
1832, estas referencias son algunas de
las pinceladas expresadas por el autor en el libro, que tiene la virtud de haber sido escrito sin eufemismos y léxico
rebuscado, para viabilizar la cabal
comprensión de quienes desean enterarse y entender lo que ha sido
el devenir histórico del Ecuador.
En
este apropiado compendio de lo que han sido
las dificultades vividas por el Ecuador como país, no se escapan en el
análisis todos los entretelones y dolor
que han significado nuestras diferencias
limítrofes con el Perú, país que castigado por sus derrotas en las batallas de Junín y la llamada guerra
del Pacífico, en la que pierde territorios con Chile, lo impulsan militarmente a mantener
con permanente agresividad sus afanes de apropiarse de nuestra heredad territorial, defendida dignamente por la decidida actitud de Alfaro y su Canciller José Peralta, que hacen
que el Perú abandone en 1910 una nueva amenaza
de invasión militar, sin embargo los países mediadores que se demostraron
más amigos del Perú, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile, imponen la
llamada línea Aranha, en alusión al nombre del Canciller brasileño
Oswaldo Aranha, quien había tejido los hilos de la
diplomacia que terminaron imponiendo los hitos para que se suscribiera el Protocolo
de Río de Janeiro de 1942, con lo cual el Ecuador perdió su acceso directo al río Amazonas y constituye el
antecedente definitivo para el acuerdo de paz que firmó posteriormente el ex
-Presidente Mahuad.
Miembros de la mesa principal muy atentos a las palabras del Dr. Medardo Mora. |
En
el análisis de la vida transitada por el Ecuador, el autor no deja de analizar el rol de
Rumiñahui en la defensa de nuestra herencia territorial, los roles que tuvieron
en su momento personajes
latinoamericanos en su lucha por la
justicia y la libertad, como el
denominado Apóstol de la Libertad, el cubano José Martí, abatido a sus 42 años por las fuerzas
realistas de España, del mítico “Che”
Guevara, defendiendo los sueños del hombre latinoamericano, luchando contra todo vestigio imperialista y
contra quienes han reprimido y
empobrecido a nuestros pueblos, la acertada
referencia que hace del poeta, periodista y maestro peruano, José Carlos Mariategui, vida enaltecida por
la consecuencia que tuvo entre sus
pensamientos y su accionar, a quien el
autor lo sugiere como una especie de “Amauta” en homenaje a la
acreditada revista que en el campo cultural publicó, así como por el
significado de esa palabra en la lengua quechua perteneciente a los indígenas
peruanos, con la cual se refiere a la persona sabia, al maestro, el educador, a
la persona respetable. También incorpora a su texto el significado histórico
que tiene Punta Palmar, cerca de Pedernales, identificado por la misión
geodésica francesa en 1736 como el punto
donde se sitúa la línea ecuatorial, aquí
no se puede soslayar que nuestra
Universidad colaboró con el busto
erigido a Pedro Vicente Maldonado, sabio riobambeño, colocado a la entrada del
puerto de Manta, pues esta misión visitó nuestra ciudad para estudiar y visibilizar
donde se encontraba el verdadero sitio de la línea divisoria del planeta tierra.
Tonny
González nos formula una invitación pertinente para recuperar la riqueza histórica
de Manabí, merece se lo haga, de nuestra parte como institución estamos listos
a colaborar en el puesto y rol que se nos asigne. Debo terminar y confieso sinceramente que me
formé en el colegio estudiando en el libro
de Historia del Prof. Oscar Efrén Reyes,
me emocioné y me sentí más ecuatoriano leyendo ese hermoso recuento de nuestra vida
como país, escrito por el gran Benjamín Carrión “El Cuento de la Patria”, no exagero hoy cuando la madurez de mi
existencia vital me vuelve más sereno y
analítico, que me he sentido feliz leyendo un texto que recoge con enorme
fidelidad, exhaustiva investigación muy bien
documentada, sólidos aportes a la historia fidedigna del Ecuador, por
eso solo me resta felicitar muy sincera
y sentidamente al Ing. Tony González Palacios, que se muestra y demuestra en su
obra como un definido demócrata. Decirle que libros como este prestigian a
nuestra Universidad, robustecen a la Academia ecuatoriana, al
evidenciar tangiblemente que en sus claustros existe intelecto y catedráticos
que contribuyen con sus conocimientos a
orientar el rumbo futuro del país.
1 comentario:
me parece fascinante, toda esta informacion y el contenido de esta obra, se la puede adquirir en los estados unidos? si no, por favor donde puede conseguir una copia de este legado.
Gracias
Ing Tirone Vera
Publicar un comentario