"Hay chismes que
parecen cuentos pero hay cuentos que no son chismes" es un libro que recoge cuarenta cuentos
tradicionales que han sido narrados oralmente de padres a hijos en el cantón El
Carmen, provincia de Manabí.
Los primeros pobladores se
asentaron en El Carmen, según fuentes orales, en el primer cuarto del siglo anterior.
La generosidad de su suelo lo convirtió en punto de llegada. De allí que, en la
actualidad, podemos encontrar en este cantón, con población de raíces
predominantemente manabitas, habitantes de otras provincias, tanto de la Costa
como de la Sierra.
Visto así, algunos de los
cuentos narrados en este libro, se prestan para la discusión en torno a su
origen. Sin embargo, aquello carece de relevancia. Lo importante es que fueron
narrados por personas que habitaron en El Carmen, se convirtieron en heredad de
sus habitantes, y forman parte del acervo cultural de nuestro cantón y la
provincia.
Muchos se preguntarán el porqué del nombre. En el contexto de una conversación informal, plagada de
anécdotas, bromas y chistes, en torno a la diferencia entre chismes y cuentos,
sin pretensión de alcanzar profundas disquisiciones lingüísticas, el Dr.
Medardo Mora, como una de sus tantas ocurrencia que le afloran cuando se
encuentra en un ambiente así, manifestó que el libro podría llamarse "Hay
chismes que parecen cuentos pero hay cuentos que no son chismes". Todo
quedó en el ámbito de la informalidad, sin embargo, en la mente del autor de
estas líneas, la frase caló profundo Y quedó para el análisis.
José Ignacio Herrera fue quien hizo la presentación del libro de Gonzalo Díaz Troya en la Feria PUCE 2012 en Quito. |
Ciertamente, el nombre es
extenso y a criterio del editor, por esa razón, poco recomendable. Sin embargo,
por estar apegado a la naturaleza de estos cuentos, sencillos y anecdóticos,
quedó establecido así.
Una de las acepciones de
cuento es la de narración breve de hechos ficticios o de carácter fantástico,
hecha con fines didácticos o recreativos; otra, lo define como enredo y chisme;
o también como asunto que tarda en resolverse. Pero, en definitiva, volviendo
al título del libro, ¿qué hace que los chismes parezcan cuentos?, pero, en
cambio, ¿qué los cuentos no sean chismes? Al margen de pretender, hilar fino, y
en el contexto de las narraciones escritas en el libro, la diferencia radica en
la intencionalidad: mientras que el chisme busca hacer daño, los cuentos",
de este texto tienen un carácter eminentemente educativo.
Los cuentos, de la forma
como los conciben nuestros coterráneos, además de ofrecernos una visión
concreta de la existencia humana, expresada a través de lo fantástico Y de lo
sobrenatural, son narraciones a través de las cuales los progenitores enseñaban
a sus hijos valores y actitudes cuyo objetivo era hacer de ellos hombres de
bien.
Todos concordamos en la
importancia que tiene preservar el patrimonio cultural, entendido este como el
conjunto de bienes de valor histórico, tangibles e intangibles. Como se
entenderá, la tradición oral es también una de las fuentes que nutren el
patrimonio cultural de un pueblo. La trasmisión de relatos, cantos, leyendas,
fábulas, cuentos, entre otros, de padres a hijos, de generación a generación,
hasta llegar a nuestros días, puede sufrir cambios, distorsiones o lo que es
más grave: se pueden perder. Corresponde entonces, buscar las estrategias más
propicias para el rescate, preservación y difusión de la tradición oral.
Escribirla es una alternativa.
El tipo de cuentos que se
narran en este libro son algo así como nuestro ADN cultural. Estos nos pueden
ayudar a conocer algo más acerca de dónde venimos, quiénes somos, Y qué nos
puede esperar a futuro. A partir de lo manifiesto, podemos saber algo sobre los
hombres o mujeres que los crearon, su historia Y contexto cultural, su escala
de valores, la relación que guardaban con todo aquello que rebasaba lo
meramente sensitivo. Estos elementos heredados configuran en el hoy los rasgos
distintivos que diferencian o relacionan a una cultura de otra; así, nos es más
asequible entender la forma de pensar y actuar del hombre concreto, condición
indispensable para anticiparnos, no en sentido determinista, a la forma en que
pensará y actuará a futuro en contextos determinados.
Si se sigue con atención la
trayectoria y dinamia interna que opera en cada uno de los cuentos que contiene
el libro, encontraremos que esta se repite en cada uno de ellos. Parte de
hechos o experiencias cotidianos, se las eleva al mundo de lo fantástico y misterioso
en confrontación con lo moral, para luego descender a la cotidianidad en forma
de savia, enriquecidos, para pasar a integrarse a lo que conocemos como
sabiduría popular.
Indudablemente, lo que los
hace atrayentes es su carácter fantástico y misterioso, los seres humanos
siempre nos hemos sentido cautivados por todo aquello a lo cual nuestros
sentidos no pueden llegar; visto así, estos dos elementos, lo fantástico y
misterioso, en sentido positivo, son como la carnada que cubre al anzuelo, hace
que se presente excitante a los sentidos y si no terminamos mordiéndolo al
menos nos lleva a reflexión. Imaginemos a un profesor explicando a un grupo de
niños y adolescentes la definición del valor de la honradez; con seguridad,
pasados unos minutos, observaremos rostros con indicios de aburrimiento y
distracción; pero, si a ese mismo grupo se les narra un cuento cuyo fin es
cultivar el valor de la responsabilidad, con toda seguridad encontrarán en ella
una experiencia cautivadora y, por sí mismos, concluirá lo importante que es
practicar este valor para beneficio propio y de los demás.
La narración oral no es muy
común en estos días, de a poco se va perdiendo esta tradición. En Manabí, cada
año, en diferentes sitios de la provincia, como parte de las múltiples
actividades de promoción cultural que desarrolla la Universidad Laica
"Eloy Alfaro" de Manabí, se organizan encuentros de cuenteros con el
objetivo de mantener viva esta manifestación cultural. Este libro quiere
comulgar también con ese objetivo.
Para concluir, gratitud
imperecedera a todas las personas que a lo largo de mi vida me hicieron conocer
los cuentos del libro que hoy es presentado. Reconocimiento a la ULEAM, en la
persona del Dr. Medardo Mora, que a través del Departamento de Cultura dirigido
hasta hace poco por el Dr. Horacio Hidrovo Peñaherrera y Editorial Mar Abierto
con su Director Ubaldo Gil Flores, dio el impulso suficiente para que este
libro vea luz en este día.
Texto leído el jueves 18 de
octubre luego de la presentación del libro Hay
chismes que parecen cuentos pero hay cuentos que no son chismes, realizado
en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador en Quito, en el marco de la 45ta
Feria Nacional del libro PUCE 2012, en Quito.
El autor del libro Hay chismes que parecen cuentos, pero hay cuentos que no son chismes, Gonzalo Díaz, cuando agradecía a los asistentes. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario