lunes, 23 de septiembre de 2013

Aprendiendo a resolver problemas y conflictos (fragmento)



Referentes históricos.
Antes hablar de ABP (Aprendizaje Basado en Problemas) era una era una herejía, una blasfemia, mientras que ahora, por la proliferación de publicaciones se ha convertido en una situación muy popular y necesaria.
Para John Dewey (1938), la avalancha de información difundida, ha creado una confusión en la comprensión de qué es el ABP como estrategia de aprendizaje; por eso es necesario que el docente interesado conozca con claridad su metodología, el trabajo de las tutorías, la vinculación de los logros de aprendizaje deseados y la evaluación de los resultados alcanzados.  Que los estudiantes conozcan lo que pueden hacer y no que deben hacer, que su trabajo es esencialmente autodirigido o autónomo.  El ABP no es una propuesta nueva y aunque nació en el campo de la medicina, ahora se ha extendido a las ciencias exactas hasta llegar a las ciencias sociales. 
En los orígenes del ABP un elemento del ABP que aún se considera el centro de este enfoque es el aprendizaje autodirigido.  Éste se puede trazar en sus orígenes a las Analectas de Confucio 15 y, más posteriormente, a Wolfang Ratke, que en el siglo XVII insistía en que la autodisciplina del estudiante se debe llevar a cabo sin la interferencia de los profesores.
Amos Comenius, de la misma época que Ratke, también insistía en el aprendizaje autodirigido y en que los maestros deben enseñar menos y los alumnos aprender más.  Los métodos utilizados por Comenius también pueden considerarse precursores del ABP, desde que él utilizaba grupos de imágenes como generadores del aprendizaje del latín. En la época contemporánea, un precursor del ABP puede considerarse el Functional Context Method of Instruction utilizado por Harry A. Shoemaker en 1960.
      
Conceptualmente, el ABP puede enmarcarse dentro de las conocidas ideas promovidas por John Dewey (1916) y las del socioconstructi-vismo.  Este prominente teórico de la educación, al principio del siglo XX, recomendaba que los estudiantes deberían ser presentados con problemas reales de la vida, y entonces ayudarlos a descubrir información requerida para resolverlos. Más tarde, otros trabajos mostraron que dar a los estudiantes soluciones hechas para problemas era manifiestamente inefectivo para el aprendizaje.
  Este pedagogo afirmó que:
La práctica educativa ofrece los datos, la a materia que forman los problemas de investigación  (…) esas prácticas educativas son también la prueba final de las conclusiones de todas las investigaciones.  Aprender por la experiencia es establecer una conexión hacia atrás y hacia adelante entre lo que nosotros hacemos a las cosas y lo que gozamos o sufrimos de las cosas, como consecuencia..
Reconoce que el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) es una estrategia hegeliana de la tesis-antitesis-síntesis y nosotros agregamos, debe incluirse también el método socrático de la ironía (preguntas para descubrir la propia ignorancia) y la mayéutica (preguntas para descubrir la verdad).  “El verdadero aprendizaje se basa en el descubrimiento guiado por un tutor más que en la transmisión de conocimientos. Aprender y hacer son acciones inseparables; tanto como es el aprendizaje experiencial y el método del  problema. 
Democracia y educación.
En el libro Democracia y educación, John Dewey (1975) desarrolla una introducción a la filosofía de la educación.  El principal punto de partida de su teoría es la noción de experiencia, que implica el tanteo comunicativo con su medio ambiente por parte del individuo, que contribuye, a su vez, a rehacer el mismo. La vida humana, individual y social, es esa actividad experiencial continua desde el nacimiento hasta la muerte.  Posiblemente hay razón cuando se al programa de estudio se lo concibe como Currículum Oculto; por tanto, Vivir, es sinónimo, de educar-se, afirma Dewey.  El ser humano, para Dewey, se encuentra en crecimiento continuo por su interacción con su contexto que, en gran medida es social.  En estas condiciones la Educación se convierte en una función social proyectada hacia la construcción del conocimiento de manera colectiva.
Martin, Jane, (1983) refuerza esta idea señalando que: El Currículum oculto está identificado con aquellos aprendizajes que son incorporados por los estudiantes aunque no consten en el currículum oficial. Según las circunstancias y las personas en contacto con los estudiantes dichos contenidos pueden o no, ser enseñados con intención expresa, no buscados, generando la posibilidad reforzar las desigualdades sociales existentes ya que el aprendizaje se vincula no solo a las instituciones educativas, sino también, a las experiencias personales sean estas escolares o no.
Según Dewey, las personas consiguen realizarse utilizando sus talentos peculiares a fin de contribuir al bienestar de su comunidad, razón por la cual la función principal de la educación en toda sociedad democrática es ayudar a las personas a desarrollar un conjunto de hábitos y virtudes que les permita realizarse plenamente de esta forma. Consideraba que, en su conjunto, las escuelas norteamericanas no cumplían adecuadamente esta tarea. La mayoría de las escuelas empleaban métodos muy “individualistas” que requerían que todos los alumnos del aula leyeran los mismos libros simultáneamente y recitaran las mismas lecciones. En estas condiciones, se atrofian los impulsos sociales del aprendiz y el docente no puede aprovechar su deseo natural de dar, de hacer, es decir, de servir.
 El espíritu social se sustituye por motivaciones y normas fuertemente individualistas, como el miedo, la emulación, la rivalidad y juicios de superioridad e inferioridad, debido a lo cual los más débiles pierden gradualmente su sentimiento de capacidad y aceptan una posición de inferioridad continua y duradera, mientras que los más fuertes alcanzan la gloria, no por sus méritos, sino por ser más fuertes.
(…)
Luego, William H. Kilpatrick, discípulo y continuador de la obra de Dewey  y representante notable de la pedagogía contemporánea. Sostiene que es parte del proceso mismo de la vida; luego, La educación al reconstruir lo hace de una manera intencional y continua a través del desarrollo de personalidades autónomas a las cuales debe respetar la democracia.  Como promotor de la educación activa fue quien formuló primero la idea del método de proyectos,  señala que la base de toda educación está en la auto actividad realizada con sentido y entusiasmo. Este método fue difundido en un semanario de Psychologie-Pedagogique en 1906.  Autores Europeos como Binet, Decroly, y Claparede, no utilizaran este término hasta la década de 1970.
(…)
Frida Díaz presenta una guía práctica y bien sistematizada del qué y cómo del diseño y evaluación de entornos de aprendizaje ABP en el ámbito universitario; mientras otros autores intentan ir más allá de la descripción del modelo teórico y proponen una visión integral del ABP, sin descuidar los aspectos prácticos y éticos de su puesta en marcha.  De esta manera, en el texto se ofrece al lector la experiencia acumulada por un equipo académico que ha llevado a la práctica esta propuesta en el marco del modelo educativo del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).  A partir de la década de 1980, el método de proyectos se constituye en un marco de referencia pedagógico del Constructivismo y Construccionismo.  De esta manera,  la solución de problemas empieza a fortalecerse como una nueva manera de aprender.
Actualmente, el ABP por ser una nueva forma de aprender, está en proceso de desarrollo y aparece lento porque realmente es una innovación del proceso educativo que requiere cambios en la infraestructura física (acondicionamiento de aulas), una diversidad de opciones de fuentes de consulta; en especial, se necesita pensar que lo que va a estudiar le va a servir para enfrentar problemas y dificultades; y, en caso de no poder hacerlo, a corto plazo tomará conciencia de que lo que ha estudiado y/o práctico no le ha servido para nada.
Al final de los sesenta, la escuela médica de la Universidad de McMaster en Hamilton, Ontario, Canadá fue pionera en un curriculum médico basado completamente en problemas.  Fue seguida por la universidad de Maastricht, Holanda en 1974, como la primera en Europa. Cerca de 150 escuelas médicas alrededor del mundo (10% del total) han adoptado planes de estudios basados en problemas. En el Reino Unido, Manchester, Glasgow y Liverpool han tomado esa ruta con varias otras escuelas incluyendo San Bartolomé, San Jorge, Birmingham y Newcastle donde han introducido elementos de aprendizaje basado en problemas.
A manera de una ligera síntesis es posible señalar a las carreras de medicina como pioneras en aplicar el ABP.  Se ha extendido su aplicación desde las ciencias naturales a las ciencias exactas y ahora hasta llegar a las ciencias humanas o sociales.
En América Latina fue en México donde las facultades de medicina de la UNAM, la Enep Iztacala, la Universidad Autónoma de Guadalajara, la Universidad de Colima, y otras carreras del Tecnológico de Monterrey han adoptado curriculum basado en problemas.
A partir de 1980 debido a que el perfil profesional no podía responder a las necesidades sociales emergentes, doce universidades han asumido esta estrategia y los beneficiados afirman: “… estamos mejor preparados para el aprendizaje para la vida”.  Ahora, existen universidades de Bolivia (1), Argentina (1), Perú (1), Colombia (1), Chile (2) que han adoptado este nuevo enfoque.  Existen autores que están publicando los resultados alcanzados y sugiriendo innovaciones.

LIBRO. Esta es la portada del libro Aprendizaje Basado en Problemas, del autor Dr. Luis Aguilera.

Este fue un fragmento del libro Aprendiendo a resolver problemas y conflictos que próximamente presentará editorial Mar Abierto.

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