martes, 15 de marzo de 2011

UNIVERSIDAD = ELITE

Parte 1


Por: Medardo Mora
La palabra elite es un galicismo (francés o galo) con el que se refiere a un grupo selecto de personas, que sabe y conoce bien la actividad, profesión u oficio que realiza, es decir son los que tienen un mejor dominio de lo que hacen, saben lo que quieren, cómo lograrlo y lo que hacen lo hacen bien, esta es la verdadera definición de lo que significa una elite que puede ser parte de la gestión política, económica, financiera, educativa, técnica, etc., es decir, se puede hablar de elites en las diferentes actividades del quehacer humano

Surge la pregunta debe o no debe una Universidad formar los mejores técnicos o profesionales que le sea posible, debe una Universidad formar elites o contentarse con otorgar títulos a ciudadanos comunes y corrientes, con conocimientos superficiales, la respuesta no admite vacilaciones ni dudas, esa es su obligación y responsabilidad, no se trata de formar profesionales o técnicos en abundancia, se trata de formarlos de la mejor calidad que sea posible, con un adecuado bagaje de conocimientos, que estén debidamente orientados y preparados para la vida, no se puede sacrificar calidad por cantidad, primero en educación universitaria es lo cualitativo y después lo cuantitativo, los méritos, las virtudes, la dedicación, la vocación, las aptitudes, las habilidades, las destrezas, forman parte del deber ser en la formación profesional en una Universidad, lo contrario es apostar por la mediocridad y eso está lejos de ser la función de una entidad de educación superior, no se puede olvidar que en la histórica Declaración de los Derechos Humanos se estipula que a la educación universitaria se accede por méritos, lo cual es igualitario, lo alternativo es tratar por igual al que se esfuerza, al que estudia, al que procura superarse, al inteligente, al que se esmera, con aquel que sólo le interesa ocupar su tiempo concurriendo a la Universidad u obtener un título que no tiene la suficiente base en su formación profesional, aquello le impedirá ejercer su profesión con la solvencia y eficacia que la sociedad demanda.

Lo antes expuesto nos conduce a sostener que una Universidad debe fomentar o estimular la superación de sus estudiantes, tratar de que sean profesionales y/o ciudadanos del más alto nivel, una Universidad está para preparar futuros dirigentes o líderes en las distintas actividades humanas, para que eso sea factible debe formarlos en los mejores ambientes o condiciones posibles, para ello debe contar con todos los insumos para hacerlo, buenos docentes, talleres o laboratorios para prácticas, no tiene ningún sentido que una Universidad a pretexto de ser democrática o popular forme a sus futuros egresados sin que aprendan a diferenciar lo que vale de lo que no vale, es prepararlos para alcanzar un buen nivel de vida, eso se lo logra familiarizándolos con los más exigentes y mejores ambientes y lugares, lo contrario es acostumbrarlos o habituarlos a frecuentar sitios que van incidiendo en el proceso formativo de su personalidad y se van acostumbrando a ser personas que se contentan con ser de niveles inferiores, aquello a su vez crea resentimientos que en nada ayudan a construir un mejor país, no hay que olvidar que el ser humano es un ser cuyas costumbres van incidiendo en su mentalidad y se constituyen en parte de su personalidad y estilo de vida, ó nos preocupamos para ser parte de lo más selecto de nuestra actividad o pasamos a formar parte de una masa donde no cuentan los méritos, pasamos a ser parte de un grupo humano que abandona su derecho a pensar, a razonar, a ser autocrítico y crítico, lo que no nos permite aportar a la solución de los complejos y heterogéneos problemas de una sociedad, nos constituimos en una especie de personas arrebañadas que siguen a quien más grita o es más audaz y/o insolente, es un espacio donde la razón no tiene cabida y eso es lo opuesto a lo que debe aspirar un ser humano que se respete así mismo, sobre todo si ostenta la condición de profesional.

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