jueves, 15 de abril de 2010

La fiesta del Alza que te han visto

Representantes de la ULEAM junto al autor


Miércoles 7 de abril, 19h00, el Café Barricaña en Guayaquil ya no daba abasto, estaba repleto. Los más afortunados habían llegado desde las seis y ganado asiento, no así el resto, aquellas docenas de personas paradas en los pasillos, a las que en el fondo no les importó su situación, porque el hecho de ser parte de aquel histórico acontecimiento para el folklore ecuatoriano los redimía constantemente.

Así Alza que te han visto: historia social de la música y el baile tradicional, del investigador y folklorista Wilman Ordóñez Iturralde, logró el primer objetivo de cada nueva obra: convocar a un público interesado y no un simple público de relleno.

La fiesta inició con la participación de Retrovador y Montedearte, grupos de danza encargados de abrir este evento, donde los bailes montubios fueron parte esencial de su repertorio.


Escritores, historiadores y folkloristas que integraron la mesa de presentación de la obra
Posteriormente se llamaría a cada uno de los integrantes de la mesa directiva encargada de los análisis correspondientes a la obra: Juan Mullo (antropólogo y etnomusicólogo); Ángel Emilio Hidalgo (historiador) y Willington Paredes (historiador). Así como personajes claves en la publicación del libro, como el editor de Mar Abierto, Ubaldo Gil. Representantes de la cultura montubia y de instituciones culturales (Gabriel Cisneros, Presidente de la Casa de la Cultura de Riobamba) también fueron invitados. Además del autor.

Entre otras cosas el antropólogo y etnomusicólogo Juan Mullo destacó sobre la obra que: "Para la etnomusicología ecuatoriana los estudios sobre música montubia despiertan un enorme interés, su tema de estudio ha estado oculto por decenas de años y muy pocos investigadores lo han tratado. A decir del investigador guayaquileño Wilman Ordóñez, autor de la presente obra, la mayoría de estudios sobre música ecuatoriana han relegado injustamente lo montubio y en varios casos se ha prejuiciado su contenido interiorano y montañés. Este documento no solo enriquece el debate en torno a la diversidad, sino que promueve el desarrollo de la interculturalidad hacia la construcción de una historia social musical y exige la participación del pueblo montubio en la salvaguarda de su patrimonio. Wilman Ordóñez, incansable investigador del tema coreográfico costeño, ahora nos ofrece su visión desde lo musical, esto último ha sido sustentado por un gran trabajo historiográfico, con documentación de archivo y sobre todo con una intensa investigación de campo. Esta obra propone una metodología interdisciplinaria entre música y danza, dinamiza el proceso de la danza tradicional en el Ecuador bajo características propias y genera conocimientos e identidad hacia el desarrollo coreográfico regional. Con los trabajos de Ordóñez, único investigador de toda el área costeña: Guayas, Manabí, El Oro y Los Ríos, podemos al fin tener referentes documentales, varias de sus publicaciones así lo testimonian, nos dan un marco referencial que apunta a la conformación de una disciplina coreológica inexistente en nuestro medio, aporta con fuentes directas para una reconstrucción de la historia del pueblo montubio, y en este caso, de una urgente etnomusicología montubia".

El antropólogo y etnomusicólogo Juan Mullo leyendo su comentario

Finalizados los análisis se dio paso al grupo Voces Blancas de la familia Cuadrado-Ruiz (que cantó amorfinos y guarachas); Iván Siontay (que recreó a don Toribio cantando versos para el baile montubio) y Juan José Jaramillo (quien interpretó música porteña).
Noche emotiva para los presentes que recordaron, mediante la obra analizada y presentada, de donde son y a lo que deben aferrarse para mantener su identidad.

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