Ubaldo Gil flores
La editorial Mar Abierto de la ULEAM presenta tres libros claves no solo para la institución también para la región Manabí y el país: Enfoques universitarios desde la ULEAM, de Guido Vásconez; Ética general y profesional de Luis Ronquillo Armas, y Ciudades preventivas de Olga Vélez, Mina Steinfield y otros autores latinoamericanos.
Guido Vásconez es un docente y funcionario con trayectoria en el campo de la educación universitaria, su libro es un aporte trascendental de un pensamiento fraguado en la misión y visión institucional, no es la transcripción de una o dos teorías foráneas, es un aporte auténtico desde la ULEAM en que describe, analiza, hace una puesta en escena de las realidades internas y presenta posibles soluciones o pautas para ello.
Por su parte Luis Ronquillo, hace un recorrido por las distintas doctrinas filosóficas para centrarse en la ética y su praxis que es la moralidad, aunque incursiona más en la historiografía antes que en la elucubración personal. Sabemos lo que es la moral como teoría y creencia de distintas religiones, ideologías, dogmas, movimientos sociales, y también sabemos que pocas veces como animales racionales cumplimos a cabalidad nuestros dogmas, y lo máximo que podemos aspirar es un mínimo de coherencia entre el decir y el hacer y ser. Ética general y profesional libro que tiene el mérito y la bandera de una vida, la del autor, sólida y llena de principios, un ejemplo de docencia y decencia en nuestra institución, aunque es obvio que su discurso y su expresión académica se encuentran en la tradición del “libro de texto” para uso de alumnos y profesionales, su aporte es substancial para llenar los vacíos que tenemos los manabitas y ecuatorianos del paso del lenguaje oral al lenguaje virtual. Este libro llena un vacío en la bibliografía regional e institucional al quedar como testimonio del lenguaje ilustrado tan necesario en esa dinámica o puente angustioso que ha sido pasar del lenguaje oral directamente al lenguaje virtual.
Por otro lado el libro Ciudades preventivas que trata sobre la prevención del uso de drogas en Manta como ciudad pionera, trata y desarrolla un tema que resulta altamente complejo en las sociedades contemporáneas. Los autores no abordan temas como la capacidad del narcotráfico de someter a las democracias y hacerlas en muchos casos torcer su destino, lo cual es ya demasiado para una organización centrada en la violencia y el dinero fácil. Los autores se centran en el tema de la prevención de modo exclusivo porque para los otros aspectos: producción, distribución, tráfico, lavado de dinero, hay otras instancias legales que tienen que solucionar los conflictos, pero la prevención sí es competencia de la academia universitaria y en ese sentido las y los autores realizan propuestas interesantes a partir de múltiples experiencias personales, gremiales, institucionales y de países.
La editorial Mar Abierto de la ULEAM presenta tres libros claves no solo para la institución también para la región Manabí y el país: Enfoques universitarios desde la ULEAM, de Guido Vásconez; Ética general y profesional de Luis Ronquillo Armas, y Ciudades preventivas de Olga Vélez, Mina Steinfield y otros autores latinoamericanos.
Guido Vásconez es un docente y funcionario con trayectoria en el campo de la educación universitaria, su libro es un aporte trascendental de un pensamiento fraguado en la misión y visión institucional, no es la transcripción de una o dos teorías foráneas, es un aporte auténtico desde la ULEAM en que describe, analiza, hace una puesta en escena de las realidades internas y presenta posibles soluciones o pautas para ello.
Por su parte Luis Ronquillo, hace un recorrido por las distintas doctrinas filosóficas para centrarse en la ética y su praxis que es la moralidad, aunque incursiona más en la historiografía antes que en la elucubración personal. Sabemos lo que es la moral como teoría y creencia de distintas religiones, ideologías, dogmas, movimientos sociales, y también sabemos que pocas veces como animales racionales cumplimos a cabalidad nuestros dogmas, y lo máximo que podemos aspirar es un mínimo de coherencia entre el decir y el hacer y ser. Ética general y profesional libro que tiene el mérito y la bandera de una vida, la del autor, sólida y llena de principios, un ejemplo de docencia y decencia en nuestra institución, aunque es obvio que su discurso y su expresión académica se encuentran en la tradición del “libro de texto” para uso de alumnos y profesionales, su aporte es substancial para llenar los vacíos que tenemos los manabitas y ecuatorianos del paso del lenguaje oral al lenguaje virtual. Este libro llena un vacío en la bibliografía regional e institucional al quedar como testimonio del lenguaje ilustrado tan necesario en esa dinámica o puente angustioso que ha sido pasar del lenguaje oral directamente al lenguaje virtual.
Por otro lado el libro Ciudades preventivas que trata sobre la prevención del uso de drogas en Manta como ciudad pionera, trata y desarrolla un tema que resulta altamente complejo en las sociedades contemporáneas. Los autores no abordan temas como la capacidad del narcotráfico de someter a las democracias y hacerlas en muchos casos torcer su destino, lo cual es ya demasiado para una organización centrada en la violencia y el dinero fácil. Los autores se centran en el tema de la prevención de modo exclusivo porque para los otros aspectos: producción, distribución, tráfico, lavado de dinero, hay otras instancias legales que tienen que solucionar los conflictos, pero la prevención sí es competencia de la academia universitaria y en ese sentido las y los autores realizan propuestas interesantes a partir de múltiples experiencias personales, gremiales, institucionales y de países.
II
Estos tres libros son un homenaje a nuestra universidad, centro que está produciendo libros de un modo vertiginoso, actuales, consistentes y útiles en el presente. Ya que de nada nos sirven libros que se alejan de nuestra realidad inmediata y no contribuyan a su mejoramiento en la calidad de vida de los ciudadanos y el entorno social.
Quiero señalar de modo substancial y como columna vertebral de la praxis de edición universitaria que un escritor o académico escribe solos textos, es decir, articula páginas y páginas, ideas y pensamientos, que el que hace libros, el que construye libros es el editor, oficio que demanda el manejo de varias disciplinas y un constante riesgo y apuesta por el autor, el texto y el enfrentamiento con el lector y el mercado presente y futuro. Cuando leemos, por citar un ejemplo, la actual versión que hay del Quijote de la Mancha, esa monumental obra de nuestro idioma, leemos un texto que ha pasado por miles de ediciones, si nos pusiésemos a leer la primera versión editorial con toda seguridad no podríamos leerla por cuanto la ortografía ha ido cambiando en cinco siglos así como los sistemas de edición. Por ello, citando a mi maestro de cabecera Jorge Luis Borges, puedo decir que no me gustan las primeras ediciones, que siempre como escritor y editor sueño lograr la calidad desde la tercera edición de cada libro.
En lo personal es emocionante poder decir a los autores y al doctor Medardo Mora, nuestro rector, que ustedes no han sembrado en vano, que esta generación que ahora hace su presentación oficial puede sentirse tranquila porque hemos respondido con la misma bondad, respeto, consideración con que nos han tratado como docentes, es decir, ahora estamos dando lo que hemos recibido. Y aprovecho para decirle a mis hijos y familiares, que fueron quienes pasaron hambre y angustias cuando desarrollé con lágrimas todo este proyecto editorial, que en la vida más importante que pedir es dar, y dar hasta los tuétanos, entregar nuestro corazón y pensamientos para juntos construir una mejor sociedad, libre de egoísmos y ambiciones desmedidas, una sociedad que apunte a ser más justa y solidaría, una sociedad que tenga esperanza y que sea unida porque en el mundo del conocimiento y la competitividad solo la unión y la coherencia con nuestros principios e ideales es lo que nos puede permitir el progreso y el bienestar colectivo. En este sentido hemos tratado de ser fieles al legado de Eloy Alfaro Delgado nuestro patrono, por eso, hemos tenido cuidado que nuestros libros salgan financiados o co auspiciados por la institución privada o pública, y mucho menos de la partidocracia, porque como academia no podemos deberle favores a quienes utilizan al libro, la cultura y al arte con fines que no son los universitarios.
Estos tres libros son un homenaje a nuestra universidad, centro que está produciendo libros de un modo vertiginoso, actuales, consistentes y útiles en el presente. Ya que de nada nos sirven libros que se alejan de nuestra realidad inmediata y no contribuyan a su mejoramiento en la calidad de vida de los ciudadanos y el entorno social.
Quiero señalar de modo substancial y como columna vertebral de la praxis de edición universitaria que un escritor o académico escribe solos textos, es decir, articula páginas y páginas, ideas y pensamientos, que el que hace libros, el que construye libros es el editor, oficio que demanda el manejo de varias disciplinas y un constante riesgo y apuesta por el autor, el texto y el enfrentamiento con el lector y el mercado presente y futuro. Cuando leemos, por citar un ejemplo, la actual versión que hay del Quijote de la Mancha, esa monumental obra de nuestro idioma, leemos un texto que ha pasado por miles de ediciones, si nos pusiésemos a leer la primera versión editorial con toda seguridad no podríamos leerla por cuanto la ortografía ha ido cambiando en cinco siglos así como los sistemas de edición. Por ello, citando a mi maestro de cabecera Jorge Luis Borges, puedo decir que no me gustan las primeras ediciones, que siempre como escritor y editor sueño lograr la calidad desde la tercera edición de cada libro.
En lo personal es emocionante poder decir a los autores y al doctor Medardo Mora, nuestro rector, que ustedes no han sembrado en vano, que esta generación que ahora hace su presentación oficial puede sentirse tranquila porque hemos respondido con la misma bondad, respeto, consideración con que nos han tratado como docentes, es decir, ahora estamos dando lo que hemos recibido. Y aprovecho para decirle a mis hijos y familiares, que fueron quienes pasaron hambre y angustias cuando desarrollé con lágrimas todo este proyecto editorial, que en la vida más importante que pedir es dar, y dar hasta los tuétanos, entregar nuestro corazón y pensamientos para juntos construir una mejor sociedad, libre de egoísmos y ambiciones desmedidas, una sociedad que apunte a ser más justa y solidaría, una sociedad que tenga esperanza y que sea unida porque en el mundo del conocimiento y la competitividad solo la unión y la coherencia con nuestros principios e ideales es lo que nos puede permitir el progreso y el bienestar colectivo. En este sentido hemos tratado de ser fieles al legado de Eloy Alfaro Delgado nuestro patrono, por eso, hemos tenido cuidado que nuestros libros salgan financiados o co auspiciados por la institución privada o pública, y mucho menos de la partidocracia, porque como academia no podemos deberle favores a quienes utilizan al libro, la cultura y al arte con fines que no son los universitarios.
III
Hace un promedio de 28 años fundamos con el profesor Bolívar Andrade el grupo de teatro La Trinchera dentro del glorioso colegio nacional Cinco de Junio de Manta, grupo de teatro al que le pusimos el sugestivo e ideológico nombre La Trinchera, nos planteamos una serie de principios como es el arte popular, jamás poner nuestra conciencia política y humana al servicio del gobernante de turno, y sobre todo ser libres en la búsqueda de la verdad y el desarrollo del arte, muchos hemos mantenido nuestras premisas de vida. Para esa misma fecha fue fraguándose también la Editorial Mar Abierto, que oficialmente aquí en la ULEAM empezó hace 10 años, con la revista libro Cyberalfaro que es totalmente financiada por la ULEAM, aunque lo que es la editorial se ha movido con criterio de empresa pública y privada.
Claro que los académicos, artistas y creadores en general debemos preocuparnos de marcas, derechos de autor, patentes, etc. para que ciertos inescrupulosos no se aprovechen de quienes han trabajado con sentido cívico y patriótico, con bondad y desesperación como fue el caso del maestro Andrade, y como es el caso del maestro filósofo y sabio Medardo Mora, y desde luego que nadie pretenda utilizar la marca o nuestro trabajo como instrumento que no sea el académico ya que para que este sueño se funda en la memoria regional y nacional deben pasar por lo menos cincuenta años, donde las autoridades, los editores y los académicos y o escritores, deben siempre trabajar en armonía y equilibrio de criterios, y para esto es indispensable estar libres de las ataduras coyunturales de lo político porque la mentira y la falacia desunen, y la verdad hecha y vivida con pasión siempre es constructiva y permite el trabajo a corto, mediano y largo plazo. Por lo menos eso he aprendido estudiando la génesis, desarrollo y muerte de grandes editoriales privadas o públicas que lastimosamente fracasaron en nuestros países de la América Hispana.
En la playa de Tarqui junto a Willian Happe y Pedro Gil y la Caña Manabita soñamos con la realización de una editorial que recuperara el pasado, presente y futuro del país, zarrapastrosos y muertos de hambre como andábamos solo nos mantenía vivo el espíritu de Eloy Alfaro el general de las derrotas, Albert Camus, Jean Paul Sartre, Fiódor Dostoievski, Henry Miller y los del boom latinoamericano como García Márquez, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Juan Carlos Onetti, Alejo Carpentier y otros.
Mar Abierto es una marca creada y desarrollada en la ULEAM lo cual es de alto mérito porque las empresas públicas son contadas las veces que crean marcas ya que estas son por lo regular iniciativa de las empresas privadas donde hay agilidad y eficiencia, y no tanto porque las instituciones o empresas públicas (para mí son iguales) no sean capaces si no por que por lo regular están sometidas al ritmo del poder de turno y al juego político o politiquero.
Decía que producto de sueños y ensueños nació la editorial Mar Abierto con un pacto de ideales en el que nos prometimos que escribiríamos, que solo viviríamos para escribir, que emularíamos a los románticos del siglo 18 y 19 sin ser románticos ni enclenques, que nada se interpondría ante nuestras metas de escritura y que por tanto estábamos marcado por un sino maldito ya que la búsqueda de un sueño siempre hace sufrir a la gente que más amamos, contradictoriamente, como a nuestros padres, hijos, esposas y amigos de verdad. Y lo cierto es que lo hemos cumplido y podemos ver en algo nuestras realizaciones, y sobre todo seguimos todavía vivos y respirando. Asombrados, totalmente asombrados.
Hubiésemos querido aportar al país y a Manabí desde otros espacios, métodos y acciones, pero tuvimos la sensatez de intuir que el exceso de dinero conduce a la ambición desmedida y a la muerte de los ideales.
La primera colección que inauguramos fue Almuerzo Desnudo de William Burrough novela autobiográfica que es todo un recorrido por el infierno de las llamadas drogas duras. Un libro horroroso pero iluminador al mismo tiempo que nos hizo entender que éramos unos chavales en relación al consumo, y que con nuestro propio infierno de delirios y pobreza extrema era suficiente. Que había que escribir y ayudar a que otros escriban.
Gracias a Leonardo Moreira o los mal llamados concursos de mérito y oposición entré a nuestra universidad donde al inicio nadie me quería por mi actitud crítica pero creativa. Entonces surge Cyberalfaro, y no hubiésemos pasado de la primera edición si el Dr. Medardo Mora no hubiese comprendido nuestro proyecto y dado el apoyo necesario. Pero lo mío o lo nuestro era una editorial de alcance nacional e internacional, tal y como estamos lográndolo. Con todos los obstáculos y boicot de las instancias financiera, con nuestras limitaciones en la gestión pública, hemos llegado a donde estamos pero seguimos insistiendo que diez años no son nada para una editorial, que esta será solo posible en 50 años en la medida en que se mantenga y se vuelva parte de la memoria nacional y latinoamericana.
Si con Pedro, hace 25 años, nos acostábamos después de jornadas de lecturas y escrituras, convencidos que el suicidio era un deber si el fracaso era nuestro designio, ahora que hemos logrado relativo éxito y en el caso de Pedro una abierta gloria, recién ahora nos damos cuenta que es todavía mucho lo que hay que hacer. Porque toda esta editorial ha costado lágrimas de sangre, abandono, separaciones dolorosas, desgarres internos y mucho dolor a nuestra familia, tenemos que defender también este logro que es colectivo, institucional y no personal, por eso la editorial Mar Abierto esta noche les dice que estamos listos para navegar.
Manta, julio del 2 010
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