lunes, 23 de septiembre de 2013

Pedro Gil o Cuando la vida te manda una mano de nada



Por Rut Román *

En la película Cool hand Luke (1967), referencia a la que Pedro Gil (Manta 1970) alude en uno de sus poemas,  Luke gana un juego de póker blofeando con una mano que no vale nada.  Luego comentará el personaje: “sometimes nothin’ can be a real cool hand”, dando lugar así al apodo que lo define.  

Pedro Gil, sobreviviente de todo el despojo que un paisito, en la carrera desarrollista comete contra los pobres: la infancia robada; la juventud sin alternativas; la sordidez del deseo corrompido, el encierro en el vicio y la locura; parece encontrar su veta poética en esa mano de nada que el Ecuador desarrollista le lanzó.  Crónico (2012), su más reciente poemario- escrito desde el hospital psiquiátrico- no pretende celebrar la miseria y el despojo, tampoco se erige en denuncia social, aún menos pretende poetizar cínicamente el sufrimiento.

Crónico es una grieta oscura en la fachada de la realidad, desde donde Pedro Gil lanza sus naipes sobre la mesa del lector para ver cuánta verdad puede soportar. Gil juega su mano de nada con feroz compasión, lejos -furiosamente lejos- del lugar común de la bohemia y el sufrimiento su brutal frontalidad rechaza membretes.  Esta ponencia busca percibir la poesía de Gil en las coordenadas de La inmanencia: una vida…, articulo último que Deleuze legó al siglo como quien indica la dirección a seguir. La poesía de Gil destella intensidad de vida acosada; ahí donde la amenaza de muerte es veraz, la banalidad palidece para dar paso, en su verso,  a la vida desnuda: en beatitud inmanente.  En el límite de sus posibilidades, la vida arrecia y desde ahí nos llega este testimonio de lo viviente al persistir en su ser.  Una lectura ineludible en la poesía latinoamericana del siglo XXI.

*PROYECTO LITERATURA MANABITA

Ángel de la Guarda
Semiloco,
bajo la sombra del ciprés
bajo la sombra del ciprés del pánico
bajo la sombra del ciprés del pánico a la locura
mi ángel de la guarda guarda
mis desechos demoníacos
un ángel perverso escucho su voz
vergüenza tiene que revele sus secretos
me dejó vivir como un cerdo
peor que un cerdo
-según él solo
para que supiera lo que es vivir como la gente
dejó que me dieran duro con un palo y una soga
(es testigo Cesar Vallejo)
solo para que me enamorara del dolor
-según él dejó
que una puta usara mi falo por diez dólares
solo para que viera hasta donde desciende el hombre
(fue mi puto cuerpo que valió diez dólares
¿jodido no?)
bajo la sombra de la semilocura
mi ángel de la guarda no aguarda.
Un oso con mandil
ha derrumbado el árbol de ciprés.

Pánico en el Bosque de las Agujas
Un bosque hermosísimo
en las miradas pánico.
Pánico en el fondo de mis ojos
hermosísimo el bosque
en el fondo de mis ojos más pánico
una mirada de pánico
pánico de mí mismo
la vida no es bella, es chévere
pero ¡sí!
las miradas del Pabellón de Media Estancia
más pánico
si llego vivo, iré.
¿A dónde?
a los encuentros de escritores, a la repartición de becas y premios
no quise
por un poquito y muero asfixiado
con el cordón umbilical
trágico inicio no tan buena la idea
a la inauguración de mi paternidad
si quise
llegué tarde
mi hija ha madurado, perdona
la irresponsabilidad
mi hija el sexo fuerte vigorosa la sangre renovada
mi hija sentimientos musculosos
aptos para la pelea
en caso de mi caída
¿Me hago entender?
firmar la partida de defunción,
asistir a la autopsia
organizar las lloronas.
Es posible que por primera vez
esté puntual
en mi fiesta fúnebre.
Hija he aquí tu padre
en el fondo de mis ojos
un hermosísimo bosque
agujas ansiolíticos pánicos.


ESCRITOR. Pedro Gil, poeta manabita.


POEMARIO. Crónico es el último poemario publicado por Pedro Gil en la Editorial Mar Abierto.

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