lunes, 21 de septiembre de 2009

Vistazo al Manabí Profundo (obra inédita)


Medardo Mora Solórzano
http://medardomora-reformapolitica.blogspot.com/

Manabí montubia (capítulo III)
Manabí es la típica provincia montubia del país, de aquello siempre se sintieron orgullosos los manabitas, es una palabra toponímica que curiosamente no la recogen todos los diccionarios, pero que indiscutiblemente es una denominación específicamente dada a los campesinos de la costa ecuatoriana y en algo también utilizada para pobladores que habitan en la costa Norte del Perú.

Sin duda alguna el término montubio se deriva del hecho que la persona a quien se la identifica con este calificativo habita en sectores de campo donde existe algún o mucho monte, de aquel hecho también se deriva el término montonero o montonera (utilizado en la Revolución Alfarista), terminología adoptada como una expresión política o si se quiere sociológica, que considera montonero o montonera a un grupo de personas que se reúnen para pelear o guerrear contra alguna situación que no la comparten o a la que desean oponerse o al menos criticarla y censurarla. El término montonero también es utilizado para referirse a objetos que forman un montón y montón es algo que se recopila desordenadamente sin medidas técnicas y sin ninguna simetría, se lo usa mucho justamente en el campo, por ejemplo un montón de hierba, un montón de tierra, un montón de palos, etc.

Si reflexionamos sobre estos dos términos (montubios y montoneros) nos vamos a encontrar que se los difundió en todo lo que significó el proceso de la revolución Alfarista, en la que los historiadores se refieren a los montoneros y los montubios como los grandes apoyadores y protagonistas del proyecto revolucionario de Alfaro, lo que nos lleva a una conclusión, la Revolución Alfarista nace y se fortalece por sólidas convicciones de la gente de mayor marginalidad social que es justamente la que reside en el campo o zona rural, esa es una lección de la Historia que hay que aprender a valorarla, en los centros urbanos se disputan conveniencias, en las zonas rurales hay más convicciones.

Si se ha dicho y reconocido que Manabí es una provincia montubia, aquello no es sino una comprobación fehaciente de que la actividad histórica que siempre prevaleció y caracterizó a los manabitas es la actividad agropecuaria que se realiza en sectores campestres, en consecuencia no puede ni debe discutirse el incuestionable origen campesino de las ancestrales y tradicionales familias manabitas, ellas se sienten honradas de tener ese origen que en fin de cuentas es parte de su abolengo.

El tiempo se ha encargado de hacer justicia y reconocer lo que significan los montubios en el Ecuador, no pueden seguir siendo considerados como un puñado de personas que están desperdigadas y habitan en las campiñas de las provincias de la costa ecuatoriana, hay que aceptarlo y valorarlo como un grupo humano que tiene una indiscutible raigambre en sus costumbres, con aspectos folklóricos que le son innatos, con particularidades en materia de trabajo que también le son peculiares, incluso con un léxico que es propio del montubio, todo aquello ha hecho posible que con toda justicia en la actual Constitución se reconozca en el Art. 56 al pueblo montubio, como un sector poblacional que amerita ser objeto de un especial reconocimiento por parte del Estado ecuatoriano, que Ecuador no puede seguir siendo considerado únicamente como un país típicamente indígena, sino que existen otras etnias y culturas que configuran un país con diversidades en sus hábitos y formas de vida, los montubios tienen identidad étnica y eso es indiscutible.

Todo lo antes indicado ratifica lo que sostenemos, Manabí es una provincia cuya principal actividad ha sido históricamente la actividad agropecuaria de campo, sin dejar de admitir que también existen sectores que se los considera parte del pueblo montubio y que están radicados en sitios ribereños al mar, que tienen como principal actividad la pesca, a quienes equivocadamente se los busca tipificar denominándolos como cholos, palabra de uso genérico que se la utiliza en todo el territorio nacional e incluso latinoamericano y mundial, para señalar a quienes carecen de alguna dinastía o simplemente no tienen una piel blanca, por lo que el término cholo en el caso de Manabí más bien está utilizado para sentirse orgullosos de su origen, de tener una piel tostada por el sol por sus faenas en la pesca y en cuanto tienen un antecedente étnico que los individualiza, si se toma en consideración que forman parte de un colectivo social que en cambio es racialmente heterogéneo.

Si Manabí ha sido y es una provincia con un fuerte componente étnico de montubios, eso explica su condición de que sea una provincia donde el habitante rural todavía representa un elevado porcentaje de la población provincial (más del 40%), no obstante que las tendencias del mundo contemporáneo son las de una corrida del habitante rural a los centros urbanos y desde los pequeños centros urbanos a las grandes metrópolis, lo que hace que la actual población mundial habite en un 80% en zonas urbanas y un 20% en zonas rurales, ese panorama exige una lectura bien entendida, hay que apoyar prioritariamente al que labora en el campo o poblados rurales con lo cual se apuntala la producción alimentaria, lo contrario es avanzar hacia el desabastecimiento y eso es socialmente suicida, además que contribuye a formar tugurios urbanos donde sectores delincuenciales construyen su nido, todo lo cual es socialmente negativo.

Finalmente cabe señalar que el montubio es básicamente un hombre de trabajo, cuya vida la ha dedicado históricamente a la siembra de productos propios de la región o alternativamente a la crianza de animales domésticos, si existe algún símbolo que identifica al montubio sería el machete que junto al “garabato” y el “espeque”, son sus herramientas fundamentadas para sus faenas rutinarias, el montubio siempre fue amigo de tener como medio de movilización el caballo, el burro, la mula (mezcla de caballo y burra o de yegua y burro), en estas acémilas transportan su producción, las equipan con barriles (de madera) para cargar agua que llevan desde los ríos usando la calabaza como embudo para llenar el agua en los barriles, además usan el matiancho (que se lo obtiene de un arbusto llamado mate) para recoger el agua para labores domésticas o para bañarse. No falta en su vestimenta su clásico sombrero o chapejo, que lo usa para protegerse del sol, las “cutarras” para protegerse de las espinas de los montes, los “ponchos de agua” (fabricados con caucho debidamente prensado) para protegerse de la lluvia. El “pico”, la “lampa”, el “hacha” son otros instrumentos muy utilizados por el montubio para labrar la tierra. La clásica alforja es el recipiente donde colocan las compras que adquieren en mercados o tiendas de abarrotes. Una cuchilla (cuchillo grande) enfundada y un revolver “al cinto” (atado al cinturón o correa) también fueron compañeros inseparables de los desplazamientos o andanzas de los montubios.
(El presente texto forma parte de la obra inédita titulada “Vistazos al Manabí profundo” que próximamente será publicado en coedición con los sellos Mar Abierto y Eskeletra)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aleluya por un buen relato y a quien lo escribe!!,en este caso los aplausos para don Medardo.
Manabì tiene identidad propia, pero los corruptos han embalado sus màs floklòricas pertenencias.
Sino fuera porque nuestros hermanos montuvios , rio abajo de las migraciones al tacto adoquinado de las ciudades, con el sueño al hombro van, dirìa que son los malos gobiernos que no pueden hacer crèditos que fomenten la semilla en la tierra, motivo por el cual las abandonan; se ven presionados a elegir , muchas veces, un destino suburbano y fatal.
Pero aùn, mas,nuestro hermano de la hierba,sin tener vocablos que los que le enseña la naturaleza, es màs educado aveces que los urbanitas de pàrbulo, porque mantiene vivo sus mitos y sus costumbres legadas por sus ancestros.Y no olvidemos de cara al sol, sin verguenza ante nadie,que no sòlo somos los montoneros vegetales; somos tambièn los montoneros del arte!!
Y para terminar, ha sido maravilloso saber que los motores culturales de Manabì que, al parecer, estaban dormidos, sobados por manos incultas de ojo seco, esten ahora oxigenando la palabra para su mejora y progreso,..y eso, es bueno!!
Soy Antonio Vidas; algo de lo que hay aquì encontrarà en mi blog llamado POEMANABÎ;algo de los que me enseño nuestro fallecido poeta Juan Vergara Alcivar y de Horacio Peñaherrera en su libro "POSTAL ESPIRITUAL DE PORTOVIEJO";profesores allà por el 92..Os saludo atentamente por este texto con el sombrero a lo lejos y un aguardiente de lluvìa desde un punto de España.