Por Víctor Arias Aroca
1.-El
inicio
Las señoritas palabras son las primeras
enamoradas del escritor y en ese medio de amor es que el autor se desenvuelve
en toda su hermosura. Elabora sentimientos, cariños, besos y así estando en su papayal
crea una súper nación de palabras con todo el poder de la creación y habla con
toda la fuerza de su amor profano creando un universo para la alegría.
Callar le está prohibido al escritor. El
silencio está proscrito en la escritura. Las palabras tienen una vieja pelea
con el silencio. Y por eso en la Junta tuitiva de la ciudad de La Paz, de 1811,
se dijo: hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez.
Si, hemos guardado un silencio cómplice
con las mentiras de la Historia. Tiene razón Eduardo Galeano. Pero allí es
donde surge la idea de la nación de hombres tristes. Ya que el silencio es el
mejor amigo de la tristeza. El sentimiento atávico de la tristeza en el decir
de Medardo Mora, si no arrancamos del alma del ecuatoriano ese trauma de la
melancolía podríamos caer en la enfermedad de la tristeza que asolaba las
tierras de Macondo, mucho antes de los cien años de soledad.
Por eso, para hacer una civilización de
la alegría, una cultura del regocijo, una Patria de la dicha, una nación de la
esperanza, una ruta hacia la suprema ventura y el desbordamiento de la
felicidad, para eso estamos aquí los pensadores, ya que los políticos no lo van
a hacer, sinceramente.
La nuestra parece una Patria de fábula, y
es una Patria fabulosa. Pero si eso somos, así nacimos, parecíamos de leyenda, mejor
dicho, somos de leyenda, en el principio una pareja desnuda fue depositada en
lo alto de una montaña, Quitumbe y Llira, ella tuvo un hijo llamado Guayanay
que significa Golondrina, quien voló y pobló las llanuras del reino de Quito.
Qué hermoso saber gracias a esta leyenda que somos hijos de un pájaro.
Otros en cambio sostienen que los
ecuatorianos somos el fruto del amor prohibido de esas mujeres bellas,
voluptuosas, sensuales y desnudas que eran las amazonas que poblaban la jungla,
con los misteriosos hombres del bosque, que procreaban sólo mujeres, y por
quienes nos pertenece el río más grande este mundo.
Patricio Lovato y Víctor Arias.
Estos detalles que parecen de sueño, son
una especie de introducción a la Historia del Ecuador, que encabeza el ensayo
de Patria de Medardo Mora. Pero no es un libro de Historia, cuidado, este es un
libro de política, es un ensayo violento, sobre el Ecuador actual y es violento
por ser una ojeada histórico crítica de una parte de la historia política del Ecuador,
que se lee como en un trepidante viaje del ferrocarril, todo marcha a ritmo de
locomotora, atraviesa la nariz del diablo y se encuentra con el enorme océano
de la fauna presidencial que tiene de todo, cita a Flores, Rocafuerte, García
Moreno, hace un alto en la etapa republicana de principios del siglo veinte y
desemboca en Abdalá Bucaram, Fabián Alarcón, Jamil Mahuad, Gustavo Noboa,
Rosalía Arteaga Lucio Gutiérrez, Alfredo Palacio, y les cuento que a pesar de
trasladar espectros el tren no se vino abajo, ya que desemboca en un micro
ensayo muy objetivo sobre la revolución ciudadana y como a Mora no le pasan
gato por liebre, se encarga de descubrir con pasión y con vehemencia, pero con
mucha frialdad, en su capítulo denominado BALANCE POLITICO DEL ECUADOR A
INICIOS DEL SIGLO XXI, el fenómeno electoral de Rafael Correa, dice
expresamente :” Nadie puede discutir que el Ec. Rafael Correa ganó legalmente
la Presidencia de la República, en la contienda electoral de noviembre 26 de
2006. Ese triunfo electoral no desvirtúa el hecho que los dos candidatos
finalistas no representaban el 50 por ciento de los votantes que concurrieron a
las urnas en la primea vuelta electoral, lo cual está muy lejos de ser
democrático si es que tenemos el atrevimiento de sostener que la democracia se
fundamenta en el pronunciamiento coincidente de la mitad más uno de los
votantes. A un porcentaje muy elevado de electores no lo convenció ninguno de
los dos candidatos”. Señala.
Sin entrampamientos semánticos, sin
galas literarias que no las necesita para ser un estupendo libro, el ensayo de
Patria se desliza suave y su autor, como todo académico, hace gala de elevados
conocimientos de la ciencia política, expresa que al Presidente Correa le recae
el mérito de haber convocado una Asamblea para hacer una nueva constitución,
que ha recuperado la gobernabilidad, pero le advierte que la tendencia al
arbitrio lo puede acercar a lo despótico e intolerante que no son exactamente
signos de una democracia vigorosa. Según señala, en el subcapítulo denominado
La Revolución Ciudadana, que forma parte del capítulo llamado, DE LA FUERZA DEL
CAMBIO A LA REVOLUCION CIUDADANA, que empieza en la década del setenta con el
boom petrolero y la dictadura militar. Se pasea por la historia nacional, señala
la crisis de los partidos políticos y las dictaduras militares y no es roñoso
en elogios para Alfaro, el Ché Guevara, Zapata, Allende, Sandino y Martí, es
una pequeña enciclopedia de la Política Latinoamericana y su lectura es
refrescante y suave, porque tiene un orden que es la especialidad del ensayo.
Víctor Arias.
2.-Misologos
y misóginos
Después que el año 2004 el Ecuador fue
sede del Concurso Miss Universo, se desencadenaron concursos de belleza, se
despertaron pasiones ocultas y desde luego, hasta en eso, en medio de tanta
belleza y tanto bikini, apareció el fantasma del la corrupción y se dijo que
cómo era posible que un país pobre organizara un concurso que es propiedad de
un millonario y que a más de eso era grave que le costara al pueblo ecuatoriano
quince millones de dólares. En realidad que al menos es curioso que a un país
de fábula y encanto, le encajen un evento galante que terminó en ridículo ya
que a la pobre representante del Ecuador, la exhibieron en un traje horrible
que parecía una jaula. Fue aquí cuando surgieron los misólogos, los hombres
expertos en la mis Universo y otras mises. Pero lo que les iba diciendo es que
en el imaginario colectivo del Ecuador, más engastan estos conceptos laxos de
la mujer como símbolo sexual que el de la mujer patriota. Es una parte de ese
pequeño tratado de la estupidez que el autor refiere citando a Einstein y
olvidando a Borja que dijo la inteligencia tiene su límite, la estupidez no.
Tratar a las mujeres como adorno sexual es una forma de retardo mental, que no
se puede admitir. Es aquí donde aparecen los misóginos. Tipos que en el fondo
odian a las mujeres.
Por eso el Ecuador ha olvidado a sus
grandes mujeres que son el símbolo de lucha, de libertad y rebeldía, el autor
cita a algunas, yo al resto: Manuela Cañizares, Manuela Saenz, Manuela Espejo,
Tránsito Amaguaña, Nela Martínez, Rosa Paredes, Filomena Chávez, Isabel
Muentes, Matilde Procel, Dolores Sucre. Cómo es que no somos misóginos y hemos
olvidado a nuestras mujeres. Esta es la historia sin maquillajes que quiere
contar el Doctor Medardo Mora, igual que estas mujeres que no necesitaron de
maquillaje alguno para ser hermosas.
Ubaldo Gil, Víctor Arias, Medardo Mora Solórzano (Rector Uleam), Leonardo Moreira (Vicerrector Académico Uleam) y Víctor Jr. Arias.
3.-Democracia
y derecho
La democracia, según la concepción de
nuestro autor, es el sistema de gobierno en el que gobernantes y gobernados,
someten todos sus actos a lo que disponga la ley, cuyas disposiciones deben
procurar que las mismas sean de carácter general que se apliquen para todos con
criterio de igualdad y que se respete la libertad y sobre la base de la
justicia, y como apasionan Bolívar y Alfaro, explica que el general de
Montecristi ha dicho, DONDE NO EXISTE JUSTICIA SE VIENE ABAJO EL EDIFICIO
LLAMADO NACION.
Esta parte que en realidad es una parte
de los quince ensayos que forman el ensayo, la parte denominada la Política,
arte ciencia u oportunidad de enriquecerse, es descarnada, sincera, frontal,
directa y brutal para señalar sin ambages que algunos tartufos de la política
nacional, se enloquecieron por el dinero y no tuvieron pudor para convertirse
en atarvanes, que el dinero prostituye a la sociedad y que, incluso algunos consideran
a la política la actividad económica más productiva, por eso algunos de ellos
han tenido que salir por el zaguán de atrás, vestidos de mujer y en veloz
carrera.
Por último, como Abogado, me gusta el
capítulo dedicado a la importancia del rol social del abogado, donde explica
espléndidamente que, el derecho es un don irremplazable, que la libertad es el
sueño más grande del hombre como producto cósmico y que la falta de libertad
contribuye a despojarnos de la alegría, convirtiéndonos en hombres tristes como
habíamos dicho al principio sin imaginar que este sería el desenlace de este
pequeño ensayo que habla de un ensayo de Patria, que ha querido ensayar que en
la palabra Patria están engastados otros principios y otros valores superiores
a los que nos enseñaron y que el hombre debe ser el defensor permanente de los
derechos, y a estar siempre alerta a los peligros que pudieran sobrevenir a la
República, muy alertas, como en la parte escondida del Himno Nacional en que dice: Y SI NUEVAS
CADENAS PREPARA, LA INJUSTICIA DE BARBARA SUERTE, GRAN PICHINCHA PREVEN TU LA
MUERTE DE LA PATRIA Y SUS HIJOS AL FIN.
Somos, seremos, soy, hasta siempre.
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