Portada de
la obra, lista para la 7ª. Expolibro 2012, a desarrollarse en Guayaquil en el
mes de julio.
Por: Marco Xavier Rodríguez Ruiz
En Occidente solo con la aparición de
pensadores de la talla de Sócrates, Platón
y Aristóteles, la política y el derecho se constituyen en materia de
especulaciones sistemáticas y de reflexiones doctrinales, llegando a elaborarse
determinadas teorías que con el devenir del tiempo han servido para estructurar
de una manera convincente y apropiada estas disciplinas sociales. Así, política
y derecho, adquieren otra dimensión y son estudiados desde distintos puntos de
vista, predominando quizás el filosófico y el científico-sociológico.
En la actualidad, no cabe duda, que los
ángulos de visión respecto de las formas, instituciones y problemáticas de
índole política o legal se han multiplicado y se han ceñido, a la vez, a
diversos criterios interpretativos y de reflexión, estimando las realidades
políticas y normativas corno objetos de la función intelectual, en sentido
puro, así como también en asuntos manejables por la voluntad en el terreno de
la acción y de la práctica.
La académica y tratadista contemporánea
Hanna Arendt establece que no hay que confundir con política lo que supone su
catástrofe, como son la violencia y el caos y, que solo las leyes -en su
sentido romano, ligado a los conceptos de Alianza, Tratado y Promesa- son
quienes crean los espacios políticos donde movernos en libertad; lo que queda
fuera, se queda sin mundo, por ello, expulsa a la violencia y al caos de la
política y los acusa directamente de desertificar el mundo. En esta línea se
inscribe la obra Un ensayo de patria: anhelos y realidades nacionales, trabajo
ensayístico arduo y fructífero de Medardo Mora Solórzano y se adentra además en
temas que en un primer momento podrían parecer disímiles y sin ninguna
concatenación, pero que, por el peculiar abordaje de su autor, logran una
arquitectura perfecta en el ánimo de desempolvar, la realidad profunda de
nuestro país y de proponer, a la vez, ideas frescas y viables para los nuevos
desafíos que plantea el siglo XXI.
En efecto, ensayos tales como la
necesidad imperiosa de que se establezcan y funcionen las autonomías
provinciales, las causas y consecuencias de la emigración en Ecuador, la
pobreza y sus trágicas repercusiones, el periodismo y su influencia en Ecuador
y Latinoamérica, las ideologías y su futuro en nuestro continente, los aborda
con sapiencia y practicidad, sin especulaciones de ningún tipo sino más bien
con un acertado y coherente manejo del lenguaje y, utilizando como trasfondo
investigativo el método deductivo, esto es, ir desde la generalidad: América
Latina, nuestra patria grande, hacia las especificidades, Ecuador y por
supuesto, Manabí, esa tierra indómita, por desgracia descuidada por la mayor
parte de los pseudo gobernantes que hemos tenido, pero de tanto orgullo para
los ecuatorianos, tierra de origen de Mora Solórzano. El texto
consecuentemente, se yergue firme y directo y tiene como eje conductor a la
política, al Estado y a la democracia y como telón de fondo al derecho que como
sentencia el autor nunca debe estar supeditado a la política, efímera y
pasajera, peor al arbitrio personal, porque lo que hace el derecho es normar
hechos que han sucedido, que es mejor regularlos y que son de imperativo
cumplimiento social.
Frente a la realidad tan erosionada y de
permanente cambio por la que atravesamos, en la que urge un giro radical,
aparece esta obra, reiterándonos, que a pesar de la crisis, una alternativa
válida para encontrar un cauce de desarrollo y progreso, radica en una reforma
política integral y, de paso, nos alecciona que no es necesario buscar
supuestos sabios extranjeros que nos adoctrinen con tesis opuestas a nuestra
realidad, cuando aquí y ahora, al alcance de nuestra mano, está Mora Solórzano,
uno de tantos ecuatorianos ilustres dispuestos a guiarnos por mejores
derroteros históricos, ideológicos y políticos.
(Texto
que presenta el libro: Un ensayo de Patria, de Medardo Mora Solórzano)
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