martes, 17 de julio de 2012

Un libro de particular interés


 
Por Ronald Intriago

Quiero empezar por darle la enhorabuena a nuestro buen amigo, el distinguido catedrático Freddy Soledispa, economista, profesor de la universidad Laica Eloy Alfare de Manabí, y le agradezco el honor que me haya dado esta oportunidad para referirme a su libro, porque comparto y me imagino que todos compartimos el regocijo que un nuevo libro salga a la luz desde la universidad. Para empezar, encuentro en él dos de las máximas virtudes del mundo de los universitarios. La primera es que el autor tiene presente, no podía ser de otra manera, que la característica fundamental y la naturaleza misma de la universidad actual es precisamente la investigación y la formación de un espíritu científico. La segunda es su preocupación por guiar al lector para que adquiera pautas para realizar serios y rigurosos trabajos de investigación.

En este sentido es pertinente señalar, y el libro lo resalta, que cuando se habla de ciencia no nos estamos refiriendo a cualquier conocimiento, sino únicamente      a los saberes que han sido obtenido mediante una metodología que cumplen determinadas condiciones. Y en el libro vemos que Freddy ha considerado meticulosamente esos pasos. Precisamente porque ha tenido presente que la unión entre investigación y docencia exigen el conocimiento y el manejo de los métodos científicos en todas las disciplinas del currículo.

Para nuestra universidad el libro es importante porque la investigación se ubica precisamente en el horizonte humanista que todas las universidades deben tener presente; y se vincula directamente con los compromisos que esta debe tener con la sociedad ecuatoriana. Freddy sabe perfectamente que el desarrollo científico no brota espontáneamente. Requiere por lo menos de profesionales calificados, y una integración de las universidades en el desarrollo del país. Por eso es que confío que esta publicación contribuirá a difundir el conocimiento en nuestro medio y que será el catalizador de otras iniciativas de este tipo.

El libro es de particular interés en este entorno, pues quien pasa por la universidad debe ser capaz de hacer otra cosa en virtud de lo aprendido. En otras palabras, no basta con aprender, sino saber transferir lo aprendido a otros contextos, y esto es lo que pretende Freddy con la publicación de este libro: que el estudiante recorra los caminos de la investigación; que se adentre en la naturaleza de la ciencia y sus métodos. Ya no se trata de aprender procedimientos, sino de comprenderlos, para que pueda desenvolverse en diferentes situaciones. Es en la universidad como en ninguna institución donde se deben afirmar las prácticas investigativas.


 
Al elaborar este texto, Freddy ha tenido presente que el universitario, en tanto hombre de este tiempo, en donde se rinde culto al conocimiento que, bien aprovechado, puede mejorar nuestra vida, y, en donde lo único constante es el cambio, tiene que estar alerta por lo que acontece en su entorno y ver la forma de transformarlo de tal manera que contribuya al mejoramiento de su sociedad. Debe tener un interés por conocer el qué el cómo el por qué, y el para qué de su relación de la sociedad en la que habita. Además, el autor deja bien claro que no puede entenderse la Universidad de otra manera.

Con esta publicación nos sigue demostrando que es un hombre comprometido en lo que cree, y él cree profundamente en la educación. De hecho, cada página del libro nos revela cómo se debe emprender para elaborar un proyecto o una investigación propiamente dicha. En este sentido se nota que hay correspondencia entre lo que dice y lo que hace, entre el maestro universitario y su entrega sincera por la investigación. Entonces, ¿qué nos corresponde a nosotros? Emularlo, aquí tenemos un ejemplo, un buen ejemplo. Por eso insisto en cuanto de provechoso tiene este libro. Si hasta hace algunos años hubiera sido un trabajo útil; hoy, en las actuales circunstancias, constituye una obra de consulta permanente. Es que durante mucho tiempo, la universidad ecuatoriana tanto pública como privada ha tenido como guía práctica la formación de profesionales capaces de operar con las herramientas técnicas e ideológicas que se le ofrecen, pero incapaces de diseñar y crear nuevos conocimientos sociales. La universidad ha enseñado para ejercer la profesión, pero no para desarrollar la disciplina profesional en el sentido de crear nuevo conocimiento. Hemos sido repetidores de saberes y el aprendizaje solo se ha reducido a una mera acumulación de información. La universidad se ha especializado en graduar doctores, pero no investigadores. Esto de por sí constituye una deficiencia, y nos ha puesto en un atraso evidente con relación a otros países.

Esperamos que con la lectura de este libro -con la consulta permanente de este texto- se despierte un espíritu crítico en la comunidad universitaria, especialmente en el estudiante que debe estar dotado de la suficiente capacidad intelectual como para comprender la estructura de la realidad por medio de la razón que nos da el método científico, despojándonos de prejuicios, y de viejos paradigmas que nos proporcionó una mala formación basada en un esquema mental escolástico. En este sentido, necesitamos comprender más que conocer, pues la comprensión, tal como lo expresó un autor es una función especial, una de las más elevadas de las que pueden llevar a cabo la mente y el cerebro humanos.



Pocos negarán que la ciencia afecta a nuestras vidas como ningún otro producto de la, inteligencia humana, y sin embargo, la mayoría ignora casi todo acerca de su historia, de cómo se fueron construyendo los métodos científicos y resultados sin los cuales nuestra civilización sería completamente diferente.

Menciono esto -y no es ninguna novedad decirlo- porque a la educación superior le falta más firmeza en este ámbito. Si bien es cierto, que se han hecho algunos cambios sustanciales en lo que tiene que ver con el aprendizaje y la investigación, todavía falta un fuerte compromiso institucional para que aquí germinen las habilidades científica mediante un rediseño curricular que impulse el interés por promocionar el pensar científico, y en lecturas que aborden la historia de la ciencia en medio de un mundo que todavía no se despoja de la charlatanería seudo - intelectual y de la seudo ciencia. La universidad debe estar alerta para que el estudiante se sitúe correctamente en contextos complejos y cambiantes. En contextos de incertidumbres, que es lo más seguro en la actualidad. No es tarea fácil en virtud de los grandes vacíos académicos con que llegan muchos de nuestros estudiantes. De ahí la importancia para nosotros, educadores,- de la posesión de una mentalidad abierta para aprender y desaprender continuamente.+, además de tener una actitud de aceptación de los propios errores como forma de aprender y como forma de autocorrección.

Por las razones que he expuesto no vamos a pretender que el texto que estoy presentando se constituya en la panacea para superar tantas limitaciones, pero sí estamos conscientes que servirá como una guía académica -que tanto la necesitamos en este momento- para trazar la senda del aprendizaje de la Metodología de la investigación científica en el contexto universitario; por un lado abordando el tema en sentido epistemológico, y por el otro lado en sentido pragmático para la elaboración de trabajos de grado. Y aquí resalto el apartado El proceso de investigación científica: su diseño. Una de las pautas para optar por el título profesional. De manera sistemática y rigurosa el autor lo lleva de la mano al futuro graduado para que no se le convierta en una actividad estresante; para que aborde con absoluta confianza estos procedimientos.

Si coincidimos con cierto autor, cuando afirma que la ciencia no nos lleva a un conocimiento perfecto, pero sí el más adecuado, entonces podemos concluir que el presente texto nos va a servir para encontrar ese conocimiento que tanto necesitamos.

Enhorabuena nuevamente Freddy, por tu publicación que nos va a permitir, con los pasos que precisas aquí, tener una nueva visión. La visión de la investigación científica. Tú sabes muy bien que impulsar la investigación científica debe ser una de nuestras prioridades. Y lo plasmaste sistemáticamente en este libro.

Texto leído el viernes 6 de julio tras la presentación del libro Hay chismes que parecen cuentos pero hay cuentos que no son chismes, realizado en la Urna Norte del Palacio de Cristal, en el marco de la 7ma Feria Internacional del libro, Expolibro 2012, en la ciudad de Guayaquil.

No hay comentarios: