martes, 10 de abril de 2007

Parecen buenos muchachos de William Happe Cedeño

Parecen buenos muchachos es el libro de relatos del escritor mantense, y radicado en los Estados Unidos, William Happe Cedeño. La obar saldrá en los próximos días con el Editorial Mar Abierto de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí y también formará parte de la colección lteraria Almuerzo Desnudo.
William Happe Cedeño ha publicado la novela negra Camino a la parca y varios de sus relatos han sido publicados en diarios manabitas y en la revista libro Cyeberalfaro de la ULEAM.
La crítica especialiazada ha dado su lectura de su reciente libro.
A los relatos o las notas narrativas del escritor manabita William Happe Cedeño, que componen el libro Parecen buenos muchachos, podríamos considerarlos como artefactos en los que discurren la improvisación, el alogicismo, la simultaneidad, el dinamismo, o la fragmentación. También por el hecho de que el narrador es un acomodador de las palabras cuando hay una intención conclusiva: darle al lector los medios para que pudiera encontrar un contra texto desde la necesaria inmediatez y contundencia. El esfuerzo se centra en la creación de una atmósfera capaz de establecer un principio de unidad, como una sola trocha dividida en momentos, porque hay un conjunto de datos y mediaciones para que la comprensión sea proporcionada y autónoma.
Es un libro que propone una idea de ordenación para usar y completar, como si se tratara, de un artefacto que el lector debe llenar de contenido. Este carácter abierto permite a su vez, la intervención de distintas estrategias de construcción de sentido, sin descuidar la ubicación central que tienen las atmósferas que dinamizan el recorrido textual, de acuerdo a los principios de simultaneidad o de fragmentación que Happe maneja con sapiencia, y que en su ejecución adquiere presencia viva enraizada en la superficie de lo sensible.
Santiago Rivadeneira Aguirre
(escritor y crítico de teatro)


Los relatos de William Happe tratan -además de los hechos que decide narrar o temas- de los materiales con los que los arma, del arduo viaje entre apariencia y realidad, entre deseo por imaginar e imaginación atiborrada de verdad insólita. Happe escribe desde lo coloquial, con marcas evidentes testimoniales, salvando el oral desparpajo y metaforizando, sintetizando.
Parecen buenos muchachos propone un itinerario de viaje, ser el mapa de la ciudad y una bitácora para una cofradía de amigos, casa de citas y película sin rodar. Describe recorridos, el trasiego de obsesiones mientras los personajes se miran los zapatos. No es una descripción didáctica ni moralista, son historias construidas desde una sensibilidad personal, seducida por el entorno y por eso construye marcos escenográficos, ambientes, desde donde el lector ve emerger atuneros y asesinos, novias y productos industriales, marcas y fotos con pátina.
Nara Mansur Cao
(escritora y teatróloga cubana)
William Happe Cedeño es un narrador de fuste, con su novela Camino a la parca demostró talento y sobre todo una vida intensa, sin la cual no es posible ningún arte. Con los presentes relatos escritos desde la experiencia vital y la aventura por los subterráneos y los rascacielos de lo social, donde siempre hay luces intermitentes y un hilillo de sangre que corre como meteorito por la memoria, podemos asegurar que hay textos que alcanzan la gloria de volverse referentes e intemporales en Manabí y Ecuador. El autor es un cronista de nuestro tiempo pero visto el circo del mundo desde lo marginal, la heroicidad (o el sentido de lo antiheroico) de William está en haber escrito con furia y con desesperación en medio de todas las limitaciones culturales y ponerle un toque especial a su destino.
La Editorial Mar Abierto sigue siendo un sueño que pescamos frente a las playas de la caleta de pescadores en Tarqui, Manta. Junto a Pedro Gil y la Caña Manabita podíamos disfrutar y sufrir del goce de hablar de los autores universales y latinoamericanos que amábamos y amamos. Sin poses intelectuales, frescos comos peces guindados en el anzuelo. Suspendidos de la vida y del contexto social. Con el sueño de escribir y dejar un legado a nuestra ciudad e hijos. Aquí están estas historias que el tiempo se encargará de mantenerlas vivas porque están escritas con sudor, sangre y amor.
Ubaldo Gil Flores

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