viernes, 15 de noviembre de 2013

LA UNIVERSIDAD POR SU NATURALEZA Y CIENTIFICIDAD ES ACADÉMICA



Por Leonardo Moreira Delgado

Remontándonos al latín, siglo VI a. C, idioma antiguo nacido en Roma y en los territorios del Lacio, desde donde se deriva el castellano,  vehículo de comunicación universal de los pensadores medievales, podemos decir que UNIVERSITAS es un establecimiento o conjunto de unidades educativas de enseñanza superior e investigación. Se ubica en uno o varios lugares llamados campus. Otorga grados académicos y títulos profesionales.

En nuestra América. El laicismo, surge a mediados del siglo XIX, a principios del siglo XX, cuando los movimientos liberales y positivistas de educación laica en Latinoamérica se desarrollan; personajes como Domingo Faustino Sarmiento de Argentina, José Pedro Varela de Uruguay, Ignacio Manuel Altamirano de México, Mercedes Cabellos de Perú y nuestro patrono, Eloy Alfaro Delgado, en Ecuador, son precursores de estas ideas.

La educación laica se fundamenta en los resultados del progreso de la ciencia, cuyas conclusiones no pueden ser presentadas, sino como teorías que se cotejan con los hechos y los fenómenos que las confirman o refutan. Prescinde así, de pretensiones dogmáticas y se ubica en el campo de la libertad; no se trata de una educación atea o agnóstica, sino de una condición del desarrollo libre de los individuos, hecha para asegurar la libertad de conciencia.
 
El Dr Medardo Mora cuando se dirigió a los presentes en la sesión anterior. (foto archivo)
Con ocasión del Vigésimo Octavo Aniversario, en esta libérrima tribuna del libre pensamiento, me honra hablar de lo académico, que es la esencia y su razón de ser. Universidad que no demuestre con evidencias a través de su modelo de gestión, que ante que todo es Academia y ciencia,  no puede catalogarse como tal.

El término académico proviene del griego akademia, lugar ubicado en las afueras de Atenas, donde Platón se reunía a estudiar. Y esa palabra es  utilizada para denominar no solo a individuos, sino también a entidades, objetos o proyectos que se relacionan con niveles superiores de pensamiento y educación. El DRAE la define como “sociedad científica,  establecida con autoridad pública y como establecimiento docente, de carácter profesional y técnico”. Por ello es que las demás funciones de su estructura orgánica están supeditadas a los objetivos académicos, aunque en nuestro medio aún nos cueste entenderlo y aceptarlo.

El Art. 350 de la Constitución de la República del Ecuador señala que el sistema de Educación Superior tiene como finalidad la formación académica y profesional con visión científica y humanista; la investigación científica y tecnológica; la innovación, promoción,  desarrollo y difusión de los saberes y las culturas; la construcción de soluciones para los problemas del país, en relación con los objetivos del régimen de desarrollo.

Influencias externas como el Humanismo renacentista (mediados del S. XIV), la Ilustración (S. XVIII), la Reforma Protestante (1517), la revolución política y el descubrimiento del Nuevo Mundo (1492) añadieron los derechos humanos a los planes de estudios universitarios, por eso hoy día, en Ecuador,  estamos hablando del plan del buen vivir. Es decir del talento humano, como eje transversal del conocimiento.
 
AUTORIDADES. Público presente entre quienes constan autoridades, decanos, jefes departamentales, alumnos condecorados, empleados e invitados especiales. (foto archivo)
Uno de nuestros primeros ejes de acciones académicas es nuestro modelo educativo, en el marco de cual reflexionamos sobre el ideal de individuos que queremos formar. Se fundamenta en el enfoque socio humanista, los principios del laicismo, la unidad de lo cognitivo y afectivo en lo pedagógico, la formación de valores y el desarrollo integral del estudiante desde un enfoque de competencias.

Es humanista, porque se sustenta sobre la base del encargo social, el conocimiento, el aprendizaje, la filosofía institucional, la historia, los propósitos y fines, la misión, visión y valores. Se centra principalmente en procesos de aprendizaje del estudiante en la investigación y sus diferentes métodos, y no en el profesor que enseña, para desarrollar una educación innovadora basada en el desarrollo de competencias como  guía, orientador, asesor y facilitador  académico y científico.

Teniendo como base filosófica y científica al modelo educativo, que guía la gestión académica y el desempeño docente, se convierte en un aspecto crucial el diseño o rediseño curricular de la oferta educativa, segundo eje de acción, cuyo plan estratégico de capacitación y formación de los directivos y docentes, sentará las bases  académicas, tal como lo estipula el art 108 de la LOES, que señala “La propuesta técnica - académica debe contener el modelo curricular y pedagógico, las mallas y diseños macro y micro curriculares, perfiles profesionales, programas analíticos, forma de evaluación, bibliografía, número de créditos, la diversidad pluricultural y multiétnica y la responsabilidad social”.

Al definir el concepto de currículo, necesariamente tenemos que asumir el punto de vista ideológico y político, desde el cual se examina cuál es el modelo de educación al que nos adscribimos; y, por tanto, la posición filosófica y el marco normativo. Establecer este enfoque tiene un valor científico, pues de antemano se presentan y fijan las categorías, las leyes, los componentes y las dimensiones curriculares, de las cuales hablaremos en adelante.
La noción de currículo comprende todo aquello que el medio educativo ofrece al estudiante en posibilidades de aprender y de formación educativa: no solo conceptos, sino también principios, procedimientos y actitudes; y abarca además, tanto los medios a través de los cuales la Universidad proporciona esas oportunidades, cuanto aquellos por los que evalúa los procesos mismos de  aprendizaje.

Un tercer eje de acción académica es haber elaborado  varias normas que se derivan de la LOES y del Reglamento de Régimen, donde ponemos énfasis en el trabajo docente – metodológico, que es la actividad que se realiza en base a los conocimientos más consolidados de la pedagogía y didáctica general, y en las experiencias acumuladas por los profesores, con el fin de mejorar el proceso docente educativo.  Y el trabajo científico- metodológico, que es la actividad que realizan los profesores en el campo de las ciencias, basándose fundamentalmente en los resultados de las investigaciones, con el fin de perfeccionar el proceso curricular, como la:

Distribución de trabajo y carga horaria; Tutoría Académica; Sílabo; Metodología de la Investigación; El ABC de Didáctica de la Educación; Evaluación del Desempeño Docente; Carpeta Metodológica del docente; Orientación Metodológica de Trabajo, Investigación Formativa; Ayudantía de cátedra; Estructura del libro de texto  y Portafolio docente; Manual biométrico de control docente.

Desde esta perspectiva, la Universidad se proyecta sobre la aplicación eficiente de la tutoría, como un cuarto eje, acción que permitirá mejorar la relación entre profesores y estudiantes, desde el punto de vista de aprovechamiento de potencialidades, así como detectar falencias o debilidades. Modelo de Tutoría Integral: educativa, orientadora y personalizada, que vislumbra lo académico, lo  vocacional profesional, lo personal lógico y lo investigativo.

La Ley Orgánica de Educación Superior, art. 6,  señala que “la evaluación de los docentes está basada en méritos académicos, calidad de la enseñanza impartida, producción investigativa y perfeccionamiento, lo que determinará su proceso de autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación”.   Tenemos listo el Reglamento y las matrices de procedimientos, como el software correspondiente. Nuestro quinto eje, para iniciar el proceso de evaluación del desempeño docente en los próximos meses, cuya simulación para efecto de aplicar un plan de mejoramiento lo culminamos hace poco.

A nuestra Universidad del siglo XXI le corresponde dar respuestas a las necesidades de la sociedad, la cual presenta cambios provocados principalmente por cuatro factores: la globalización, la nueva distribución de la ocupación, la generación del conocimiento y el avance de las tecnologías de la información y la comunicación. Así mismo, se presentan tres constantes que estamos atendiendo: el aprendizaje, la innovación y el conocimiento.

Partiendo de lo que señala el art. 63 de la LOES, de que Las instituciones de educación superior, a partir de la definición de sus dominios académicos, deberán contar con líneas, programas y proyectos de investigación, nuestro sexto eje, a fin de generar conocimientos, en correspondencia con los requerimientos, prioridades y propósitos contemplados en el Plan Nacional de Desarrollo, los planes regionales y locales, y los acuerdos y convenios internacionales en los campos de la Educación Superior, la ciencia, la cultura y la tecnología.
 
ACTO. La solemnidad se hace presente en cada evento por el aniversario de la ULEAM. (foto archivo)
En cuanto a la Investigación para el aprendizaje.- Art. 60 de la LOES, propenderá “al desarrollo de actitudes para la indagación, creación e innovación científica, tecnológica y humanística”. Por ello una de las trascendentales acciones de gestión académica fue estandarizar las mallas y sílabos mediante el   modelo CINE de la UNESCO (Clasificación Internacional Normalizada de la Educación), nuestro séptimo eje, cuya cohorte, debe  respetarse sin realizar cambios de fondo y formas, en atención a la Resolución RPC-SO-12 N° 102, expedida el 27 de marzo del 2013 por el CES.

Como ejemplo, a partir del segundo semestre de este año (septiembre 2013), todas las carreras  deberán reestructurar dos nuevas asignaturas en sus mallas curriculares.  “Introducción a la  Investigación Científica”, con 4 créditos, y “Diseño de Investigación Científica”, con 4 créditos, que se desarrollarán en dos semestres y pueden ser ubicadas entre el sexto y el octavo nivel, para disminuir ese ejército de egresados, y lograr al mismo tiempo que los estudiantes culminen sus semestres y niveles de estudio defendiendo sus trabajos de graduación, que en el futuro ya no será una tesis, sino una muestra de sus aprendizajes, competencias y formación profesional, para resolver un problema o situación práctica. 

Como un octavo eje de acción se estableció el SIGA, donde lo relevante no es cómo establecer controles, sino cómo desde la racionalidad y ética del trabajo docente, establecer mecanismos que permitan aprovechar las oportunidades de incrementar la calidad educativa, describiendo, explicando, valorando los objetivos, mejorando los resultados y el impacto de la labor de los procesos universitarios.

Esto se sustenta en que todas las IES están obligadas a colocar los materiales de elaboración propia de las mallas y asignaturas, correspondientes a sus carreras y programas, incluyendo el micro-currículo, en una plataforma en línea masiva y abierta, en base a archivos de texto, video y/o audio de fácil revisión y portabilidad, bajo una licencia de uso abierta a fin de coadyuvar a la difusión democrática del conocimiento como un bien público, abierto y libre para la ciudadanía (art.37).

Todo lo expresado debe tener coherencia con los hechos, ya que según el Art. 93 de la LOES, se establece que el principio de calidad consiste en la búsqueda constante y sistemática de la excelencia, la pertinencia, producción óptima, transmisión del conocimiento y desarrollo del pensamiento mediante la autocrítica, la crítica externa y el mejoramiento permanente.
Pero para que esto sea realidad, también los académicos tenemos que defender lo estipulado en el art. 355 de la Constitución del Ecuador, que dice que el Estado reconocerá y garantizará el ejercicio de la libertad académica y el derecho a la búsqueda de la verdad, sin restricciones y en consonancia con los principios de alternancia, transparencia y los derechos políticos; y la producción de ciencia, tecnología, cultura y arte…”.

 Hoy no es suficiente un conocimiento actualizado, meramente reiterativo de los saberes en determinado momento, es imprescindible no solo “aprender a aprender” nuevos contenidos, sino “aprender a pensar”, aprender a integrarlos en un contexto significativo, aprender a asumirlos críticamente, aprender a rehacerlos, aprender a inventar, ser capaces de generar nuevos saberes apropiados a nuestra realidad. En este sentido, la aplicación del método científico, la pedagogía y filosofía, el desarrollo de habilidades investigativas en el proceso curricular y docente resulta insustituible.

Esta querida institución de educación superior, liderada por su gestor y prominente rector, El Dr. Medardo Mora Solórzano, ha creado todos los espacios posibles para ello, en la línea del laicismo, lo cultural y  lo académico, para que todos discutamos, sostengamos  y difundamos el saber, que se consolida con la editorial Mar Abierto, nuestro mayor referente nacional en la difusión del conocimiento, escenario donde hemos tenido la oportunidad para escribir, leer, indagar, escuchar, discutir y discernir. Hoy tenemos que pensar, no temer a la crítica, ya que sin criticidad no se puede llamar universidad a un centro de Educación Superior.  Los invito a seguir pensando, a seguir repensando en una Universidad Académica,  de los mantenses para los manabitas y de los manabitas para Ecuador.

Texto leído por el vicerrector académico Leonardo Moreira en la sesión solemne de aniversario de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, la noche del miércoles 13 de noviembre del 2013.

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