Ante el atraso universitario y en gran medida el
fracaso de la educación ecuatoriana en todos los niveles, hay que desarrollar
las editoriales universitarias para editar, "dar a luz" libros y
crear una cultura del lector, una cultura del escritor académico e investigador
universitario, una cultura del Derecho de Autor como modo de incentivar y
estimular a quien produce conocimiento.
Dentro de toda esta aspiración -lo cual connota que
no todo estaba mal porque sí hay ejemplos de trabajo universitario- que no es
solo de la Universidad Laica Eloy Alfara de Manabí, sino sentida por toda la
Universidad, se hizo el “II Seminario Internacional de Editoriales
Universitarias" para hablar sobre trascendentes temas: la sociedad, el
lector y el libro como sujeto y objeto, fuente inagotable de cultura,
conocimiento y sabiduría.
La editorial Mar Abierto que ejecutó un Plan
Estratégico de diez años y que tiene otro por el mismo tiempo para consolidar
distribución y ventas, y sobre todo consolidar marca editorial y marcas
autores, que tuvo la iniciativa de este proceso nacional, consciente de los
desafíos por los que atraviesa la Educación Superior, creó la Red de
Editoriales Universitarias y Politécnicas del Ecuador (REUPDE) para consolidar
los procesos de formación del editor universitario y de las editoriales
universitarias.
La proyección de un Plan Estratégico para REUPDE por
los próximos veinte años nos deja intuir parte de los esfuerzos compartidos que
hemos de invertir, apenas hemos abierto el telón para empezar a caminar una
larga jornada. Las editoriales universitarias, al ser un canal entre el
investigador y escritor universitario, incluso de los profesionales eficientes,
con las autoridades universitarias, se convierte, la editorial, en uno de los
últimos eslabones para completar la fase de formación profesional en la
docencia o investigación, y es en la escritura, en su divulgación y
confrontación con la realidad, donde el autor y su institución, adquieren la
permanencia en el tiempo y en el espacio, y la vuelven a la universidad y al
académico en el referente y orientador social despegado de interés personal o
de grupo y con ello la universidad volverá a ser lo que nunca debió dejar de
ser: el mayor espacio de debate, de libertad y de realización humana personal y
democrática.
LOS EDITORES
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