Por Leonardo
Moreira Delgado
Remontándonos
al latín, siglo VI a. C, idioma antiguo nacido en Roma y en los
territorios del Lacio, desde donde se deriva el castellano, vehículo
de comunicación universal de los pensadores medievales, podemos decir que
UNIVERSITAS es un establecimiento o conjunto de unidades educativas de
enseñanza superior e investigación. Se ubica en uno o varios lugares llamados
campus. Otorga grados académicos y títulos profesionales.
En nuestra
América. El laicismo, surge a mediados del siglo XIX, a principios del siglo
XX, cuando los movimientos liberales y positivistas de educación laica en
Latinoamérica se desarrollan; personajes como Domingo Faustino Sarmiento de
Argentina, José Pedro Varela de Uruguay, Ignacio Manuel Altamirano de México,
Mercedes Cabellos de Perú y nuestro patrono, Eloy Alfaro Delgado, en Ecuador,
son precursores de estas ideas.
La educación
laica se fundamenta en los resultados del progreso de la ciencia, cuyas
conclusiones no pueden ser presentadas, sino como teorías que se cotejan con
los hechos y los fenómenos que las confirman o refutan. Prescinde así, de
pretensiones dogmáticas y se ubica en el campo de la libertad; no se trata de
una educación atea o agnóstica, sino de una condición del desarrollo libre de
los individuos, hecha para asegurar la libertad de conciencia.
Con ocasión
del Vigésimo Octavo Aniversario, en esta libérrima tribuna del libre
pensamiento, me honra hablar de lo académico, que es la esencia y su razón de
ser. Universidad que no demuestre con evidencias a través de su modelo de
gestión, que ante que todo es Academia y ciencia, no puede
catalogarse como tal.
El término
académico proviene del griego akademia, lugar ubicado en las afueras de
Atenas, donde Platón se reunía a estudiar. Y esa palabra es utilizada
para denominar no solo a individuos, sino también a entidades, objetos o
proyectos que se relacionan con niveles superiores de pensamiento y educación.
El DRAE la define como “sociedad científica, establecida con
autoridad pública y como establecimiento docente, de carácter profesional y
técnico”. Por ello es que las demás funciones de su estructura orgánica están
supeditadas a los objetivos académicos, aunque en nuestro medio aún nos cueste
entenderlo y aceptarlo.
El Art. 350 de
la Constitución de la República del Ecuador señala que el sistema de Educación
Superior tiene como finalidad la formación académica y profesional con visión
científica y humanista; la investigación científica y tecnológica; la
innovación, promoción, desarrollo y difusión de los saberes y las
culturas; la construcción de soluciones para los problemas del país, en
relación con los objetivos del régimen de desarrollo.
Influencias
externas como el Humanismo renacentista (mediados del S. XIV), la Ilustración
(S. XVIII), la Reforma Protestante (1517), la revolución política y el
descubrimiento del Nuevo Mundo (1492) añadieron los derechos humanos a los
planes de estudios universitarios, por eso hoy día, en Ecuador, estamos
hablando del plan del buen vivir. Es decir del talento humano, como eje
transversal del conocimiento.
AUTORIDADES. Público presente entre quienes constan autoridades, decanos, jefes departamentales, alumnos condecorados, empleados e invitados especiales. (foto archivo) |
Uno de
nuestros primeros ejes de acciones académicas es nuestro modelo
educativo, en el marco de cual reflexionamos sobre el ideal de individuos que
queremos formar. Se fundamenta en el enfoque socio humanista, los principios
del laicismo, la unidad de lo cognitivo y afectivo en lo pedagógico, la
formación de valores y el desarrollo integral del estudiante desde un enfoque
de competencias.
Es humanista,
porque se sustenta sobre la base del encargo social, el conocimiento, el
aprendizaje, la filosofía institucional, la historia, los propósitos y fines,
la misión, visión y valores. Se centra principalmente en procesos de
aprendizaje del estudiante en la investigación y sus diferentes métodos, y no
en el profesor que enseña, para desarrollar una educación innovadora basada en
el desarrollo de competencias como guía, orientador, asesor y
facilitador académico y científico.
Teniendo como
base filosófica y científica al modelo educativo, que guía la gestión académica
y el desempeño docente, se convierte en un aspecto crucial el diseño o
rediseño curricular de la oferta educativa, segundo eje de acción, cuyo
plan estratégico de capacitación y formación de los directivos y docentes,
sentará las bases académicas, tal como lo estipula el art 108 de la
LOES, que señala “La propuesta técnica - académica debe contener el modelo
curricular y pedagógico, las mallas y diseños macro y micro curriculares,
perfiles profesionales, programas analíticos, forma de evaluación,
bibliografía, número de créditos, la diversidad pluricultural y multiétnica y
la responsabilidad social”.
Al definir el
concepto de currículo, necesariamente tenemos que asumir el punto de vista ideológico
y político, desde el cual se examina cuál es el modelo de educación al que nos
adscribimos; y, por tanto, la posición filosófica y el marco normativo.
Establecer este enfoque tiene un valor científico, pues de antemano se
presentan y fijan las categorías, las leyes, los componentes y las dimensiones
curriculares, de las cuales hablaremos en adelante.
La noción de
currículo comprende todo aquello que el medio educativo ofrece al estudiante en
posibilidades de aprender y de formación educativa: no solo conceptos, sino
también principios, procedimientos y actitudes; y abarca además, tanto los
medios a través de los cuales la Universidad proporciona esas oportunidades,
cuanto aquellos por los que evalúa los procesos mismos
de aprendizaje.
Un tercer eje
de acción académica es haber
elaborado varias normas que se derivan de la LOES y del Reglamento
de Régimen, donde ponemos énfasis en el trabajo docente – metodológico,
que es la actividad que se realiza en base a los conocimientos más consolidados
de la pedagogía y didáctica general, y en las experiencias acumuladas por los
profesores, con el fin de mejorar el proceso docente educativo.
Y el trabajo científico- metodológico, que es la actividad que
realizan los profesores en el campo de las ciencias, basándose fundamentalmente
en los resultados de las investigaciones, con el fin de perfeccionar el
proceso curricular, como la:
Distribución
de trabajo y carga horaria; Tutoría Académica; Sílabo; Metodología de la
Investigación; El ABC de Didáctica de la Educación; Evaluación del Desempeño
Docente; Carpeta Metodológica del docente; Orientación Metodológica de Trabajo,
Investigación Formativa; Ayudantía de cátedra; Estructura del libro de
texto y Portafolio docente; Manual biométrico de control docente.
Desde esta
perspectiva, la Universidad se proyecta sobre la aplicación eficiente de la
tutoría, como un cuarto eje, acción que permitirá mejorar la
relación entre profesores y estudiantes, desde el punto de vista de
aprovechamiento de potencialidades, así como detectar falencias o
debilidades. Modelo de Tutoría Integral: educativa, orientadora y
personalizada, que vislumbra lo académico, lo vocacional
profesional, lo personal lógico y lo investigativo.
La Ley
Orgánica de Educación Superior, art. 6, señala que “la evaluación de
los docentes está basada en méritos académicos, calidad de la enseñanza
impartida, producción investigativa y perfeccionamiento, lo que determinará su
proceso de autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación”.
Tenemos listo el Reglamento y las matrices de procedimientos, como
el software correspondiente. Nuestro quinto eje, para iniciar el proceso
de evaluación del desempeño docente en los próximos meses, cuya simulación para
efecto de aplicar un plan de mejoramiento lo culminamos hace poco.
A nuestra
Universidad del siglo XXI le corresponde dar respuestas a las necesidades de la
sociedad, la cual presenta cambios provocados principalmente por cuatro
factores: la globalización, la nueva distribución de la ocupación, la
generación del conocimiento y el avance de las tecnologías de la información y
la comunicación. Así mismo, se presentan tres constantes que estamos
atendiendo: el aprendizaje, la innovación y el conocimiento.
Partiendo de
lo que señala el art. 63 de la LOES, de que Las instituciones de educación
superior, a partir de la definición de sus dominios académicos, deberán contar
con líneas, programas y proyectos de investigación, nuestro sexto eje,
a fin de generar conocimientos, en correspondencia con los requerimientos,
prioridades y propósitos contemplados en el Plan Nacional de Desarrollo, los
planes regionales y locales, y los acuerdos y convenios internacionales en los
campos de la Educación Superior, la ciencia, la cultura y la tecnología.
En cuanto a la
Investigación para el aprendizaje.- Art. 60 de la LOES, propenderá “al
desarrollo de actitudes para la indagación, creación e innovación científica,
tecnológica y humanística”. Por ello una de las trascendentales acciones de
gestión académica fue estandarizar las mallas y sílabos mediante
el modelo CINE de la UNESCO (Clasificación Internacional
Normalizada de la Educación), nuestro séptimo eje, cuya cohorte,
debe respetarse sin realizar cambios de fondo y formas, en atención
a la Resolución RPC-SO-12 N° 102, expedida el 27 de marzo del 2013 por el CES.
Como ejemplo,
a partir del segundo semestre de este año (septiembre 2013), todas las
carreras deberán reestructurar dos nuevas asignaturas en sus
mallas curriculares. “Introducción a la Investigación
Científica”, con 4 créditos, y “Diseño de Investigación Científica”, con 4
créditos, que se desarrollarán en dos semestres y pueden ser ubicadas entre el
sexto y el octavo nivel, para disminuir ese ejército de egresados, y lograr al
mismo tiempo que los estudiantes culminen sus semestres y niveles de estudio
defendiendo sus trabajos de graduación, que en el futuro ya no será una tesis,
sino una muestra de sus aprendizajes, competencias y formación profesional,
para resolver un problema o situación práctica.
Como un octavo
eje de acción se estableció el SIGA, donde lo
relevante no es cómo establecer controles, sino cómo desde la racionalidad y
ética del trabajo docente, establecer mecanismos que permitan aprovechar las
oportunidades de incrementar la calidad educativa, describiendo, explicando,
valorando los objetivos, mejorando los resultados y el impacto de la labor de
los procesos universitarios.
Esto se
sustenta en que todas las IES están obligadas a colocar los materiales de
elaboración propia de las mallas y asignaturas, correspondientes a sus carreras
y programas, incluyendo el micro-currículo, en una plataforma en línea masiva y
abierta, en base a archivos de texto, video y/o audio de fácil revisión y
portabilidad, bajo una licencia de uso abierta a fin de coadyuvar a la difusión
democrática del conocimiento como un bien público, abierto y libre para la
ciudadanía (art.37).
Todo lo
expresado debe tener coherencia con los hechos, ya que según el Art. 93 de la
LOES, se establece que el principio de calidad consiste en la búsqueda
constante y sistemática de la excelencia, la pertinencia, producción óptima,
transmisión del conocimiento y desarrollo del pensamiento mediante la
autocrítica, la crítica externa y el mejoramiento permanente.
Pero para que esto sea realidad, también los
académicos tenemos que defender lo estipulado en el art. 355 de la Constitución
del Ecuador, que dice que el Estado reconocerá y garantizará el
ejercicio de la libertad académica y el derecho a la búsqueda de la verdad, sin
restricciones y en consonancia con los principios de alternancia,
transparencia y los derechos políticos; y la producción de ciencia,
tecnología, cultura y arte…”.
Hoy no es suficiente un conocimiento
actualizado, meramente reiterativo de los saberes en determinado momento, es
imprescindible no solo “aprender a aprender” nuevos contenidos, sino “aprender
a pensar”, aprender a integrarlos en un contexto significativo, aprender a
asumirlos críticamente, aprender a rehacerlos, aprender a inventar, ser capaces
de generar nuevos saberes apropiados a nuestra realidad. En este sentido, la
aplicación del método científico, la pedagogía y filosofía, el desarrollo de
habilidades investigativas en el proceso curricular y docente resulta
insustituible.
Esta querida institución de educación superior,
liderada por su gestor y prominente rector, El Dr. Medardo Mora Solórzano, ha
creado todos los espacios posibles para ello, en la línea del laicismo, lo
cultural y lo académico, para que todos discutamos,
sostengamos y difundamos el saber, que se consolida con la editorial
Mar Abierto, nuestro mayor referente nacional en la difusión del conocimiento,
escenario donde hemos tenido la oportunidad para escribir, leer, indagar,
escuchar, discutir y discernir. Hoy tenemos que pensar, no temer a la crítica,
ya que sin criticidad no se puede llamar universidad a un centro de Educación
Superior. Los invito a seguir pensando, a seguir repensando en una
Universidad Académica, de los mantenses para los manabitas y de los
manabitas para Ecuador.
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