Este libro de relatos es la ópera prima de Diana Zavala. “Penetrante literatura que no se basa en fotografiar la realidad sino en crear personajes y situaciones mediante ...un lenguaje. Es en el lenguaje, en su dura cadencia, en su fluir y configurar la angustia de sus personajes, en donde el libro consigue desplegar toda su potencia. Es ahí, en la confrontación y el acabose de la desdicha diaria en donde hierven estos platos y, especialmente, en los finales de cada cuento: sorpresivos, poderosos, cautivantes, ricos en su acritud y su belleza”, Juan Secaira.
Fulgor de la derrota
Poemas del guayaquileño Ángel Emilio Hidalgo, “Fulgor de la derrota condensa lo mejor del arte lírico: lo cortante de sus líneas llama a reconsiderar la importancia de la sobriedad del decir poético en una época en que los conceptos, de tanto repetirlos en situaciones anodinas, se han vaciado de sentido”, Fernando Balseca.
Horacio Hidrovo Peñaherrera Antología Poética
Sobre esta obra que reúne la poesía del poeta manabita, Fernando Tinajero señala que Hidrovo vive entre murallas (quisiera cruzar el camino más largo/ pero más allá hay una muralla/ otra muralla), la primera es la separa a todos los poetas, la segunda es la que separa a los campos y ciudades provincianas de la gran ciudad. Horacio es la voz de la periferia, de aquella cuya sola existencia es una denuncia de los que hicieron de los saberes y la palabra una propiedad tan privada como la tierra. La palabra poética de Horacio Hidrovo es palabra política, es la reivindicación de la más humana de las condiciones del hombre; el derecho a la palabra”.
Parecen buenos muchachos
“William Happe, nos muestra otro mundo, antítesis de escenarios frecuentes en la literatura, de ahí su título: Parecen buenos muchachos, donde los personajes salen de mundos bajos, y se desenvuelven en entornos de mafia, violencia, crudeza, venganzas, robos y asesinatos. El filósofo griego Epicteto, nos dice: “si quieres ser bueno, cree primero que eres malo” y es que en calidad de lectores, vemos que Happe, en sus relatos, nos presenta el mal que “acecha” y que domina a sus protagonistas, constituyéndose en el hilo conductor de estos cuentos “, Leticia Loor.
La cruel condena de llamarse Kike Vega
Sobre la novela de Víctor Arias Aroca, Patricio Lovato reseña “Verán personajes famosos desfilar, con total irreverencia, aparecen por Charapotó a la convocatoria de un milagro: el poeta Jorge Enrique Adoum, con su libro: Ecuador, Señas Particulares; y nada más ni nada menos que su maestro (el maestro de Víctor Arias) Miguel Donoso, para vender su libro: Ecuador: Identidad o esquizofrenia. El hilo conductor es frenético: El personaje vive las calles, la cárcel, los barcos, la música, el éxito, los milagros, el abandono, la corrupción, y más que nada los cuentos (…)Su lectura es fácil, su lenguaje, simple, accesible, su prosa, el baúl para encantar y su tesis, digerible, no requiere diccionarios. Aprovéchenlo”.
No debería haber mujeres buenas
Sobre la ópera prima de Yuliana Marcillo “Versos que golpean la conciencia, que dejan una sensación de lluvia pegada a la ventana, de un enorme insecto que se desnuda en un charco de estrellas, los poemas de este libro prorrumpen de una originalidad que bucea la cotidianidad con unos ojos que aterran, que hieren, desafían, solo recuerdo a Bukowski que esperaba la muerte como un gato. Un poemario que transgrede la sintaxis de la vida, que bucea lo recóndito del ser humano”, Cristian López Talavera.
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