Por Rut Román *
En la
película Cool hand Luke (1967), referencia a la que Pedro Gil (Manta
1970) alude en uno de sus poemas, Luke gana un
juego de póker blofeando con una mano que no vale nada. Luego comentará el personaje: “sometimes nothin’ can
be a real cool hand”, dando lugar así al apodo que lo define.
Pedro Gil, sobreviviente de todo el despojo que un paisito, en la carrera
desarrollista comete contra los pobres: la infancia robada; la juventud sin
alternativas; la sordidez del deseo corrompido, el encierro en el vicio y la
locura; parece encontrar su veta poética en esa mano de nada que el
Ecuador desarrollista le lanzó. Crónico (2012), su más reciente
poemario- escrito desde el hospital psiquiátrico- no pretende celebrar la
miseria y el despojo, tampoco se erige en denuncia social, aún menos pretende
poetizar cínicamente el sufrimiento.
Crónico es una grieta oscura en la fachada de la realidad, desde donde Pedro Gil
lanza sus naipes sobre la mesa del lector para ver cuánta verdad puede
soportar. Gil juega su mano de nada con feroz compasión, lejos
-furiosamente lejos- del lugar común de la bohemia y el sufrimiento su brutal
frontalidad rechaza membretes. Esta ponencia busca percibir la poesía de
Gil en las coordenadas de La inmanencia: una vida…, articulo último que
Deleuze legó al siglo como quien indica la dirección a seguir. La poesía de Gil
destella intensidad de vida acosada; ahí donde la amenaza de muerte es veraz,
la banalidad palidece para dar paso, en su verso, a la vida desnuda: en
beatitud inmanente. En el límite de sus posibilidades, la vida arrecia y
desde ahí nos llega este testimonio de lo viviente al persistir en su
ser. Una lectura ineludible en la poesía latinoamericana del siglo XXI.
*PROYECTO LITERATURA
MANABITA
Ángel de la Guarda
Semiloco,
bajo
la sombra del ciprés
bajo
la sombra del ciprés del pánico
bajo
la sombra del ciprés del pánico a la locura
mi
ángel de la guarda guarda
mis
desechos demoníacos
un
ángel perverso escucho su voz
vergüenza
tiene que revele sus secretos
me
dejó vivir como un cerdo
peor
que un cerdo
-según
él solo
para
que supiera lo que es vivir como la gente
dejó
que me dieran duro con un palo y una soga
(es
testigo Cesar Vallejo)
solo
para que me enamorara del dolor
-según
él dejó
que una
puta usara mi falo por diez dólares
solo
para que viera hasta donde desciende el hombre
(fue
mi puto cuerpo que valió diez dólares
¿jodido
no?)
bajo
la sombra de la semilocura
mi
ángel de la guarda no aguarda.
Un
oso con mandil
ha
derrumbado el árbol de ciprés.
Pánico en el Bosque de las Agujas
Un
bosque hermosísimo
en
las miradas pánico.
Pánico
en el fondo de mis ojos
hermosísimo
el bosque
en
el fondo de mis ojos más pánico
una
mirada de pánico
pánico
de mí mismo
la
vida no es bella, es chévere
pero
¡sí!
las
miradas del Pabellón de Media Estancia
más
pánico
si
llego vivo, iré.
¿A
dónde?
a
los encuentros de escritores, a la repartición de becas y premios
no
quise
por
un poquito y muero asfixiado
con
el cordón umbilical
trágico
inicio no tan buena la idea
a
la inauguración de mi paternidad
si
quise
llegué
tarde
mi
hija ha madurado, perdona
la
irresponsabilidad
mi
hija el sexo fuerte vigorosa la sangre renovada
mi
hija sentimientos musculosos
aptos
para la pelea
en
caso de mi caída
¿Me
hago entender?
firmar
la partida de defunción,
asistir
a la autopsia
organizar
las lloronas.
Es
posible que por primera vez
esté
puntual
en
mi fiesta fúnebre.
Hija
he aquí tu padre
en
el fondo de mis ojos
un
hermosísimo bosque
agujas
ansiolíticos pánicos.
ESCRITOR. Pedro Gil, poeta manabita.
POEMARIO. Crónico es el último poemario
publicado por Pedro Gil en la Editorial Mar Abierto.
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