Por Esteban
Mora
La cambiante
sociedad actual, llamada “sociedad del conocimiento” o “sociedad de la
información” caracterizada por los continuos avances científicos y por la
tendencia a la globalización de los mercados, cuenta con una información masiva
a través del apogeo tecnológico, generándose cambios continuos en las
condiciones sociales y económicas a nivel mundial.
En este
panorama, el mercado impone nueva pautas de competitividad y desempeño, tanto
individual como empresarial.
El desarrollo
del conocimiento favorece la creación de nuevas empresas y formas de trabajos,
que a su vez involucran formas diferentes de enseñanza-aprendizaje en el campo
educativo. Estos cambios exigen una visión moderna del desempeño basado en
competencias para el trabajo.
El enfoque de
las competencias desplaza al sistema tradicional de calificaciones y
titulaciones para abrirse a áreas como la normalización del trabajo, la
formación del individuo para el trabajo y la certificación laboral. Aparece así
la noción de competencia como un concepto más integrador del SABER (conocimiento teórico o
proposicional, derivado de la internalización de afirmaciones empíricas o
lógicas sobre el mundo), SABER-HACER
(conocimiento experiencial, también denominado saber del “saber estar”, del
conjunto de normas, valores, actitudes y circunstancias que permiten
interactuar con éxito en el medio social).
El nuevo
enfoque del desempeño por competencias ha experimentado un mayor desarrollo en
la formación técnica, que contrasta con la escasa penetración en el campo de la
formación superior, siendo motivo de estudio para la educación superior la
definición de las competencias institucionales y empresariales requeridas para
una profesión determinada.
En Ecuador, el
tema de competencias al nivel de la enseñanza superior es relativamente nuevo.
El concepto de competencia en educación surgió del desarrollo de las nuevas
teorías de la cognición y de otros fundamentos filosóficos en los que primaba
el desarrollo integral del educando.
La
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
UNESCO (1995) fija al respecto cuatro bases de la educación: aprender a
conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a convivir en sociedad.
El Libro de
los cubanos Rafael Tejeda Díaz y Pedro Sánchez del Toro son realmente un
tratado de cómo aplicar de manera sistémica las bases de una educación por
competencias en el contexto universitario ecuatoriano, bajo una mirada y
experiencias insulares.
A estos nuevos
contextos universitarios yo sumiría una experiencia humana con respecto a los
nuevos profesionales, que no solo deben saber hacer-conocer, sino más allá de
esto saber ser humanos, solidarios y
reflexivos. Basta mirar a nuestro entorno para comprender que la sociedad
del espectáculo (con palabras de Vargas llosa) no es solo banal, sino
inhumana……
Esteban Mora cuando hizo la presentación del libro en la Feria Internacional del Libro en Bogotá. Junto a él nuestro director Ubaldo Gil Flores. |
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