Por Gonzalo Díaz Troya
"Hay chismes que parecen cuentos pero hay
cuentos que no son
chismes" es un libro que recoge cuarenta cuentos tradicionales que han
sido narrados oralmente de padres a hijos en el cantón El Carmen, provincia de
Manabí.
Los primeros pobladores se asentaron en El
Carmen, según fuentes orales, en el primer cuarto del siglo anterior. La
generosidad de su suelo lo convirtió en punto de llegada. De allí que, en la
actualidad, podemos encontrar en este cantón, con población de raíces
predominantemente manabitas, habitantes de otras provincias, tanto de la costa
como de la sierra.
Visto así, algunos de los cuentos narrados en
este libro, se prestan para la discusión en torno a su origen. Sin embargo,
aquello carece de relevancia. Lo importante es que fueron narrados por personas
que habitaron en El Carmen, se convirtieron en heredad de sus habitantes, y
forman parte del acervo cultural de nuestro cantón y la provincia.
Muchos se preguntarán el por qué del nombre. En
el contexto de una conversación informal, plagada de anécdotas, bromas y
chistes, en torno a la diferencia entre chismes y cuentos, sin pretensión de
alcanzar profundas disquisiciones lingüísticas, el Dr. Medardo Mora, como una
de sus tantas ocurrencia que le afloran cuando se encuentra en un ambiente así,
manifestó que el libro podría llamarse "Hay chismes que parecen cuentos
pero hay cuentos que no son chismes". Todo quedó en el ámbito de la
informalidad, sin embargo, en la mente del autor de estas líneas, la frase caló
profundo Y quedó para el análisis.
Ciertamente, el nombre es extenso y a criterio
del editor, por esa razón, poco recomendable. Sin embargo, por estar apegado a
la naturaleza de estos cuentos, sencillos y anecdóticos, quedó establecido así.
Una de las acepciones de cuento es la de
narración breve de hechos ficticios o de carácter fantástico, hecha con fines
didácticos o recreativos; otra, lo define como enredo y chisme; o también como asunto que tarda en resolverse. Pero,
en definitiva, volviendo al título del libro, ¿qué hace que los chismes
parezcan cuentos?, pero, en cambio, ¿qué los cuentos no sean chismes? Al margen
de pretender, hilar fino, y en el contexto de las narraciones escritas en el
libro, la diferencia radica en la intencionalidad: mientras que el chisme busca
hacer daño,
los cuento", de este texto tienen un carácter eminentemente educativo.
Los cuentos, de la forma como los conciben nuestros coterráneos,
además de ofrecernos una visión concreta de la existencia humana, expresada a
través de lo fantástico Y de lo sobrenatural, son narraciones a través de las
cuales los progenitores enseñaban a sus hijos valores y actitudes cuyo objetivo
era hacer de ellos hombres de bien.
Todos concordamos en la importancia que tiene preservar el patrimonio
cultural, entendido este como el conjunto de bienes de valor histórico,
tangibles e intangibles. Como se entenderá, la tradición oral es también una de
las fuentes que nutren el patrimonio cultural de un pueblo. La trasmisión de
relatos, cantos, leyendas, fábulas, cuentos, entre otros, de padres a hijos, de
generación a generación, hasta llegar a nuestros días, puede sufrir cambios,
distorsiones o lo que es más grave: se pueden perder. Corresponde entonces,
buscar las estrategias más propicias para el rescate, preservación y difusión
de la tradición oral. Escribirla es una alternativa.
El tipo de cuentos que se narran en este libro son algo así como
nuestra ADN cultural. Estos nos pueden ayudar a conocer algo más acerca de
dónde venimos, quiénes somos, Y qué nos puede esperar a futuro. A partir de lo
manifiesto, podemos saber algo sobre los hombres o mujeres que los crearon, su
historia Y contexto cultural, su escala de valores, la relación que guardaban
con todo aquello que rebasaba lo meramente sensitivo. Estos elementos heredados
configuran en el hoy los rasgos distintivos que diferencian o relacionan a una
cultura de otra; así, nos es más asequible entender la forma de pensar y actuar
del hombre concreto, condición indispensable para anticiparnos, no en sentido
determinista, a la forma en que pensará y actuará a futuro en contextos
determinados.
Si se sigue con atención la trayectoria y
dinamia interna que opera en cada uno de los cuentos que contiene el libro,
encontraremos que esta se repite en cada uno de ellos. Parte de hechos o
experiencias cotidianos, se las eleva al mundo de lo fantástico y misterioso en
confrontación con lo moral, para luego descender a la cotidianidad en forma de
savia, enriquecidos, para pasar a integrarse a lo que conocemos como sabiduría
popular.
Indudablemente, lo que los hace atrayentes es
su carácter fantástico y misterioso, los seres humanos siempre nos hemos
sentido cautivados por todo aquello a lo cual nuestros sentidos no pueden
llegar; visto así, estos dos elementos, lo fantástico y misterioso, en sentido
positivo, son como la carnada que cubre al anzuelo, hace que se presente
excitante a los sentidos y si no terminamos mordiéndolo al menos nos lleva a
reflexión. Imaginemos a un profesor explicando a un grupo de niños y
adolescentes la definición del valor de la honradez; con seguridad, pasados
unos minutos, observaremos rostros con indicios de aburrimiento y distracción;
pero, si a ese mismo grupo se les narra un cuento cuyo fin es cultivar el valor
de la responsabilidad, con toda seguridad encontrarán en ella una experiencia
cautivadora y, por sí mismos, concluirá lo importante que es practicar este
valor para beneficio propio y de los demás.
La narración oral no es muy común en estos
días, de a poco se va perdiendo esta tradición. En Manabí, cada año, en
diferentes sitios de la provincia, como parte de las múltiples actividades de
promoción cultural que desarrolla la Universidad Laica "Eloy Alfaro"
de Manabí, se organizan encuentros de cuenteros con el objetivo de mantener
viva esta manifestación cultural. Este libro quiere comulgar también con ese
objetivo.
Para concluir, gratitud imperecedera a todas
las personas que a lo largo de mi vida me hicieron conocer los cuentos del
libro que hoyes presentado. Reconocimiento a la ULEAM, en la persona del Dr.
Medardo Mora, que a través del Departamento de Cultura dirigido hasta hace poco
por el Dr. Horacio Hidrovo Peñaherrera y Editorial Mar Abierto con su Director
Ubaldo Gil Flores, dio el impulso suficiente para que este libro vea luz en este día.
Texto leído el viernes 6 de julio tras la presentación del libro Hay chismes que parecen cuentos pero hay
cuentos que no son chismes, realizado en la Urna Norte del Palacio de
Cristal, en el marco de la 7ma Feria Internacional del libro, Expolibro 2012,
en la ciudad de Guayaquil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario