Por: Leonardo Moreira
Hablando literalmente, desafío es un verbo que hace referencia a competir, retar o provocar a alguien. Acción de superar un escollo importante.
Una actitud desafiante es lo contrario a una actitud conformista. La propia vida se presenta como un desafío, pues se supone sortear diariamente los inconvenientes y problemas, y resultar airoso, es decir, poder ser feliz, a pesar de todo.
Estas definiciones más allá de lo semántico, tienen mucho que ver, entre otras, con la misión y visión de la Universidad, con sus funciones y roles académicos, sociales y políticos en el mejor sentido de la palabra.
Para aproximarnos al entendimiento y compresión de la temática que nos ocupa, les propongo metodológicamente plantearnos algunas preguntas, con sus debidas repuestas por supuesto, porque uno de los grandes desafíos, para los actores y protagonistas internos y externos de las universidades, como para muchos componentes filosóficos de nuestra misma vida, es que siempre existen más preguntas que repuestas, es decir empíricamente señalamos las causas, un poco los efectos, pero casi nunca científicamente las soluciones.
Por su naturaleza Qué hace la Universidad? o Para qué existe la Universidad?, parece fácil¡, allí están unos de nuestros desafíos naturales.
Si no lo sabemos, qué hace en su esencia y para qué existe la Universidad, estamos haciendo cosas que no nos corresponden, por eso es que muchas universidades se encerraron en su claustro, se alejaron de la ciencia, le dieron la espalda a lo fundamental de su razón que es lo académico, no saludaron a los procesos de evaluación, no tienen oídos para la rendición de cuentas y se enemistaron con el arte y la cultura.
Qué es la Universidad, es una pregunta natural, es decir preguntamos sobre la naturaleza de la universidad. La palabra naturaleza significa nacer, entonces ¿Para qué nació la universidad?
Cuando la universidad nació, fue idea y orden, pensamiento y organización. En cuanto a la idea nació para la ciencia. En cuanto a orden se organizo para funcionar (administración).
Es decir, históricamente nació la Universidad para: la ciencia, para las personas y para que la ciencia y las personas se pongan al servicio de la sociedad. A estos le llamamos misiones de la universidad:
La palabra misión es: compromiso, objetivo, propósitos, metas, etc. y cuando uno se plantea una misión tiene que hacer algo > en este caso investigación. Ese es un gran desafío, al mismo tiempo una estrategia científica.
En cuanto a sus funciones, de las tres clásicas: docencia, investigación, vinculación, los nuevos desafíos son: la Innovación y el Emprendimiento, quienes no se innoven perecerán, no por el mandato de una ley, sino por el mundo competitivo en que vivimos y quienes no emprendan con sus estudiantes en el contexto de su realidad social, se auto excluirán ante el peso de la circunstancias históricas. EL Modelo de la I+D+I.- Investigación - desarrollo- Innovación, es la tendencia y el eje transversal en el espíritu, la razón y la consciencia de la universidad del siglo XXI.
Los desafíos que enfrentan las instituciones de educación superior hoy, provienen de dos fuentes: a) Los cambios que genera el turbulento entorno internacional como consecuencia del proceso de mundializacion. b) Los desafíos internos que deben enfrentar para actuar en forma proactiva ante dichos cambios.
La UNESCO, ante esas paradojas, plantea los siguientes criterios que considera indispensables para la educación superior de hoy:
PERTINENCIA, entendida como el papel que desempeñan las instituciones de educación superior; es decir, la justificación que deben demostrar de que su quehacer responde a las necesidades de la sociedad que las financia. De su cometido y lugar en la sociedad, de sus funciones con relación a la enseñanza, la investigación y los servicios, así como de sus vínculos con las empresas y con el Estado y de su interrelación con los demás niveles de educación.
Las otras son CALIDAD, FINANCIAMIENTO y EVALUACION Y ACREDITACION, entendidos como los procesos necesarios para asegurar el cumplimiento de las misiones institucionales, por medio de la fijación de estándares y de procesos de auto evaluación y acreditación nacional e internacional.
La universidad se gana derecho de autonomía, respecto a los cómo procede con acierto, por eso la democracia no es el fundamento de la autonomía. El fundamento de la autonomía es el poder del saber.
Desde la época del renacimiento, nace el poder de los que saben: el studium. studium significa pasión por el saber, entusiasmo, amar la sabiduría.
El origen de la autonomía es un reconocimiento del saber, no es dadiva del poder, no es lo mismo dar que reconocer.
Toda actividad pedagógica es o se desarrolla dentro de la conversación humana y todo acto pedagógico debe ser una comunicación, para que sea más humano.
Entonces el desafío más importante de profesor universitario es generar y desarrollar almas de grupos, sentimientos comunes. La persona es la que hace ciencia y estemos claros que la ciencia existe porque existe la inteligencia humana. Hay que aproximarnos a la ciencia con espíritu de libertad, por amor al conocimiento.
Aquí cabe el clásico ejemplo de Marx, entre la casa construida por el hombre y la colmena edificada por las abejas. La colmena se hace por instinto, en el hombre en cambio hay un fin consciente, se planifica, se proyecta y luego se realiza. Ese fin consciente es otro de los grandes desafíos de universidad.
Es válido pensar como consecuencia de esto, que entendida la "universitas" como generadora del saber, se atribuyó el carácter de "Alma mater" en el sentido de engendrar y trasformar al hombre por obra de la ciencia y del saber. ("madre nutricia", "alma" es un adjetivo derivado de alo / alere, que significa alimentar, hacer crecer).
Uno de los fundamentales desafíos de la Universidad, “además de facilitar una formación profesional, de preparar científicos, literatos, abogados, médicos, ingenieros..., pero sobre eso, y antes que todo eso, hombres y mujeres, personas capaces de concebir un ideal, de gobernar con sustantividad su propia vida y de producirla mediante el armonioso consorcio de todas sus facultades".
Universitas” comprende la diversidad de las ciencias y de las disciplinas convergentes en la unidad del saber. Debemos recordar que con el término "Epi-Istéme" los griegos reconocieron el triunfo de la inteligencia al penetrar ésta mediante la observación y el pensamiento filosófico en la naturaleza misma de las cosas y los fenómenos, superando el mito y las ficciones en torno a ellas.
En estos desafíos existen muchos modelos de universidades, que van desde la alemana, pasando por la anglosajona hasta llegar a la napoleónica, que es con la que más nos hemos identificados y en la práctica sin poder salir de ella a pesar de que vivimos cambios de épocas o épocas de cambio.
En tal sentido cito a Ortega y Gaset, quién representa, sin duda, la mayor aportación del pensamiento Español, al problema que nos ocupa. La clave de la posición de Ortega está en colocar la cultura y no la ciencia en el centro de las tareas universitarias.
Ortega afirma que la Universidad Alemana, con su culto a la ciencia, había producido la desintegración cultural del hombre moderno. Para remediar esta situación, Ortega proclama que la misión de la Universidad no es solamente el cultivo de la ciencia, sino formar hombres cultos.
Se entiende por cultura, en el sentido orteguiano, el sistema de ideas vivas que cada tiempo posee. La cultura no se presenta por tanto como una suma de conocimientos, sino como un conjunto de ideas vitales, ideas que guían la existencia humana y justifican las decisiones que en cada momento adopta el hombre y la mujer.
Ortega, no niega en absoluto la importancia de la ciencia ni de la Investigación. Ve en ellas, “el humus donde la enseñanza superior tenga hincadas sus voraces raíces”, pues sin contacto con la ciencia, la Universidad terminaría degenerando en “sarmentoso escolasticismo”. La Ciencia deben ocupar “una zona circular” a la Universidad y no intentar absorber su centro, ni usurpar la auténtica misión, que es la cultura.
Sobre este alejamiento racional y práctico, en Latinoamérica los conceptos de calidad, evaluación y acreditación fueron introducidos como muletillas de un proyecto político mercadocéntrico. Ahí la calidad de las universidades es juzgada en la medida que responden “adecuadamente” a las expectativas de la acumulación del capital, generando sociedades de conocimiento fragmentarias y subordinadas a la reproducción de un modelo de una sociedad inequitativa e injusta, basada en el egoísmo.
La calidad no existe en lo abstracto, lleva en si el concepto de comparación, es decir tenemos que tener un referente, porque lamentablemente estamos viviendo en un contexto de incertidumbre, leyes sin razones académicas ni principios científicos y ante ello es fundamental seguir el modelo de esta universidad en materia de producción del conocimiento, por cuanto las universidades en sus mayorías los que se dedican es a repartir conocimientos ajenos, no propio, como sí lo está haciendo nuestra editorial “Mar Abierto”.
Bajo este esquema mercadocéntrico de evaluación, se premia la reproducción del papel de la universidad como un espacio reducido a la formación profesional de la fuerza de trabajo, llevando consigo al desarrollo de perfiles profesionales, antes que de intelectuales e investigadores. Se premia la cantidad de proyectos “auto-financiados”, el número de alumnos graduados, etc. Y el desafío es hacer una universidad académica, no profesionalizante, en que todo trabajo de investigación transforme realidades.
Es evidente que la sociedad de la información toca las puertas de todas las actividades humanas, pero en particular a la educación, el educador tiene que convertirse por la fuerza de los acontecimientos, en aquel que inculque valores y promueva criterios para navegar con éxito en el océano de las bases de datos, las ediciones electrónicas, las páginas web y el mundo virtual, es decir tenemos que articularnos con la generación de jóvenes punto com. , pero eso sí, con un rostro humano. El desafío ya no es el número de computadoras relación números de alumnos, sino por el uso de ancho de banda.
En esta casa donde se construyen mis sueños, sus sueños, recuerde que el primordial desafío, son los estudiantes, que no creen lo que decimos, sino lo que vivimos. Por ello, predicando con el ejemplo, primero tenemos que transformarnos a si mismo, para luego pretender transformar a la universidad y solo así finalmente poder transformar a la sociedad.
Hablando literalmente, desafío es un verbo que hace referencia a competir, retar o provocar a alguien. Acción de superar un escollo importante.
Una actitud desafiante es lo contrario a una actitud conformista. La propia vida se presenta como un desafío, pues se supone sortear diariamente los inconvenientes y problemas, y resultar airoso, es decir, poder ser feliz, a pesar de todo.
Estas definiciones más allá de lo semántico, tienen mucho que ver, entre otras, con la misión y visión de la Universidad, con sus funciones y roles académicos, sociales y políticos en el mejor sentido de la palabra.
Para aproximarnos al entendimiento y compresión de la temática que nos ocupa, les propongo metodológicamente plantearnos algunas preguntas, con sus debidas repuestas por supuesto, porque uno de los grandes desafíos, para los actores y protagonistas internos y externos de las universidades, como para muchos componentes filosóficos de nuestra misma vida, es que siempre existen más preguntas que repuestas, es decir empíricamente señalamos las causas, un poco los efectos, pero casi nunca científicamente las soluciones.
Por su naturaleza Qué hace la Universidad? o Para qué existe la Universidad?, parece fácil¡, allí están unos de nuestros desafíos naturales.
Si no lo sabemos, qué hace en su esencia y para qué existe la Universidad, estamos haciendo cosas que no nos corresponden, por eso es que muchas universidades se encerraron en su claustro, se alejaron de la ciencia, le dieron la espalda a lo fundamental de su razón que es lo académico, no saludaron a los procesos de evaluación, no tienen oídos para la rendición de cuentas y se enemistaron con el arte y la cultura.
Qué es la Universidad, es una pregunta natural, es decir preguntamos sobre la naturaleza de la universidad. La palabra naturaleza significa nacer, entonces ¿Para qué nació la universidad?
Cuando la universidad nació, fue idea y orden, pensamiento y organización. En cuanto a la idea nació para la ciencia. En cuanto a orden se organizo para funcionar (administración).
Es decir, históricamente nació la Universidad para: la ciencia, para las personas y para que la ciencia y las personas se pongan al servicio de la sociedad. A estos le llamamos misiones de la universidad:
La palabra misión es: compromiso, objetivo, propósitos, metas, etc. y cuando uno se plantea una misión tiene que hacer algo > en este caso investigación. Ese es un gran desafío, al mismo tiempo una estrategia científica.
En cuanto a sus funciones, de las tres clásicas: docencia, investigación, vinculación, los nuevos desafíos son: la Innovación y el Emprendimiento, quienes no se innoven perecerán, no por el mandato de una ley, sino por el mundo competitivo en que vivimos y quienes no emprendan con sus estudiantes en el contexto de su realidad social, se auto excluirán ante el peso de la circunstancias históricas. EL Modelo de la I+D+I.- Investigación - desarrollo- Innovación, es la tendencia y el eje transversal en el espíritu, la razón y la consciencia de la universidad del siglo XXI.
Los desafíos que enfrentan las instituciones de educación superior hoy, provienen de dos fuentes: a) Los cambios que genera el turbulento entorno internacional como consecuencia del proceso de mundializacion. b) Los desafíos internos que deben enfrentar para actuar en forma proactiva ante dichos cambios.
La UNESCO, ante esas paradojas, plantea los siguientes criterios que considera indispensables para la educación superior de hoy:
PERTINENCIA, entendida como el papel que desempeñan las instituciones de educación superior; es decir, la justificación que deben demostrar de que su quehacer responde a las necesidades de la sociedad que las financia. De su cometido y lugar en la sociedad, de sus funciones con relación a la enseñanza, la investigación y los servicios, así como de sus vínculos con las empresas y con el Estado y de su interrelación con los demás niveles de educación.
Las otras son CALIDAD, FINANCIAMIENTO y EVALUACION Y ACREDITACION, entendidos como los procesos necesarios para asegurar el cumplimiento de las misiones institucionales, por medio de la fijación de estándares y de procesos de auto evaluación y acreditación nacional e internacional.
La universidad se gana derecho de autonomía, respecto a los cómo procede con acierto, por eso la democracia no es el fundamento de la autonomía. El fundamento de la autonomía es el poder del saber.
Desde la época del renacimiento, nace el poder de los que saben: el studium. studium significa pasión por el saber, entusiasmo, amar la sabiduría.
El origen de la autonomía es un reconocimiento del saber, no es dadiva del poder, no es lo mismo dar que reconocer.
Toda actividad pedagógica es o se desarrolla dentro de la conversación humana y todo acto pedagógico debe ser una comunicación, para que sea más humano.
Entonces el desafío más importante de profesor universitario es generar y desarrollar almas de grupos, sentimientos comunes. La persona es la que hace ciencia y estemos claros que la ciencia existe porque existe la inteligencia humana. Hay que aproximarnos a la ciencia con espíritu de libertad, por amor al conocimiento.
Aquí cabe el clásico ejemplo de Marx, entre la casa construida por el hombre y la colmena edificada por las abejas. La colmena se hace por instinto, en el hombre en cambio hay un fin consciente, se planifica, se proyecta y luego se realiza. Ese fin consciente es otro de los grandes desafíos de universidad.
Es válido pensar como consecuencia de esto, que entendida la "universitas" como generadora del saber, se atribuyó el carácter de "Alma mater" en el sentido de engendrar y trasformar al hombre por obra de la ciencia y del saber. ("madre nutricia", "alma" es un adjetivo derivado de alo / alere, que significa alimentar, hacer crecer).
Uno de los fundamentales desafíos de la Universidad, “además de facilitar una formación profesional, de preparar científicos, literatos, abogados, médicos, ingenieros..., pero sobre eso, y antes que todo eso, hombres y mujeres, personas capaces de concebir un ideal, de gobernar con sustantividad su propia vida y de producirla mediante el armonioso consorcio de todas sus facultades".
Universitas” comprende la diversidad de las ciencias y de las disciplinas convergentes en la unidad del saber. Debemos recordar que con el término "Epi-Istéme" los griegos reconocieron el triunfo de la inteligencia al penetrar ésta mediante la observación y el pensamiento filosófico en la naturaleza misma de las cosas y los fenómenos, superando el mito y las ficciones en torno a ellas.
En estos desafíos existen muchos modelos de universidades, que van desde la alemana, pasando por la anglosajona hasta llegar a la napoleónica, que es con la que más nos hemos identificados y en la práctica sin poder salir de ella a pesar de que vivimos cambios de épocas o épocas de cambio.
En tal sentido cito a Ortega y Gaset, quién representa, sin duda, la mayor aportación del pensamiento Español, al problema que nos ocupa. La clave de la posición de Ortega está en colocar la cultura y no la ciencia en el centro de las tareas universitarias.
Ortega afirma que la Universidad Alemana, con su culto a la ciencia, había producido la desintegración cultural del hombre moderno. Para remediar esta situación, Ortega proclama que la misión de la Universidad no es solamente el cultivo de la ciencia, sino formar hombres cultos.
Se entiende por cultura, en el sentido orteguiano, el sistema de ideas vivas que cada tiempo posee. La cultura no se presenta por tanto como una suma de conocimientos, sino como un conjunto de ideas vitales, ideas que guían la existencia humana y justifican las decisiones que en cada momento adopta el hombre y la mujer.
Ortega, no niega en absoluto la importancia de la ciencia ni de la Investigación. Ve en ellas, “el humus donde la enseñanza superior tenga hincadas sus voraces raíces”, pues sin contacto con la ciencia, la Universidad terminaría degenerando en “sarmentoso escolasticismo”. La Ciencia deben ocupar “una zona circular” a la Universidad y no intentar absorber su centro, ni usurpar la auténtica misión, que es la cultura.
Sobre este alejamiento racional y práctico, en Latinoamérica los conceptos de calidad, evaluación y acreditación fueron introducidos como muletillas de un proyecto político mercadocéntrico. Ahí la calidad de las universidades es juzgada en la medida que responden “adecuadamente” a las expectativas de la acumulación del capital, generando sociedades de conocimiento fragmentarias y subordinadas a la reproducción de un modelo de una sociedad inequitativa e injusta, basada en el egoísmo.
La calidad no existe en lo abstracto, lleva en si el concepto de comparación, es decir tenemos que tener un referente, porque lamentablemente estamos viviendo en un contexto de incertidumbre, leyes sin razones académicas ni principios científicos y ante ello es fundamental seguir el modelo de esta universidad en materia de producción del conocimiento, por cuanto las universidades en sus mayorías los que se dedican es a repartir conocimientos ajenos, no propio, como sí lo está haciendo nuestra editorial “Mar Abierto”.
Bajo este esquema mercadocéntrico de evaluación, se premia la reproducción del papel de la universidad como un espacio reducido a la formación profesional de la fuerza de trabajo, llevando consigo al desarrollo de perfiles profesionales, antes que de intelectuales e investigadores. Se premia la cantidad de proyectos “auto-financiados”, el número de alumnos graduados, etc. Y el desafío es hacer una universidad académica, no profesionalizante, en que todo trabajo de investigación transforme realidades.
Es evidente que la sociedad de la información toca las puertas de todas las actividades humanas, pero en particular a la educación, el educador tiene que convertirse por la fuerza de los acontecimientos, en aquel que inculque valores y promueva criterios para navegar con éxito en el océano de las bases de datos, las ediciones electrónicas, las páginas web y el mundo virtual, es decir tenemos que articularnos con la generación de jóvenes punto com. , pero eso sí, con un rostro humano. El desafío ya no es el número de computadoras relación números de alumnos, sino por el uso de ancho de banda.
En esta casa donde se construyen mis sueños, sus sueños, recuerde que el primordial desafío, son los estudiantes, que no creen lo que decimos, sino lo que vivimos. Por ello, predicando con el ejemplo, primero tenemos que transformarnos a si mismo, para luego pretender transformar a la universidad y solo así finalmente poder transformar a la sociedad.
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