miércoles, 27 de junio de 2012

La utopía de la patria


Portada de la obra, lista para la 7ª. Expolibro 2012, a desarrollarse en Guayaquil en el mes de julio.



Por: Marco Xavier Rodríguez Ruiz

En Occidente solo con la aparición de pensadores de la talla de Sócrates, Platón y Aristóteles, la política y el derecho se constituyen en materia de especulaciones sistemáticas y de reflexiones doctrinales, llegando a elaborarse determinadas teorías que con el devenir del tiempo han servido para estructurar de una manera convincente y apropiada estas disciplinas sociales. Así, política y derecho, adquieren otra dimensión y son estudiados desde distintos puntos de vista, predominando quizás el filosófico y el científico-sociológico.

En la actualidad, no cabe duda, que los ángulos de visión respecto de las formas, instituciones y problemáticas de índole política o legal se han multiplicado y se han ceñido, a la vez, a diversos criterios interpretativos y de reflexión, estimando las realidades políticas y normativas corno objetos de la función intelectual, en sentido puro, así como también en asuntos manejables por la voluntad en el terreno de la acción y de la práctica.

La académica y tratadista contemporánea Hanna Arendt establece que no hay que confundir con política lo que supone su catástrofe, como son la violencia y el caos y, que solo las leyes -en su sentido romano, ligado a los conceptos de Alianza, Tratado y Promesa- son quienes crean los espacios políticos donde movernos en libertad; lo que queda fuera, se queda sin mundo, por ello, expulsa a la violencia y al caos de la política y los acusa directamente de desertificar el mundo. En esta línea se inscribe la obra Un ensayo de patria: anhelos y realidades nacionales, trabajo ensayístico arduo y fructífero de Medardo Mora Solórzano y se adentra además en temas que en un primer momento podrían parecer disímiles y sin ninguna concatenación, pero que, por el peculiar abordaje de su autor, logran una arquitectura perfecta en el ánimo de desempolvar, la realidad profunda de nuestro país y de proponer, a la vez, ideas frescas y viables para los nuevos desafíos que plantea el siglo XXI.

En efecto, ensayos tales como la necesidad imperiosa de que se establezcan y funcionen las autonomías provinciales, las causas y consecuencias de la emigración en Ecuador, la pobreza y sus trágicas repercusiones, el periodismo y su influencia en Ecuador y Latinoamérica, las ideologías y su futuro en nuestro continente, los aborda con sapiencia y practicidad, sin especulaciones de ningún tipo sino más bien con un acertado y coherente manejo del lenguaje y, utilizando como trasfondo investigativo el método deductivo, esto es, ir desde la generalidad: América Latina, nuestra patria grande, hacia las especificidades, Ecuador y por supuesto, Manabí, esa tierra indómita, por desgracia descuidada por la mayor parte de los pseudo gobernantes que hemos tenido, pero de tanto orgullo para los ecuatorianos, tierra de origen de Mora Solórzano. El texto consecuentemente, se yergue firme y directo y tiene como eje conductor a la política, al Estado y a la democracia y como telón de fondo al derecho que como sentencia el autor nunca debe estar supeditado a la política, efímera y pasajera, peor al arbitrio personal, porque lo que hace el derecho es normar hechos que han sucedido, que es mejor regularlos y que son de imperativo cumplimiento social.

Frente a la realidad tan erosionada y de permanente cambio por la que atravesamos, en la que urge un giro radical, aparece esta obra, reiterándonos, que a pesar de la crisis, una alternativa válida para encontrar un cauce de desarrollo y progreso, radica en una reforma política integral y, de paso, nos alecciona que no es necesario buscar supuestos sabios extranjeros que nos adoctrinen con tesis opuestas a nuestra realidad, cuando aquí y ahora, al alcance de nuestra mano, está Mora Solórzano, uno de tantos ecuatorianos ilustres dispuestos a guiarnos por mejores derroteros históricos, ideológicos y políticos. 
(Texto que presenta el libro: Un ensayo de Patria, de Medardo Mora Solórzano)


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