Guido
Vásconez González
Docente de la
Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí
La
comunicación educativa y los medios de enseñanza en la universalización es un
interesante texto elaborado por los académicos cubanos: Emilio Ortiz Torres y
Viviana González Maura, el mismo que consta de tres capítulos y un glosario.
Como se
manifiesta en su título el tema central es la comunicación educativa. En su
capítulo inicial nos entrega un acercamiento a la comunicación interpersonal en
términos generales, pero enfatizando sus aspectos psíquicos y sociales desde
una visión vigotskiana, por lo cual se destacan las diferencias entre comunicación
interpsíquica e intrapsíquica.
En el capítulo
segundo, que es el más extenso, los autores se refieren al tema central de la
comunicación educativa en el proceso de enseñanza - aprendizaje. Empiezan
destacando la necesidad e importancia de una formación integral de los
estudiantes, lo que incluye su compromiso social. Nos recuerdan la riqueza del
diálogo en el proceso de enseñanza aprendizaje en el que es posible
intercambiar no solo conocimientos, sino también emociones, sentimientos,
actitudes y valores.
El texto acude
frecuentemente al pensamiento de Paulo Freire (1901 - 1997), pedagogo que
destaca la esencia comunicativa de la educación, y hace un recorrido por el
pensamiento pedagógico cubano en el que adquiere trascendental relevancia la
oratoria y las ideas pedagógicas de José Martí (1853 – 1895). Son muy útiles en
esta parte los criterios sobre la función orientadora del profesor muy
vinculada a las actuales exigencias al docente universitario de cumplir con un
rol tutorial. “Todo profesor es un tutor del desarrollo personal y profesional
de estudiante”, se afirma al respecto. No podían faltar -para estar a tono con
el paradigma curricular dominante-, las referencias a las “competencias para el
diálogo” o “competencias dialógicas”.
Exhortación
destacable es el requerimiento al docente universitario para que asuma una
postura crítica a partir de la auto observación. Igualmente las referencias a
las ya olvidadas exigencias de cultivar las habilidades oratorias y de
argumentación, para cuyo fortalecimiento se anotan también algunos requisitos
para la eficacia psicológica del discurso.
En el capítulo
III se efectúa un breve recorrido por los medios de enseñanza como
facilitadores de la comunicación educativa. Se destaca en este tratamiento el
análisis de las características y bondades de las TICs en el aula, sin dejar de
advertir los errores e ideas mitos que pueden acechar a su uso mecánico y
rutinario. Se finaliza con una presentación de estrategias didácticas para la
educación superior y para el proceso de enseñanza aprendizaje semi presencial.
Como se anotó al inicio, el texto se completa con un glosario de términos.
En términos
generales, a pesar de ser un texto escrito en y para el contexto socio –
cultural cubano, tiene indudable importancia y aplicación para la realidad educativa
superior ecuatoriana y aporta elementos interesantes y útiles sobre una
dimensión, con frecuencia olvidada, que es la dimensión comunicacional, tanto
así que para muchos puede resultar “novedoso” la invitación a que el docente
universitario aprenda o recupere dotes oratorias, justo cuando los artilugios
tecnológicos ofrecen suplir esta habilidad en vías de extinción.
(Texto leído el miércoles 12 de
diciembre a propósito de la presentación del
libro La comunicación
educativa y los medios de enseñanza en la universalización, en el auditorio del Vicerrctorado Académico de la Uleam, Manta)
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