En la mesa: Damia Mendoza, Ubaldo Gil, Yuliana Marcillo, Diana Zavala, Ernesto Intriago y Fernando Macías.
Dos generaciones, dos géneros literarios (poesía y narrativa) y cuatro voces reunidas en una misma noche y presentación. Y es que tras la presentación de los libros de la escuela Politécnica del Ejército (miércoles 13) se dio paso a cuatro de las nuevas publicaciones de Editorial Mar Abierto de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.
El Signo de Fernando Macías, Dedicadencia de Ernesto Intriago, No debería haber mujeres buenas de Yuliana Marcillo y Carne tierna y otros platos de Diana Zavala. Los tres primeros libros de poesía y el cuarto de cuentos. Obras que lograron mucha expectativa, tanto a nivel provincial como nacional, ya sea por presentar la nueva cara de la colección literaria como por tratarse de autores (menos Macías) talleristas de escritor Pedro Gil.
La poeta Siomara España leyendo su análisis en torno al poemario Dedicadencia.
Ubaldo Gil, Director del Departamento de Edición y Publicación Universitaria de la ULEAM y editor de Mar Abierto, recalcó la importancia de estos cuatro autores, de cómo ya empiezan a hacerse de un espacio dentro de la literatura nacional y como su trabajo poético y narrativo empieza a conocerse más allá de Manabí.
La primera obra presentada fue El Signo, su autor, Fernando Macías, prefirió agradecer públicamente la publicación de su libro y leyó algunos de sus poemas.
La escritora Leticia Loor compartiendo con el público su análisis de la obra Carne tierna y otros platos.
Continuaría la poeta Siomara España quien presentó el poemario Dedicadencia de Ernesto Intriago, de quien aseguró que “el hecho de que Ernesto tenga ya un espacio, un territorio marcado por su poética, nos habla de la valía de su trabajo, que simultáneamente con el “OFICIO” de escribir, ha ido evolucionando y seguramente pronto dará el gran salto hacia la voz individual con que todo escritor divaga.” Además argumentó que “su poesía se abre, y se explaya como luz que multiplica su renovada palabra, una escritura marcada por el bombardeo de sensaciones auditivas y visuales, consolidadas en la rememoración del panorama urbano donde el juego de palabras sorprende por su chispeante procacidad.”
Posteriormente la escritora Leticia Loor analizaría detallada y críticamente la obra Carne tierna y otros platos de la narradora Diana Zavala. Loor aseguró que “Durante el transcurso de la lectura de los relatos “Carne Tierna y otros platos” de la escritora ecuatoriana Diana Zavala, empecé a sentirme frente a un álbum de fotografías con retratos de diferentes mujeres que me contaban historias cotidianas, muy particulares y en muchos casos hasta duras. Y mientras pasaba las páginas de este álbum, una pregunta me acosaba: ¿es la mujer inventada? Y la respuesta no se me alejaba mucho, porque en cada retrato, y en cada historia, late el género femenino con total identidad, bañado con destellos de historias urbanas que le insertan el sentido de la cotidianeidad, sólo que de ellas evoca un tono algo despiadado, algo cruel.”
Finalmente, el actor Raymundo Zambrano presentó el libro No debería haber mujeres buenas. Mencionó que los personajes que pueblan los poemas son contundentes, anunció que prepara un trabajo con textos de Marcillo, pues a las artes escénicas les hace falta poesía. Yuliana Marcillo leyó versos de su ópera prima.
"Yo,
Tu alcantarilla favorita,
Amante perfecta para cerdos de trinchera.
Cola de pájaro, residuo de niño que se quedó dentro
Despojo que vive en humedad recia
La segunda, la tercera, la cuarta,
La flor que parece muerta,
Yo te pido me dividas, te dividas, nos dividas."
Como en las dos noches anteriores se compartió con el público las cuatro obras presentadas. Los autores firmaron libros.
Texto: Alexis Cuzme / fotos: José Márquez
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